Geopolítica
El nuevo mejor amigo de Putin: así es como una alianza entre Rusia y Corea del Norte puede poner en riesgo al mundo
Vladímir Putin y Kim Jong-un, líderes de Rusia y Corea del Norte, se reunieron para una posible alianza militar, que puede dar un vuelco a la geopolítica y tiene a Occidente como enemigo común.
Las relaciones entre Rusia y Corea del Norte han sido variadas, pasando por altos y bajos desde la caída de la Unión Soviética en 1991. A pesar de que siempre han tenido como enemigo común a Estados Unidos y Occidente, nunca habían sido dos naciones cercanas. Pero eso parece estar a punto de cambiar luego de la reunión de Kim Jong-un y Vladímir Putin en territorio ruso, que se llevó a cabo hace unos días.
Desde la semana pasada, Estados Unidos había filtrado la posibilidad de la cumbre entre ambas naciones, pero unos días después se confirmó. El domingo, Kim Jong-un salió desde Pyongyang en un tren blindado personal con rumbo a territorio ruso. La cita del líder norcoreano fue en el cosmódromo de Vostochni, donde llegó el martes y fue recibido con honores militares por las tropas del Kremlin.
Al día siguiente se reunieron ambos mandatarios e hicieron declaraciones que sembraron preocupación en Occidente. “Rusia se enfrenta actualmente a fuerzas hegemónicas para proteger sus intereses de seguridad. Siempre hemos expresado nuestro pleno e incondicional apoyo a todas las medidas adoptadas por el Gobierno ruso, y aprovecho esta oportunidad para afirmar que siempre estaremos con él”, dijo el mandatario norcoreano.
Kim Jong-un, quien desde hace unos años había estado al margen de la opinión pública, defendió a Rusia y a Putin durante su reunión con su homólogo. “Nuestra visita llega en un momento en que se está produciendo una feroz confrontación en la escena internacional entre el progreso y la reacción, la justicia y la injusticia”, señaló el mandatario norcoreano durante la reunión en territorio ruso. Además, dijo que ambas naciones “siempre estarán juntas” en su “guerra sagrada contra Occidente”.
El tema que más trasnocha a Occidente, especialmente a Estados Unidos, es la firma de un acuerdo sobre tecnología militar entre ambos países, a lo cual Putin, en principio, dijo: “Para eso es lo que hemos venido al cosmódromo Vostochni”, refiriéndose a una colaboración en materia de satélites. No obstante, un poco después de eso afirmó que tratarán todos los temas entre ambas potencias nucleares cuando se le preguntó acerca de un convenio de armas que puedan firmar Corea del Norte y Rusia.
Dicho tratado potencial podría darle un vuelco a la guerra en Ucrania en momentos en los que Rusia necesita aliados militares. Actualmente, el ejército de Putin vive una profunda escasez de municiones de artillería para sus tropas en la guerra, y los norcoreanos tienen de sobra al no haber participado en un conflicto desde hace décadas y aumentar su capacidad armamentística en gran número. Por ello, a los rusos les queda de perlas llegar a un acuerdo con Kim Jong-un.
Por su parte, el líder norcoreano busca allanar el terreno y, de paso, fastidiar a Estados Unidos al mostrar su apoyo a la campaña rusa en territorio ucraniano. “Estoy profundamente convencido de que el heroico ejército ruso y el pueblo serán brillantes herederos de la tradición de la victoria en los frentes de la operación militar especial”, declaró el dictador en medio de la admiración entre él y Putin.
Los dos líderes almorzaron y se deshicieron en elogios mutuos. “Un brindis por el futuro fortalecimiento de la cooperación y la amistad entre nuestros países”, dijo Putin. Y añadió: “Un viejo amigo es mejor que dos nuevos”. Por su lado, Kim Jong-un le respondió a su homólogo: “Propongo un brindis por la salud de Putin”.
Finalmente, y a pesar de lo esperada, la reunión fue bastante corta y poco después del almuerzo Kim Jong-un partió con su comitiva de nuevo en su tren blindado rumbo a Pyongyang. Y aunque no se firmó ningún acuerdo, que se sepa, parece que el terreno está allanado para que dicha alianza sea cuestión de tiempo, en una relación que apenas está comenzando.
Lo que viene
Después del encuentro, las alarmas de Occidente se encendieron y Estados Unidos se apuró a condenar la cumbre entre ambos líderes. “Seguimos instando a Corea del Norte a que cumpla con su compromiso público de no apoyar la guerra rusa en Ucrania. Ninguna nación debería ayudar a Vladímir Putin de ninguna manera a matar a inocentes ucranianos”, declaró en conferencia de prensa el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
Además, lejos de quedarse ahí, el funcionario estadounidense advirtió al régimen de Kim Jong-un de los peligros de estar del lado de Putin. “Si deciden seguir adelante con algún tipo de acuerdo de armas, ciertamente habrá repercusiones para Corea del Norte, tanto de Estados Unidos como de la comunidad internacional”.
En cambio, como muestra de que se afianzaron las relaciones entre ambos países, Putin aceptó la invitación de Kim para ir a Corea del Norte, donde se reunirán de nuevo. Será el primer viaje de un mandatario ruso visitando territorio norcoreano. Sin embargo, no se ha confirmado ninguna fecha para el encuentro entre ambos mandatarios autoritarios.
Mientras tanto, aunque las alianzas militares entre estas potencias están a la expectativa, su probabilidad aumenta con el correr de los días. Los peligros de un potencial acuerdo siguen vigentes, ya que podría brindar el impulso necesario a las tropas rusas para darle un vuelco a la guerra en Ucrania, en la cual, a un año y medio de su inicio, las tropas rusas aún no han podido alcanzar sus objetivos principales en el combate.
No obstante, según se reporta, Kim Jong-un no daría las municiones fácilmente: pediría a cambio acceso a la tecnología de misiles rusa para mejorar su arsenal nuclear, con el cual podría perfeccionar el alcance, la fiabilidad y la flexibilidad del sistema de lanzamiento de las armas nucleares de Corea del Norte.
Esto aumenta los miedos de los países cercanos a esta nación, así como los de Occidente, que durante años han visto al régimen norcoreano como uno de los mayores riesgos del mundo.
Por ahora, la alianza entre Corea del Norte y Rusia sigue siendo una posibilidad más que plausible. Aun cuando Occidente dice que muestra la desesperación de Putin por conseguir aliados en su cruzada contra Ucrania, la realidad es que un posible pacto entre ambas naciones podría darle un vuelvo a la geopolítica mundial.
Si hay algo que une a ambas naciones, que parecen tan distintas, es el odio mutuo hacia las naciones occidentales, encabezadas por Estados Unidos y la Otan.