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¿El Papa Francisco piensa en dimitir? Esto fue lo que dijo sobre la posibilidad de dejar su cargo
Francisco, de 87 años, lo dice en una autobiografía, “Life: La mia storia nella Storia”.
El papa Francisco dice que no tiene planes de renunciar ni padece problemas de salud que lo requieran. En un nuevo libro de memorias, dice que tiene aún “muchos proyectos por realizar”.
Francisco, de 87 años, lo dice en una autobiografía, Life: La mia storia nella Storia (Vida: mi historia en la historia), que aparecerá el 19 de marzo, en el onceno aniversario de su coronación como papa. El vespertino Corriere della Sera publicó extensos pasajes en su edición del jueves.
En la autobiografía, escrita con el periodista italiano Fabio Marchese Ragona, Francisco describe momentos cruciales de su vida y su intersección con sucesos mundiales (la Segunda Guerra Mundial, la dictadura argentina, las intrigas en el Vaticano) y cómo, juntas, afectan sus prioridades como papa.
En un pasaje significativo, se refiere a las conjeturas recurrentes sobre sus problemas de salud, las críticas de los conservadores y el significado de todo eso para el futuro de su pontificado. Todos los papas se han visto acosados por esa clase de preguntas, pero la perspectiva de una renuncia papal tomó visos de realidad con el histórico pase a retiro de Benedicto XVI en 2013.
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Francisco, a quien le extirparon parte de un pulmón cuando era joven, ha sufrido ataques de bronquitis, influenza y gripe durante este invierno boreal, y en las últimas dos semanas ha pedido a un colaborador que lea la mayoría de sus discursos.
En 2021 le extirparon parte de su intestino grueso y el año pasado fue hospitalizado en tres ocasiones, en una de ellas para eliminar tejido cicatrizado de operaciones anteriores debido a un problema de divertículos en la pared intestinal.
En su autobiografía, dice que el papado es un trabajo vitalicio, pero que en el caso de “un grave impedimento físico”, ya ha escrito una carta de renuncia que está depositada en la Secretaría de Estado.
“Pero esta es una hipótesis remota, porque en verdad no tengo motivos tan serios que me hagan pensar en una renuncia”, escribió.
“Algunos, a lo largo de los años, tal vez hayan esperado que tarde o temprano, acaso después de alguna recuperación, yo hiciera un anuncio de esa clase, pero no hay tal riesgo: gracias al Señor, gozo de buena salud y, si Dios quiere, tengo aún muchos proyectos por realizar”.
Francisco reconoció que sus detractores dentro y fuera del Vaticano lo han acusado de destruir el papado y han tratado de bloquear las reformas que realiza por mandato de los cardenales que lo eligieron en 2013.
“Había un fuerte deseo de cambiar las cosas, abandonar ciertas actitudes que, lamentablemente, han resultado difíciles de erradicar”, escribió. “Demás está decir que siempre hay algunos que quieren frenar las reformas, que quieren que las cosas sigan como eran en los tiempos de los papas reyes”.
El Vaticano busca apaciguar indignación provocada por declaración del papa sobre Ucrania
El secretario de Estado del Vaticano intentaba apaciguar la indignación provocada por la más reciente incursión diplomática del papa Francisco al insistir en declaraciones a la prensa que una condición principal para las negociaciones que pongan fin a la guerra en Ucrania es el fin de la agresión rusa, y que cualquier paz debe ser una “paz justa”.
El cardenal Pietro Parolin recorrió los medios solidarios italianos el mismo día que Kiev convocó al embajador de la Santa Sede para quejarse de la declaración de Francisco, de que Ucrania debe el “valor de la bandera blanca” para negociar el fin de la guerra.
Las declaraciones de Francisco a la emisora suiza RSI, grabada a principios de febrero, pero emitida el sábado pasado, suscitaron inmediatamente las críticas de Ucrania y sus aliados, a pesar de que la oficina de prensa del Vaticano intentó redirigir la atención hacia otras declaraciones en la misma entrevista, de que “la negociación nunca es una rendición”.
*Con información de AP.