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¿El mundo va para una guerra total? Esto es lo que se está jugando en el conflicto que se vive con Hezbolá en el Líbano

Las tensiones en Medio Oriente están en su punto más crítico por los ataques entre Israel y el Líbano, y con Hezbolá como protagonista. El temor a una guerra total en la región aumenta con el pasar de las horas.

Redacción Mundo
28 de septiembre de 2024
Los ataques entre Israel y Hezbolá han llevado el conflicto a una nueva escala, despertando temores de que pueda desencadenar en una guerra total en Medio Oriente.
Los ataques entre Israel y Hezbolá han llevado el conflicto a una nueva escala, despertando temores de que pueda desencadenar en una guerra total en Medio Oriente. | Foto: Getty Images / AFP

Si bien los conflictos en Medio Oriente han sido una constante desde la creación del Estado de Israel en 1948, la muy relativa estabilidad de la región terminó por perderse cuando, el 7 de octubre del año pasado, miembros del grupo terrorista Hamás atacaron territorio del Estado judío asesinando a sangre fría a más de 1.100 personas entre civiles y militares. Esta operación marcó el inicio de la guerra en Gaza, que ha dejado una profunda división, y que podría desencadenar en un conflicto todavía peor a la violenta escalada que se vive.

Hezbolá es una organización política y un grupo paramilitar proiraní que tiene sede en Líbano, fundada con valores antisemitas y con el objetivo de la destrucción de Israel. Han estado en conflictos intermitentes, pero también en guerras abiertas como la de 2006, cuando ambos bandos se enfrentaron directamente por más de un mes.

Hezbolá ha lanzado varias operaciones en suelo israelí, pero el ejército de la nación hebrea arremete con bombardeos masivos en Líbano, que han sido condenados por varias naciones. Por ahora, la mediación parece no tener espacio.
Hezbolá ha lanzado varias operaciones en suelo israelí, pero el ejército de la nación hebrea arremete con bombardeos masivos en Líbano, que han sido condenados por varias naciones. Por ahora, la mediación parece no tener espacio. | Foto: AFP / AP

Además, el grupo es el aliado más grande de Irán, una potencia nuclear y militar, y el mayor enemigo de Israel después de Hamás. La escalada militar tuvo su gran punto cuando, entre el 17 y el 18 de septiembre, miles de bíperes y walkie-talkies en propiedad de supuestos miembros de Hezbolá estallaron después de lo que habría sido una infiltración de los dispositivos. El balance fue de 42 muertos y más de 4.500 heridos. Israel nunca aceptó la responsabilidad del ataque, a pesar de las múltiples pistas que dejan entrever que fue una operación de la Mossad.

Desde ello, los ataques de parte y parte han sido constantes, con Israel y Hezbolá atacándose mutuamente, pero dejando mayor impacto en Líbano y Siria, donde los bombardeos en zonas de influencia de Hezbolá han dejado más de 500 muertos, entre ellos, varios líderes del grupo paramilitar, pero también cientos de civiles, incluidos ancianos, mujeres y niños inocentes. Una guerra entre ambos supondría un reto táctico para los bandos, que enfrentarían a un rival de peso y difícil de vencer.

“Hezbolá es tal vez el ejército no estatal más grande del mundo y con más capacidades que el ejército de Líbano, pero Israel, es, por mucho, más poderoso. No obstante, su ejército tampoco sería capaz de invadir Líbano, y la última vez que lo intentó le tocó retirarse. Sí, tiene una capacidad muy superior, pero no veo que incluso que sea para Israel rentable una invasión a gran escala, porque le saldría muy costoso. Tampoco veo por ese lado que haya una posibilidad como escalada”, asegura Camilo Alejandro Espitia Pérez, profesor de la Universidad Javeriana.

El humo sale del lugar de un ataque aéreo israelí en la aldea de Majdel Zoun, en el sur del Líbano, el 15 de abril de 2024, en medio de tensiones transfronterizas mientras continúan los combates entre Israel y los militantes palestinos de Hamás en la Franja de Gaza.
El humo sale del lugar de un ataque aéreo israelí en la aldea de Majdel Zoun, en el sur del Líbano. | Foto: AFP

El objetivo es muy claro: devolver a los residentes del norte de manera segura”, dijo en un discurso, y aseguró que su ejército está “preparando el proceso de una maniobra”, lo que significa que sus botas militares, sus botas de maniobra, entrarán en territorio enemigo, entrarán en aldeas que Hezbolá ha preparado como grandes puestos de avanzada militar.

“Hace unos meses, esto era casi que un imposible, pero a día de hoy, por la incursión en el Líbano y si efectivamente hay una incursión por tierra de manera indefinida, como todo parece indicar, puede haber una guerra con terceros Estados que se terminen de involucrar como Irán, como los hutíes de Yemen, Aunque, insisto, hace unos meses esto era poco probable, la posibilidad de una guerra en Medio Oriente ya está en las posibilidades”, cuenta a SEMANA Mauricio Jaramillo Jassir, profesor de la Universidad del Rosario.

Por los lados de Líbano, tampoco parece haber disposición para entrar en algún tipo de negociación, ya que Hezbolá sigue enviando ataques de misiles hacia tierras israelíes. Además, desde Irán muestran su respaldo en los combates contra Israel. “Algunas de las fuerzas más eficaces y valiosas de Hezbolá fueron martirizadas, lo que, sin duda, ha dañado a la organización. Pero no es un daño que la vaya a poner de rodillas”, aseguró en un discurso el ayatolá Alí Jamenei, líder supremo de la nación islámica.

El temor más grande para la comunidad internacional es que Líbano se convierta en otra Gaza, pero habría grandes diferencias al respecto. “En realidad, será otro tipo de tragedia con condiciones distintas, porque la población de Gaza estaba en buena medida secuestrada por Hamás, y ahora está bajo el control de las tropas israelíes. Líbano es un país más independiente, con una población cristiana y musulmana moderada muy grande. Además, es un país que tiene una red internacional de contactos muy importante y de gran tamaño, que se financia siempre desde el exterior”, dice Enrique Serrano, profesor de la Universidad del Rosario.

Fotos de la semana 12 julio
Ataques en Libano | Foto: REUTERS

¿Habrá mediación?

Ahora, las potencias globales parecen empecinadas en evitar que el conflicto llegue a nuevas cuotas de violencia con una invasión terrestre del Líbano o una continuación de bombardeos sobre poblaciones que aumentan el recuento de muertos civiles.

Aun así, el panorama parece oscuro. El mismo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, aseguró que aunque una guerra total es “posible”, espera poder negociar para alcanzar la paz. “Estoy empleando toda mi energía y la de mi equipo en conseguirlo. Hay un deseo de ver un cambio en la región”, dijo el mandatario

Con el incipiente conflicto en contexto, se desarrolló la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, en la que mandatarios de todo el mundo pidieron evitar una guerra a mayor escala en Medio Oriente. Por ejemplo, el secretario general de la ONU, António Guterres, aseguró que “el pueblo libanés, el pueblo israelí y los pueblos del mundo no pueden permitir que Líbano se convierta en otra Gaza”.

Sin embargo, Israel simplemente ignoró la carta y declaró estar dispuesto a llevar el conflicto hasta sus últimas consecuencias. Afirmó que irán “hasta la victoria” y que atacarán a Hezbolá “con todas sus fuerzas”. Con este panorama, los intentos globales de mediación parecen cada vez más inútiles para evitar una nueva guerra en Medio Oriente.