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“El uso de armas atómicas ahora constituye abiertamente una amenaza”: papa Francisco
El sumo pontífice presidió la oración de los cristianos junto con representantes de otras religiones.
El papa Francisco advirtió este martes sobre la “amenaza” que constituye el uso de armas atómicas, por lo que instó a la comunidad internacional a abrir “un diálogo serio” sobre la no proliferación y sobre su desmantelamiento.
“Somos testigos de lo que se temía y nunca se quiso escuchar: que el uso de armas atómicas, que culpablemente desde Hiroshima y Nagasaki se han seguido produciendo y experimentando, ahora constituye abiertamente una amenaza”, dijo el pontífice, sin referirse directamente a las amenazas en sobre el uso de este tipo de armas en la invasión rusa a Ucrania.
Lamentó “este oscuro escenario” por lo que insistió en la necesidad de escuchar la voz “de los sin voz”. “Aquí se funda la esperanza de los pequeños y de los pobres: en Dios, cuyo nombre es Paz. La paz es su regalo y es invocada por Él”, aseguró durante el encuentro internacional de ‘Oración por la Paz’ organizado por la comunidad de San Egidio, siguiendo el espíritu de Asís.
“No nos dejemos contagiar por la lógica perversa de la guerra; no caigamos en la trampa del odio al enemigo. Volvamos a situar la paz en el centro de nuestra visión del futuro, como objetivo central de nuestra acción personal, social y política, a todos los niveles”, pidió tras hacer un llamado a “desactivar los conflictos con el arma del diálogo”.
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El papa Francisco presidió la oración de los cristianos junto con representantes de otras religiones. En el palco habilitado en el Coliseo, estaba sentado entre el patriarca de la Iglesia asiria de Irak, Mar Awa III Royel y el metropolitano mayor de Calcedonia, Emmanuel, número dos de la jerarquía del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla por detrás del Patriarca Bartolomé.
Durante su alocución, lamentó que la paz haya sido “sofocada” en tantas regiones del mundo, “humillada por demasiada violencia” y “negada incluso a los niños y a los ancianos, que no se salvan ante la terrible dureza de la guerra”.
De esta manera, lamentó que el grito de la paz suele silenciarse “no solo por la retórica de la guerra, sino también por la indiferencia”. “Se silencia por el odio que crece mientras se lucha”, añadió.
El pontífice recordó la “grave crisis internacional” que vivió el mundo con la crisis de los misiles en Cuba en octubre de 1962, “cuando parecía inminente un enfrentamiento militar y una deflagración nuclear”.
Citando el llamado que hizo entonces San Juan XXIII, pidió “a todos los gobernantes que no hagan oídos sordos a este grito de la humanidad” y que hagan “todo lo que está en su poder para salvar la paz”.
“Así evitarán al mundo los horrores de la guerra, cuyas terribles consecuencias no se pueden prever. Solo la paz es santa”, indicó tras pedir que nadie use “el nombre de Dios para bendecir el terror de la violencia” ni usar la religión como un instrumento de la guerra.
Por su parte, el presidente de la Comunidad Sant’Egidio, Marco Impagliazzo, señaló que si bien “la Guerra Fría ya no existe” y “la idea del choque de civilizaciones se ha contenido”, hoy el mundo está “al borde de una catástrofe mucho más grave”.
Otra de las intervenciones estuvo a cargo de la fundadora de la organización Vínculos en Red, de Argentina, Alicia Peressutti, cuya misión es asistir y reinsertar socialmente a las mujeres rescatadas de la trata humana.
“La trata de personas sea declarada un crimen contra la humanidad” y que todas las víctimas sean “rescatadas”, puntualizó.
El foro, organizado todos los años desde 1986, este año ha sido denominado “El grito de la paz” y fue inaugurado el pasado domingo por el presidente francés Emmanuel Macron.
El mandatario subrayó que depende de Ucrania decidir el momento de la paz, que “no puede ser la consagración de la ley del más fuerte”.
La paz es “posible” en Ucrania, pero solo “cuando el pueblo ucraniano y sus líderes lo hayan decidido”, indicó.
Fundada en 1968, la comunidad de Sant’Egidio, presente en más de 70 países, se ha convertido a lo largo de los años en uno de los canales de la “diplomacia en la sombra” de la Santa Sede y ha sido particularmente activa en África y América Latina.
* Con información de Europa Press y AFP