Conflicto

El petróleo Brent sobrepasa los US$ 70 incluso tras el ataque de rebeldes hutíes de Yemen a instalaciones de Arabia Saudita

El atentado a la instalación petrolera más grande del mundo disparó el precio del crudo de referencia Brent y pone en peligro la estabilidad del suministro de energía a nivel global.

8 de marzo de 2021
El incremento de los precios del crudo empezó luego de que la semana pasada la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) decidiera mantener los recortes de producción de petróleo durante marzo y abril. | Foto: AP

Los precios del petróleo siguen al alza. Ayer, domingo 7 de marzo, volvieron a alcanzar máximos que no se veían desde enero de 2020, antes de que el mundo entrara en cuarentena por la pandemia del coronavirus.

En la apertura de los mercados internacionales, el petróleo de referencia Brent (que es el que usa Colombia para sus cuentas fiscales) subió un 1,25 %, hasta los US$ 70,41 por barril, un valor en el que no estaba desde el 6 de enero de 2020, cuando terminó en US$ 71,45 por barril.

Sin embargo, este importante aumento de los precios se produce solo un día después de que Arabia Saudita anunciara el ataque a sus instalaciones petroleras por parte de rebeldes hutíes chiítas, quienes ya completan seis años, apoyados por Irán, en su lucha contra el gobierno reconocido por la comunidad internacional.

La información fue confirmada por el ejército hutí, que de inmediato se atribuyó la autoría de los ataques.

Según el Ministerio de Energía de Arabia Saudita, la sede de Saudi Aramco, el parque de tanques de petróleo y uno de los más grandes puertos de envío de este combustible en el mundo, fue atacado por un dron y un misil balístico.

“Los recientes actos de sabotaje no solo están dirigidos al Reino de Arabia Saudita, también a la seguridad y estabilidad del suministro de energía al mundo y, por lo tanto, a la economía global”, expresó el ministerio a través de un comunicado.

“Afectan la seguridad de las exportaciones de petróleo, la libertad de comercio mundial y el tráfico marítimo”, complementó.

Por su parte, el portavoz oficial de los hutíes de Yemen reveló que este ataque es una “amplia operación ofensiva conjunta” que involucró 14 drones y ocho misiles balísticos.

Yahya Sare’e escribió en su cuenta de Twitter que otros sitios militares fueron atacados y se enorgulleció al decir que “el impacto fue preciso”.

Además, el rebelde y general de brigada hizo un anuncio: “Prometemos al régimen #saudí operaciones dolorosas mientras continúe su agresión y bloqueo a nuestro país”.

Esta arremetida trae de nuevo a la mesa las declaraciones de la administración Biden, que el mes pasado advirtió que eliminaría a los rebeldes hutíes de las listas de la Organización Terrorista Extranjera y Terroristas Globales Especialmente Designados.

En su primer discurso de política exterior desde su investidura, Biden instó al “fin” de la guerra en Yemen mediante la vía diplomática, dio por terminado el apoyo de su país a la coalición y confirmó el nombramiento de un reputado diplomático, Timothy Lenderking, como emisario para Yemen.

“Esta guerra debe cesar”, dijo, y anunció que Estados Unidos le pone fin al “apoyo” a las operaciones ofensivas y a la “venta de armas”, en especial las “municiones de precisión”, a la coalición.

Estos ataques contra las instalaciones petroleras saudíes, que por fortuna no dejaron pérdidas humanas, se convierten en los más intensos y destructivos desde septiembre 2019, cuando una planta de procesamiento clave y dos campos fueron atacados, lo que trajo como consecuencia la reducción de la producción por el lapso de un mes y dejó al descubierto la vulnerabilidad de la industria petrolera del reino.

Que no haya víctimas humanas es una gran noticia, ya que la metralla del misil cayó cerca del barrio que la compañía petrolera nacional Saudi Aramco construyó para sus empleados en Dhahran. En este complejo residencial viven las familias de los trabajadores saudíes y, además, queda muy cerca de un consulado de Estados Unidos.