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Elecciones en Chile: cierra primera jornada de votaciones con 19% de participación
Los chilenos eligen a las personas que redactarán la Constitución y a sus autoridades locales y regionales.
Chile cerró este sábado la primera de las dos jornadas electorales en las que se elegirán a los 155 ciudadanos que redactarán la nueva Constitución y otras autoridades locales, con una participación electoral del 19,01%.
Los datos entregados por el Servicio Electoral (Servel) en voz de su presidente, Andrés Tagle, constatan que tras contabilizar los votos del 94,22% de las mesas (43.305), la participación ciudadana en el primer día de comicios fue de 2,8 millones de electores, proyectando tres millones con el 100% de mesas cerradas.
“El proceso electoral en el día de hoy se ha desarrollado exitosamente y ya casi la totalidad de las urnas y materiales electorales se encuentran bajo custodia de las Fuerzas Armadas”, indicó Tagle, en una rueda de prensa dos horas después del cierre de la votación, que de forma inédita se realiza en dos jornadas.
En los recintos de votación se vio una afluencia constante pero no multitudinaria durante el día. Una vez que cerró la jornada, las urnas con los votos fueron selladas y pasaron a custodia de la Policía y la Fuerzas Armadas hasta la apertura de las mesas el domingo a las 08H00 hora local.
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Esas urnas fueron llevadas por los vocales de mesa hasta una sala en el interior de los locales de votación, según constató la AFP en uno de estos recintos durante el cierre de la jornada del sábado, y una vez guardadas todas las urnas se cerró con llave.
Esa llave queda en custodia de un miembro del Servel que pasa la noche en el local electoral, custodiado por miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía, así como vocales y apoderados de los partidos que quieran garantizar la fiabilidad del proceso
Temor y esperanza
Con esta elección Chile comienza un inédito proceso constituyente que durará hasta el próximo año y que abre esperanza pero también temor entre la población.
“Va a permitir a Chile de alguna manera reconciliarnos y dejar el pasado atrás. Ha costado tanto hacerlo y hay muchas heridas todavía no cerradas”, dice Lilian Lavanchez, de 65 años, una asistente social que tenía 17 años cuando ocurrió el golpe militar de Augusto Pinochet.
Pero a Valentina González, de 45 años, le “da mucho miedo que se cambie por una Constitución izquierdista y tirada para el marxismo”.
“Es algo muy serio de lo que va a depender el país. Me tiene bastante preocupada y ojalá que lo que se redacte cambie lo menos posible la Constitución actual, que creo que nos ha llevado a ser el país con mejor economía de Latinoamérica y bastante desarrollo en los últimos 30 años”, afirma.
La nueva Constitución debe estar terminada en un plazo de nueve meses, prorrogable una sola vez por otros tres meses, y en 2022 deberá ser aprobada o rechazada en un referéndum con voto obligatorio.
“Segunda transición”
Este comicio es el resultado del plebiscito del 25 de octubre de 2020, cuando casi el 80% de los electores aprobó cambiar la Constitución heredada de la dictadura a través de una Convención Constitucional integrada sólo por miembros elegidos por voto popular.
La votación busca canalizar la rabia y frustración de una sociedad fracturada y que ve en la antigua Carta Magna la base que beneficia a una élite económica y política con un Estado débil en educación, salud y vivienda.
“Chile se juega la posibilidad de hacer la segunda transición (política), que ha demorado tres décadas, por una tendencia muy fuerte al statu quo del sistema de partidos”, dice a la AFP Marcelo Mella, politólogo de la Universidad de Santiago.
Este proceso con 1.373 candidatos marcará, además, la primera vez en el mundo en que una Constitución se escriba por constituyentes elegidos de forma paritaria y también hará historia al reservar 17 escaños para los 10 pueblos originarios.
Pese a los estragos causados por la pandemia, que deja más de 1,2 millones de casos y casi 30.000 muertos en el país, que de todos modos atraviesa una baja progresiva de contagios y ya vacunó a más del 48,5% de la población objetivo, Chile llega a esta elección en un contexto de optimismo por el auge en el precio del cobre, su principal producto de exportación.
El país, que cuenta con la mayor renta per cápita de América Latina y es el tercero con más multimillonarios en esa región, “se juega una oportunidad para institucionalizar las demandas que surgen del estallido (social) como las que aparecen con fuerza a propósito de los costos de la crisis sanitaria”, agrega Mella.
Difíciles pronósticos
Sin encuesta y con restricciones para las campañas electorales por la pandemia, “existen bastante interrogantes sobre el resultado (...) No sabemos a ciencia cierta cuánta gente votará”, dice a la AFP Claudio Fuentes, académico de la escuela de Ciencias Políticas de la Universidad Diego Portales.
Para Gonzalo Müller, profesor de la facultad de gobierno de la Universidad de Desarrollo, “el voto moderado será mayoritario” frente a las opciones más radicales.
“Las coaliciones que ofrecen gobernabilidad van a capturar gran parte de la votación”, beneficiando con un “segundo aire” a la centroizquierda y a la coalición del gobierno.
Con información de AFP