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El nuevo presidente de Irán rechaza reunión con Biden y negociaciones sobre misiles nucleares
El país asiático se retirará de las conversaciones nucleares mientras asume el nuevo presidente.
El nuevo presidente de Irán, Ebrahim Raisi, elegido este fin de semana en ese país, anunció este lunes que no apoyará las negociaciones respecto al controvertido programa de misiles del país, que tiene en cuenta los misiles balísticos de largo alcance que pueden transportar una ojiva nuclear. De igual manera, Raisi anunció que no aceptará ninguna reunión en el futuro cercano con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
Este nuevo mandatario, que en los años ochenta, cuando fue presidente del Tribunal Supremo, al parecer dio aval al asesinato de miles de disidentes, fue claro en que su país no aceptará un nuevo acuerdo nuclear sin que Estados Unidos levante primero de manera unilateral las sanciones económicas que ha impuesto.
El país asiático también anunció durante el fin de semana que es probable que abandone las negociaciones con Estados Unidos en un futuro próximo. “Instamos al gobierno de Estados Unidos a que cumpla con su compromiso con este acuerdo. Los asuntos regionales y de misiles no son negociables”, dijo en rueda de prensa, según los medios de ese país.
“Se ha negociado y acordado un tema, se ha concluido un contrato y se han comprometido con él, pero no han actuado. Ahora, ¿cómo quieren negociar nuevos temas?”, agregó.
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Este viernes se llevaron a cabo las elecciones presidenciales en Irán. Los resultados parciales dan como ganador al ultraconservador Ebrahim Raisi, quien con más del 60 % de los votos evitó tener que ir a una segunda vuelta.
Raisi, quien fungía como el máximo juez de la nación de Oriente Medio, se impuso a otros tres candidatos en unos comicios en los que varios aspirantes a la Presidencia no pudieron participar y en donde la abstención electoral superó el 50 %, una cifra mucho mayor que el 27 % que se presentó en las últimas elecciones de 2017.
Esta poca participación electoral se debe a que miles de iraníes consideraron que las elecciones no estaban siendo imparciales y democráticas, por lo cual decidieron boicotearlas con su inasistencia a las urnas. La molestia llegó cuando los ciudadanos empezaron a percibir que las elecciones estaban siendo cerradas y con tendencia a favorecer a Raisi, pues de 600 aspirantes que se inscribieron a las elecciones solo 12 fueron aprobados por los 12 juristas y teólogos del Consejo de Guardianes, un órgano no electo que decide sobre idoneidad de los candidatos. Para hacer más crítica la situación, de los 12 candidatos, tres se retiraron antes del día de la votación.
El nuevo presidente iraní, que se convierte en el segundo funcionario de mayor rango en el país después del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, se ha caracterizado por sus opiniones ultraconservadoras y ha sido denunciado de ser autor de crímenes de lesa humanidad. De hecho, Amnistía Internacional pidió que se le investigara porque presuntamente fue miembro de la llamada “Comisión de la Muerte”, a la que se le atribuyen crímenes de desaparición forzosa y ejecuciones extrajudiciales de miles de prisioneros opositores en 1988.
“El hecho de que Ebrahim Raisi haya ascendido a la Presidencia en vez de ser investigado por crímenes contra la humanidad como asesinato, desaparición forzosa y tortura, es un desalentador recordatorio de que la impunidad reina supremamente en Irán”, aseguró la organización en un comunicado. “Seguimos pidiendo que Ebrahim Raisi sea investigado por su implicación en crímenes pasados y presentes contra el derecho internacional”, añadió.
Raisi, quien nunca se ha pronunciado sobre estas denuncias, es un clérigo de 60 años que durante gran parte de su carrera se desempeñó como fiscal y que en la campaña se mostró como la solución a la corrupción con mano fuerte. En 2017 ya había sido candidato, pero fue derrotado por Rouhani, de manera que en 2019 fue nombrado como la máxima autoridad judicial del país.
Con su triunfo, se cree que Irán tendrá un gobierno islámico mucho más conservador que podría limitar las libertades individuales, restringir algunas actividades sociales, limitar el ingreso al mercado laboral de las mujeres e incluso afectar la libertad de expresión y de prensa.
Sobre el panorama internacional, el temor es que el nuevo gobierno pueda afectar las negociaciones para un acuerdo nuclear con Estados Unidos, pues los líderes radicales de este sector político se muestran bastante reservados frente al país norteamericano. Sin embargo, tanto Raisi como algunos de sus copartidarios han enviado señales de que les interesa continuar las negociaciones indirectas con Estados Unidos y de esta manera superar algunas de las sanciones económicas que la potencia les ha impuesto en los últimos años y que los ha llevado a una mayor crisis económica.
Sobre la victoria de Raisi se pronunció el jefe del Comité de Defensa y Asuntos Exteriores del Parlamento israelí y exjefe del servicio de Inteligencia Exterior, Ram Ben Barak, quien en su cuenta de Twitter aseguró que esta elección era “una prueba concluyente de la decisión del líder supremo Alí Jamenei de radicalizar la conducta de Irán en las políticas exterior, nuclear y terrorista”.