IGLESIA

El papa Francisco expresó su dolor por las víctimas de abusos sexuales en Francia

El sumo pontífice manifestó su tristeza ante los más de 200.000 casos de abuso que se cometieron en Francia desde 1950.

5 de octubre de 2021
Papa Francisco. Foto: Franco Origlia - Getty Images

El papa Francisco aseguró sentir “un profundo dolor” ante la noticia de los abusos sexuales contra menores de edad que se cometieron de manera sistemática en Francia desde 1950, según lo hizo saber Matteo Bruni, portavoz del Vaticano.

Según Bruni, el sumo pontífice expresó que sus primeros pensamientos van hacia las víctimas “con gran tristeza por sus heridas”, dijo.

Por otra parte, dice que " el papa reza para que la Iglesia de Francia esté consciente de esta terrible realidad y unida al sufrimiento del Señor para que pueda emprender un camino a la redención”, dice el documento.

Los terribles hechos de los curas pederastas en Francia

Más de 216.000 menores fueron víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica en Francia desde 1950, a quienes el papa Francisco expresó su “inmenso dolor” tras la publicación este martes de un esperado informe independiente.

Sacerdotes y religiosos abusaron de 216.000 menores entre 1950 y 2020, aunque la cifra ascendería a 330.000 si se tienen en cuenta hechos perpetrados por laicos que trabajaron en instituciones religiosas, apunta la Comisión Independiente sobre los Abusos Sexuales en la Iglesia (Ciase) en Francia.

Hasta inicios de 2000, la Iglesia católica francesa mostró una “cruel indiferencia” con las víctimas de estos abusos que tuvieron un “carácter sistémico”, subrayó durante la presentación del informe en París el presidente de la Ciase, el exalto funcionario Jean-Marc Sauvé.

La respuesta del episcopado francés fue más allá que la del papa. “Mi deseo en el día de hoy es pedirles perdón”, dijo ante víctimas y prensa el presidente de la CEF, monseñor Éric de Moulins-Beaufort, que expresó su “vergüenza” y “determinación a actuar”.

Otros escándalos estallaron en Chile, Canadá o Australia. En abril, expertos mandatados por la ONU, pero que no hablan en su nombre, pidieron al papa Francisco que actúe y expresaron su “gran preocupación” por las numerosas acusaciones.

El pontífice argentino ha convertido la lucha contra las agresiones sexuales en una de sus prioridades, conductas que hacen del clero un “instrumento de Satán”, y publicó en 2020 un manual para gestionar denuncias en la Iglesia.

“Regresan del infierno”

La Ciase inició sus trabajos en febrero de 2019 tras una serie de escándalos, como el del sacerdote Bernard Preynat, condenado en 2020 a cinco años de prisión por abusos en los años 70 y 80 y cuyo caso inspiró el premiado film “Grâce à Dieu” (Gracias a Dios), de François Ozon.

“Ustedes, miembros de la comisión, regresan del infierno”, les dijo durante la presentación François Devaux, fundador de La Parole Libérée, una antigua asociación de víctimas que en 2016 denunció el caso de Preynat y la inacción de cardenal Philippe Barbarin.

Los chicos de entre 10 y 13 años representan el 80 % de sus víctimas. Otra de las conclusiones del informe es que la Iglesia católica, fuera de la familia y los amigos, es el ambiente donde la prevalencia de las agresiones sexuales es mayor.

Además de evaluar el alcance de los hechos, los expertos (abogados, teólogos, psicólogos, historiadores...) evaluaron la respuesta de la Iglesia y formularon 45 propuestas para reconocer el dolor de las víctimas, evitar otros casos y reformar el derecho canónico.

Seis asociaciones de víctimas indicaron en un comunicado que esperan “respuestas claras y tangibles”. “Es histórico. Ya no podrán decirnos que ensuciamos la Iglesia, que hay que pasar página”, dijo a la AFP Véronique Garnier, una víctima.

Otras de las recomendaciones es indemnizar a las víctimas por los “daños sufridos”, pero con el patrimonio de los agresores o de la Iglesia y no con aportaciones de los fieles. “Ustedes deben pagar por todos estos crímenes”, les urgió François Devaux.

Los mayoría de los hechos están prescritos y sus autores ya fallecieron, por lo que es improbable un recurso a la justicia. El episcopado francés ya prometió para 2022 indemnizaciones financieras, algo que no suscita unanimidad entre las víctimas.