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Sería trágico un sabotaje contra los fiscales que vienen enfrentando la corrupción en el Perú: Vargas Llosa
En un adelanto de su columna dominical, el escritor se muestra preocupado por el rumbo que tomarán las investigaciones en el Perú por el escándalo de Odebrecht tras el suicidio de Alan García.
Mario Vargas Llosa es una de las voces más escuchadas en Hispanoamérica. Sus columnas y artículos sobre la política de esta parte del mundo suelen suscitar debates, análisis y, a veces, controversias. El suicidio del expresidente Alan García no pasó desaparecibido para el Premio Nobel de Literatura.
“En el Perú desde hace algún tiempo, hay un grupo de jueces y fiscales que ha sorprendido a todo el mundo por el coraje con el que han venido actuando para combatir la corrupción, sin dejarse amedrentar por la hostilidad desatada contra ellos desde la misma esfera del poder al que se enfrentan”, dijo el escritor en la columna Piedra de Toque, que será publicada este domingo por el diario peruano La República.
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Según lo adelantó este diario, Vargas Llosa hizo en su columna un recorrido por los dos periodos de Alan García, señalando que la segunda administración fue mejor que la primera, sin embargo, resaltó que fue en ese periodo en donde aumentaron justamente los vínculos del expresidente con la corrupción, no en vano Vargas Llosa describía a García como "el mal menor".
Fueron muchas las ocasiones en que Vargas Llosa tomó partida sobre los asuntos del expresidente peruano. En noviembre de 2018 el escritor se refirió también en su columna Piedra de Toque, esta vez publicada en el País de España, sobre lo que representaría para un país como Uruguay, darle asilo político a García.
Sus señalamientos fueron fuertes en ese momento, pues afirmó que “hubiera sido una vergüenza para el país charrua otorgar ese beneficio al expresidente” y agregó que el pretexto que usaba García para querer abandonar Perú era simplemente “grotesco”, pues en ese país “nunca ha existido persecución política” como lo alegaba García con el fin de solicitar asilo en Uruguay.
Alan García murió el miércoles 17 de abril a sus 69 años, tras dispararse en la cabeza, luego de que fueran hasta su casa con una orden de arresto por el caso de corrupción con la constructora brasileña Odebrecht.
El suicidio del exmandatario generó reacciones en todo el mundo. En un comunicado la Conferencia Episcopal de Perú, expresó “su profundo dolor” por la muerte de García, y señalaron que “unidos en la fe, pedían a Dios Padre, para que le concediera el gozo de su eterna presencia”.
El expresidente García nunca aceptó los cargos ni señalamientos por los cuales emitieron su captura preventiva. Por el contrario siempre se declaró inocente, incluso hasta el día de su muerte. Durante su sepelio se conoció una carta que este habría escrito antes de dispararse. Se trata de un escrito en el que García lamentaba sufrir injusticias y circos y reiteraba que nada tuvo que ver con casos de sobornos ni enriquecimiento ilícito. Uno de los apartes más fuertes de la misiva es aquel en el que el expresidente decía que dejaba su cadáver como “muestra de desprecio” hacia sus enemigos políticos.