Rusia
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos pide la liberación de Alexei Nalvany
La máxima autoridad judicial argumentó motivos de seguridad. Sin embargo, Rusia dijo que ignorará el fallo, además de catalogarlo como una injerencia “flagrante y grave”.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) le ha pedido a Rusia liberar a Alexei Navalny, lo que desembocó en un nuevo enfrentamiento entre Europa y Moscú por el destino del opositor más importante del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
El Kremlin respondió con una negativa a la solicitud pues, aunque es requisito cumplirlo al formar parte del Consejo de Europa, ha calificado la decisión del tribunal como “una injerencia flagrante y grave a los asuntos judiciales de un estado soberano”.
El líder opositor fue arrestado en el mes de enero, luego de que su avión, proveniente de Alemania, aterrizara en Moscú. Las autoridades rusas lo detuvieron por haber incumplido sus obligaciones de presentarse regularmente ante las autoridades por una condena que recibió en 2014.
Sin embargo, Navalny no se pudo presentar puesto que fue envenenado en Siberia y trasladado de urgencias a Alemania, en donde se recuperó. El acérrimo opositor acusa al gobierno de Vladimir Putin de ser responsable del atentado a su vida.
A pesar de esto, la justicia rusa condenó a dos años y medio de prisión el pasado 2 de febrero, lo que generó protestas multitudinarias en las calles de Moscú y miles de detenidos.
En un fallo publicado el miércoles, el tribunal le concedió a Navalny una liberación temporal bajo el argumento de que el gobierno “no podía proporcionar suficientes garantías para su vida y salud”. La decisión tomada por el tribunal fue tomada con respecto a los términos del confinamiento, más no una revocación de la condena que recibió en 2014 por malversación de fondos junto a su hermano.
No obstante, esa condena también fue ampliamente discutida por, supuestamente, estar motivada políticamente, a tal punto que el mismo TEDH la consideró “arbitraria e injusta”.
Los jueces del tribunal europeo le preguntaron a Rusia sobre la situación del opositor, su encarcelamiento, si todavía existe riesgo para su vida y si se ha realizado un control individual sobre el trato que ha recibido.
El gobierno ruso respondió que Navalny se encuentra correctamente vigilado, con videovigilancia en su celda y acceso a comunicación electrónica a través del sistema de la cárcel. Sin embargo, el opositor ha denunciado que no tiene “garantías suficientes” para su vida y salud.
Una copia de la sentencia decía que Navalny tenía que ser liberado inmediatamente. El gobierno ruso aseguró que no cumplirá con la petición del tribunal, además de catalogar la solicitud como “inaplicable, irrazonable e ilegal”.
“El TEDH no puede sustituir a un tribunal nacional o cancelar su veredicto”, dijo Konstantin Chuichenko, ministro de Justicia ruso. Además, afirmó que “contradice la legislación rusa y no contiene referencias al Estado de derecho”.
La situación es tensa, pues Rusia acumuló más de 13.500 recursos, demandas y solicitudes en su contra, el segundo con más casos solo por detrás de Turquía. Por ende, el gobierno ruso impulsó una serie de leyes para eludir estas sentencias dictadas por el TEDH y, por si fuera poco, el año pasado se aprobó una enmienda constitucional que declara la prioridad de su legislación sobre el derecho internacional.
Rusia se unió al Consejo de Europa en 1996. Sin embargo, desde que Vladimir Putin asumió como presidente se ha enfrentado reiteradamente con el organismo y en más de una oportunidad ha amenazado con irse.
Así mismo, Moscú perdió sus derechos de voto en la asamblea plenaria del consejo en 2014 luego de invadir Ucrania, pero los recuperó en 2019.