IGLESIA CATÓLICA
El papa emérito Benedicto XVI “está horrorizado” por las reformas de Francisco
El nombramiento de la primera mujer en la historia al Sínodo de Obispos parece haber distanciado aún más a Benedicto XVI del papa Francisco. Fuentes en Roma aseguran que el papa emérito cree que esta vez al religioso argentino se le fue la mano.
Algo parece no estar bien en el Vaticano. En medio de la preocupación por la salud del papa Francisco, quien ha tenido que cancelar varios eventos por el dolor de la ciática que le afecta las piernas y la espalda, se suma el supuesto malestar por parte de Benedicto XVI con el actual pontífice. De acuerdo con medios de comunicación europeos, el papa emérito está horrorizado por cuenta de la nominación de una mujer al Sínodo de Obispos este fin de semana.
El papa Francisco nombró el sábado por primera vez a una mujer, la religiosa francesa Nathalie Becquart, como subsecretaria del Sínodo, quien estará acompañada en el cargo por el español Luis Marín de San Martín, anunció el Vaticano.
Becquart, que también tendrá derecho de voto en este cenáculo muy cerrado, es una religiosa de la congregación javeriana que desde 2019 era “consultora” del Sínodo, la asamblea de obispos encargada de estudiar desde 1965 las grandes cuestiones doctrinales de la Iglesia católica.
La nominación aparentemente molestó a tradicionalistas, entre ellos Benedicto XVI, quienes temen que las reformas del papa argentino alteren las tradiciones de la Iglesia católica.
Lynda Telford, una historiadora religiosa con fuentes cercanas a ambos papas, asegura que la más reciente medida anunciada por Francisco ha desatado una ola de criticas al pontífice en la Santa Sede.
“Benedicto está aterrado”, dijo la académica ante el nombramiento de una mujer al Sínodo, y añadió que “el papa emérito es un cura anticuado que cree que las mujeres son para rezar y reproducirse y que su función es quedarse en la casa y obedecer”.
La postura de Francisco ante las mujeres difiere mucho de la de los religiosos más conservadores. En enero de este año anunció por medio de un documento pontificio que las mujeres podrán subir al altar a leer la misa y pueden apoyar al sacerdote a repartir la comunión.
Pero la llegada de una mujer al Sínodo no es el único tema que distancia a los dos papas. Expertos dicen que otro tema espinoso es el del celibato. Mientras Benedicto XVI lo considera un cimiento de la fe que no se debe ni discutir, el papa Francisco ha estado abierto a la idea de permitir que se ordenen hombres casados en la zona de la Amazonia para satisfacer las necesidades espirituales de quienes viven en esa región del mundo donde hay escasez de clérigos.
El año pasado esa intención de Francisco no se materializó, en parte, porque el papa emérito y otras prominentes voces de la Iglesia católica la rechazaron tajantemente.
Para los historiadores, el tema del celibato y la participación femenina ha hecho también que muchos se cuestionen qué pasaría si por un tema de salud el papa Francisco renuncia, y si el Vaticano se la volvería a jugar por otro religioso tan innovador como el argentino.
Según Telford, estos dos asuntos son cruciales, pues si bien enfrentan a ambos papas, son la única manera de mantener a la Iglesia actualizada con la juventud y así garantizar su permanencia.
Aunque el papa emérito de 93 años dijo al dejar el pontificado en 2013 que se mantendría al margen, sus biógrafos dicen que en privado se queja de Francisco y que tratan de mantenerlo callado ante las reformas de su sucesor.
Pese a la posición del papa emérito, el nombramiento de Becquart refleja la voluntad de Francisco de promover “una mayor participación de las mujeres en los procesos de discernimiento y decisión eclesiales”, explicó el secretario general del Sínodo, cardenal Mario Grech, en una entrevista con los medios de comunicación de la Santa Sede.
“En los últimos sínodos ha aumentado el número de mujeres que han participado como expertas o auditoras. Con el nombramiento de la hermana Natalie Becquart y su posibilidad de participar con derecho a voto, se abrió una puerta”, añadió el cardenal Grech.
*Con información de la AFP.