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Elecciones en Cataluña: socialistas de Pedro Sánchez buscan hacerse con el poder en comicios regionales claves en España
A dos horas del cierre de las urnas, alrededor de un 45,8 % de los electores ya habían votado.
Cataluña celebra este domingo unas elecciones en las que los socialistas del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, buscan acabar con el dominio independentista en esta región clave imponiéndose a Carles Puigdemont, líder de la tentativa secesionista de 2017.
Con alrededor de 8 millones de habitantes, esta rica comunidad del noreste de España, uno de los motores económicos del país, debe elegir a los 135 diputados de su Parlamento regional.
A dos horas del cierre de las urnas, alrededor de un 45,8 % de los electores ya habían votado, un porcentaje muy similar al de los comicios de febrero de 2021, marcados por la pandemia de covid-19.
“Estamos abriendo una nueva etapa decisiva en Cataluña”, aseguró el candidato socialista, Salvador Illa, tras votar en una localidad cercana a Barcelona.
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En este exministro de Sanidad confía Sánchez para culminar el “cambio” en unos comicios donde él también se juega mucho, apenas medio año después de iniciar un nuevo mandato.
Unos resultados contundentes en Cataluña le permitirían relanzar una legislatura complicada por la dura oposición de la derecha y por la apertura de una investigación judicial contra su esposa, tras la que llegó a plantearse dimitir hace dos semanas.
Igualmente, supondrían un espaldarazo a la estrategia del “reencuentro” por la que apostó desde su llegada a la presidencia del Gobierno español en 2018, y que le llevó a aprobar medidas como el indulto de dirigentes separatistas condenados a prisión.
La última ha sido impulsar una controvertida ley de amnistía para los independentistas encausados a cambio del apoyo de los partidos catalanes para conseguir su nuevo mandato en noviembre, en un movimiento muy criticado por la oposición.
“El tema de la independencia ha bajado mucho, se ha tranquilizado”, valoró Ainhoa Matos, de 31 años, tras votar en Barcelona. “La gente yo creo que está menos crispada”, agregó esta trabajadora del sector de los seguros.
Factor Puigdemont
La ley de amnistía, que el Parlamento español debe aprobar definitivamente en las próximas semanas, abrirá la puerta de regreso a España a Puigdemont, seis años y medio después de su huida a Bélgica para eludir a la justicia española.
Su formación, Juntos por Cataluña, va segunda en los sondeos por detrás de los socialistas y Puigdemont confía en culminar una “remontada” que le permita realizar un regreso triunfal como presidente regional, en cuanto la amnistía esté aprobada.
Si no lo consigue, ya avanzó su intención de retirarse de la política local.
“Esperemos que sea la última jornada de muchos exilios, de mucha gente que está fuera”, deseó este domingo desde el sur de Francia, donde basó su campaña porque todavía no puede cruzar la frontera sin riesgo de ser detenido.
Lastrado por las divisiones y el desencanto de algunos sectores, los cálculos en el campo independentista se presentan, sin embargo, complejos.
Independentismo dividido
Enfrentados por la estrategia a seguir tras la decepción de 2017, Juntos e Izquierda Republicana de Cataluña (ERC) –el partido del actual presidente catalán, el moderado Pere Aragonès– mantienen una feroz competencia.
“No se ponen de acuerdo ni siendo de la misma casi unión, catalanes todos”, lamentó Anna Trullols, una votante independentista de 80 años a las puertas de un colegio electoral en Barcelona.
En las últimas elecciones regionales, en 2021, el bloque secesionista sumó 74 de los 135 escaños del Parlamento regional, haciendo estéril la victoria en votos de Illa, que logró 33.
Pero en las últimas legislativas españolas de julio, los socialistas ganaron fuerza en Cataluña frente a un marcado descenso separatista, especialmente de ERC.
La suma independentista podría complicarse aún más si la emergente formación secesionista Alianza Catalana, de extrema derecha, obtiene representación, como indicaban algunos sondeos, ya que los demás partidos secesionistas aseguraron no querer pactar con ellos.
Tampoco el horizonte se presenta plácido para los socialistas. Las encuestas les otorgan una cuarentena de diputados, con lo que Illa también debería encontrar aliados para alcanzar la mayoría absoluta.
Una de las posibilidades es una alianza de los socialistas con la extrema izquierda, integrantes del Gobierno a nivel nacional, y donde también entrara ERC, lo que supondría romper casi una década de colaboración del bloque independentista.
Un escenario que a Jordi Bombí, un jubilado de 74 años que votaba en Barcelona, le parecía, no obstante, “complicado”.
“Aquí en Cataluña todavía estamos en dos bloques diferenciados: el bloque independentista y el bloque constitucional. Y todavía parece como si estuviera mal visto que se conecten entre ellos”, indicó.
*Con información de la AFP.