REINO UNIDO
El ‘sueldazo’ que tendrá el rey Carlos III como nuevo monarca de la Corona británica
Carlos III no solamente heredó el trono de su madre, sino también diferentes activos millonarios que ahora están bajo su poder.
Ante los ojos del mundo, Carlos III fue coronado este sábado, 6 de mayo, en la Abadía de Westminster como rey de Inglaterra y sucesor de Isabel II en la primera ceremonia formal de coronación en 70 años en el país.
El monarca asumió el reinado en la silla de coronación tras la unción privada del arzobispo de Canterbury, Justin Welby, en la culminación de una ceremonia que contó con la presencia de más de 2.000 invitados, entre los que se encuentran decenas de dignatarios internacionales, del pleno del Gobierno y la oposición británicos, además de artistas y personalidades de la cultura británica e internacional.
Carlos III no solamente heredó el trono de su madre, sino también diferentes activos millonarios que ahora están bajo su poder. Ahora, el nuevo rey podrá disponer de la “subvención soberana”, el pago que realiza el país a la Corona.
Este millonario presupuesto es dedicado a mantener los palacios reales, costear viajes de Estado y demás gastos oficiales que se presentan desde la familia real británica. Según cifras emitidas por el Palacio de Buckingham, entre 2020 y 2021 la realeza percibió 86,3 millones de libras (108 millones de dólares).
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A esto se le debe sumar el valor de las propiedades de la fallecida Isabel II que ahora pasan a ser del nuevo rey.
Aunque Carlos III no tiene un salario establecido, lo cierto es que tiene poder sobre los millonarios ingresos que percibe la Corona británica.
Carlos III de Inglaterra, de 74 años de edad, ostenta así por primera y última vez en su vida la corona de San Eduardo, hecha en el siglo XVII para Carlos II y sucede así a su madre, la monarca más longeva en más en 1.000 años.
“Rey de Reyes y Señor de Señores, bendice, te suplicamos, esta corona, y santifica así a tu siervo Carlos, sobre cuya cabeza la colocas hoy como signo de majestad real, para que sea coronado con tu clemente favor y lleno de gracia abundante y de todas las virtudes principescas; por aquel que vive y reina supremo sobre todas las cosas, un solo Dios, por los siglos de los siglos, amén”, pronunció el arzobispo Justin Welby.
Tras la coronación se han escuchado las salvas de cañón por todo Reino Unido y territorios de ultramar, incluidos todos los buques de la Real Marina Británica.
Poco después fue también coronada Camila, primero ungida por el arzobispo de Canterbury que le entregó el anillo, el bastón y el cetro con lo que se le concede oficialmente el estatus de reina.
Es la primera vez en la era moderna en la que la consorte del rey elige una corona ya existente para su coronación, en la que formalmente pasa de ser reina consorte a ser reina. Se trata de la corona de la reina María, que data de 1911. A la corona se le han añadido los diamantes Cullinan III, IV y V, parte del patrimonio personal de la reina Isabel II.
Una vez formalizada la coronación, la reina y el rey se quitaron las coronas y tomaron la comunión, ya que la ceremonia tiene un marcado carácter religioso debido a que Carlos III es jefe de la Iglesia anglicana además de jefe del Estado.
Carlos y Camila continuaban llevando su corona oficial y su manto al paso de la culminación de la ceremonia: el sobrevuelo de helicópteros de combate y, de remate, del escuadrón acrobático de las Flechas Rojas, aunque en un formato reducido por la lluvia que dominó durante la mayor parte de los eventos.
*Con información de Europa Press.