ELECCIONES ESTADOS UNIDOS

Elecciones EE. UU. 2020: Joe Biden, el candidato que busca un triunfo después de varias derrotas

El demócrata se caracteriza por ser un gran orador, un hombre que se levanta de los más malos resultados o de las peores situaciones personales.

3 de noviembre de 2020
Joe Biden, candidato
Elecciones EE.UU. 2020: Joe Biden, el candidato que busca un triunfo después de varias pérdidas | Foto: AP

Joe Biden, el candidato demócrata que busca el triunfo más grande en Estados Unidos –la Presidencia– no solo es conocido por tener una importante trayectoria política, sino también por tener una vida personal llena de altibajos, teniendo en cuenta que sufrió la pérdida de su primera esposa y uno de sus hijos, un episodio del que seguramente no se ha podido recuperar.

El vicepresidente durante el gobierno de Barack Obama, el más acérrimo contradictor de Donald Trump, actual presidente de Estados Unidos y quien se disputa su reelección, ha sufrido profundas pérdidas personales y vio cómo sus primeras ambiciones políticas quedaron truncadas.

Biden llegó a la política nacional a los 29 años cuando logró sorpresivamente ser elegido senador por Delaware en 1972.

Pero solo un mes después una tragedia destrozó su mundo cuando su primera esposa, Neilia Hunter, y su hija de un año murieron en un accidente de coche cuando iban a comprar un árbol de Navidad.

Sus dos hijos quedaron heridos de gravedad, pero sobrevivieron, aunque el mayor, Beau, murió joven víctima de un cáncer en 2015.

Estas tragedias ayudaron a cimentar la empatía con la opinión pública estadounidense que trasluce en sus interacciones cotidianas.

“Un gran orador"

Para sus seguidores, es un experto en política exterior con décadas de experiencia en Washington, un dotado orador cuyo encanto llega con facilidad a la gente común y un hombre que ha superado con valor terribles tragedias personales.

Mientras que para sus detractores, es un desfasado miembro del establishment con tendencia a cometer pifias vergonzosas (que además tiene una preocupante afición por estar oliendo el cabello de las mujeres). Pero, ¿tiene Biden lo que se necesita para sacar a Trump de la Casa Blanca?

Biden tiene una larga trayectoria haciendo campañas electorales. Su carrera en Washington empezó en el Senado en 1973 (hace 47 años) y su primer intento de llegar a la Presidencia data de 1987 (hace 33 años).

Como orador tiene un talento natural para conquistar a los electores, pero es también una bomba de tiempo, siempre a una frase de distancia del desastre. Esa tendencia a dejarse llevar mientras hablaba frente a una multitud puso fin a su primera campaña presidencial (esta es la tercera) antes de que esta empezara.

En los mítines empezó a decir: “Mis antepasados trabajaban en minas en carbón en el noreste de Pensilvania” y aseguraba que estaba molesto porque ellos nunca tuvieron en la vida las oportunidades que merecían.

Pero ninguno de sus antepasados había sido minero. Él se había robado esa frase (y muchas otras) de un discurso del político británico Neil Kinnock, cuyos familiares realmente habían trabajado en las minas. Y esa fue apenas la primera de muchas frases que han terminado por ser conocidas como las “bombas de Joe”.

Veterano de campaña

La otra cara de sus habilidades (y deficiencias) oratorias es que en un mundo de políticos autómatas que escupen discursos cuidadosamente armados, Biden luce como una persona verdadera. Dice que el recuerdo de su tartamudez infantil hace que no le guste leer los discursos de un apuntador electrónico y, en lugar de ello, habla de memoria.

Biden es capaz de llevar hasta la histeria un mitin con obreros estadounidenses con un discurso improvisado y luego unirse a la multitud, dando apretones de mano, palmadas en las espaldas y posando para selfies como una estrella de rock canosa.

“Él los junta y los abraza verbalmente y, a veces, físicamente”, dijo John Kerry, exsecretario de Estado y excandidato presidencial, a la revista New Yorker. “Es un político muy de contacto. Y lo es de verdad. Nada de esto es fingido”, agregó. Pero, justamente, lo “sobón” que se pone también se ha vuelto una fuente de problemas.

Biden, el que se levantó tras malos resultados

El exvicepresidente casi no logra ser el candidato. Pese a que partió como favorito, muchos lo descalificaron por ser muy viejo, muy moderado y su campaña parecía encaminada al desastre después de las primeras primarias, donde Bernie Sanders despuntó del pelotón.

Pero con la primaria de Carolina del Sur y el apoyo del voto de los ciudadanos negros logró volver a la contienda.

Joe Biden
Joe Biden busca el mayor triunfo de Estados Unidos: la Presidencia. | Foto: AP

Esta carrera marca un brusco contraste con su intento de 1988 cuando tuvo que retirarse en medio de la vergüenza después de que se descubriera que había plagiado un discurso.

En su intento de 2008 tampoco le fue mejor y solo logró menos de un 1 por ciento del apoyo en el caucus de Iowa que da el pistoletazo a la carrera.

Ese año fue escogido como compañero de fórmula de Obama, para quien pasó a ser “el guerrero feliz de Estados Unidos”.

Tras su victoria, Obama le encomendó supervisar la recuperación de la profunda recesión que sufría el país. Ambos diferían sobre la guerra en Afganistán y Biden se opuso a un aumento de las tropas en terreno.

En sus 30 años en el Senado fue conocido por sus alianzas improbables y al igual que Trump, por su propensión a salirse del guion.

Sus elecciones en su larga carrera le valieron críticas de los demócratas, incluyendo de su actual compañera de fórmula, Kamala Harris, que recordó que como senador se opuso a un sistema contra la segregación en las escuelas que consistía en llevar a niños negros a escuelas predominantemente blancas.

El año pasado, una polémica sobre su actitud especialmente propensa al tacto también sacudió la campaña.

Entonces, Biden se disculpó y prometió tener en cuenta en el futuro el “espacio personal” de las mujeres.

Todo o nada

Constantemente las encuestas han estado dando a Biden una ventaja de entre 5 y 10 puntos por encima de Trump en la carrera por la Casa Blanca.

Ambos candidatos chocaron por sus posturas ante la ola de protestas por la violencia policial en contra de los afroestadounidenses, así como por el manejo que ha hecho el Gobierno de la pandemia del coronavirus.

Ahora bien, si Biden gana, será el momento de coronación para una larga y ajetreada carrera política; si pierde, le dará cuatro años más en la Casa Blanca a un hombre de quien él piensa que “carece totalmente de las condiciones para ser presidente de Estados Unidos”, alguien en quien simplemente “no se puede confiar”.

*Con información de la AFP.