CHILE
Elecciones en Chile dieron un giro a la izquierda y la incertidumbre ya forma parte del paisaje. ¿Qué viene?
El director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica de Chile analiza el dominio de la izquierda chilena en las votaciones de la Constituyente.
Los votos escrutados en Chile dejaron ver un duro golpe a la clase política tradicional, en especial a la coalición de derecha del Gobierno del presidente Sebastián Piñera, que no alcanzó ni un tercio de la futura Convención Constituyente que integrarán 155 personas electas y que tendrá 17 escaños para los pueblos originarios.
Jorge Sahd, director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica de Chile, habló con SEMANA Noticias para analizar los resultados de la elección que se celebró en un plazo de dos días, después de haber sido aplazada por cinco semanas, el pasado 11 abril, debido a la pandemia.
SEMANA: ¿Cuáles fueron los resultados y por qué tomaron por sorpresa a la política chilena?
Jorge Sahd (J.S.): El resultado fue sorpresivo porque en las estimaciones previas se pensaba que la centroderecha lograría obtener un tercio de los votos necesarios a la Convención Constituyente y la verdad es que la elección mostró que hubo un voto de castigo al Gobierno, a la centroderecha y en general un voto de castigo a los partidos tradicionales que también afectó a la centroizquierda más tradicional. Podríamos decir que la izquierda y la derecha tradicionales se desplomaron en esta elección.
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SEMANA: Hay debilitamiento de la derecha, ¿qué va a pasar con estos resultados, cuál es la visión que tienen los inversionistas extranjeros, qué va a pasar con la economía y la Constitución?
J.S.: Hoy en día los mercados abrieron a la baja en Chile y el dólar subió como respuesta a esta posible incertidumbre porque el mercado esperaba una asamblea, cuya composición fuese más moderada y la verdad es que en esta elección ganaron los polos. Tenemos una centroderecha que no alcanzó el tercio y el resto se reparte entre la izquierda más radical, algunos grupos independientes, otras listas que surgieron de las protestas y, por lo tanto, configura una asamblea muy fragmentada.
¿Qué es lo que va a ocurrir en Chile para la economía y el desarrollo político en general? Es lo que vamos a tener que ver en las próximas semanas, que son muy claves. El día miércoles se inscriben las candidaturas a las primarias presidenciales y la convención que comienza en julio. Primero tiene que ponerse de acuerdo en el reglamento de cómo va a funcionar. Esa discusión nos va a señalar o nos va a dar un anticipo de cómo va a ser la discusión, el espíritu de diálogo y si tendremos o no una actitud de colaboración y de amistad cívica para lograr llevar adelante una discusión que va a ser de temas muy críticos en Chile.
SEMANA: Se trata de la escritura de una nueva Constitución que está desde la dictadura de Augusto Pinochet. Para llegar a esos consensos hay una polarización muy clara, ¿qué ha dicho el presidente Sebastián Piñera?
J.S.: Actualmente el Gobierno tiene un nivel de aprobación inferior al 10 %. Sin lugar a dudas lo que ocurrió con el sector político del Gobierno es un voto de castigo a la administración actual. De eso no queda duda a pesar de que el manejo de la pandemia y especialmente en todo lo que ha sido el proceso de vacunación, Chile ha sido de los países más exitosos del mundo, pero eso no se ha traducido en apoyo al Gobierno. Lo mismo con las ayudas de los planes de emergencia, que Chile ha hecho un esfuerzo fiscal más alto entre los países emergentes, el más alto de América Latina, y eso no se ha traducido en un apoyo. Esto es un caso de estudio que requiere un mayor análisis una vez se vaya decantando los resultados. Sin lugar a dudas para la centroderecha lo que ocurrió no estaba en los cálculos ni en el peor de los escenarios.
¿Quién gana en esta elección? Gana la izquierda, no la centroizquierda más moderada, sino la izquierda más radical. El llamado Frente Amplio junto al Partido Comunista que tiene un candidato que hoy día es Daniel Jadue, que ha sido sin lugar a dudas el ganador político de la jornada y que se perfila con mayores probabilidades en las elecciones presidenciales de noviembre.
[VIVO] Compartimos una reflexión sobre esta jornada histórica #Elecciones2021CL https://t.co/2nvvgALSUk
— Sebastian Piñera (@sebastianpinera) May 17, 2021
SEMANA: Esta Constituyente es el resultado de la revuelta social que tuvo lugar en Chile en el año 2019, que fue bastante intensa, con jornadas que alcanzaron a completar un mes. ¿Estas revueltas se han vuelto a tener en la hoja de ruta de Chile? En Colombia estamos viviendo lo mismo.
J.S.: La nueva Constitución que va a comenzar a funcionar la Convención en julio surge de esta crisis política y social que tuvo Chile en octubre y que en noviembre se ofrece como salida institucional a la crisis. Luego estuvo el plebiscito donde el apruebo, es decir, tener una nueva Constitución tuvo un apoyo masivo sobre el 70 %. Entonces Chile lo que le dice al mundo es que tuvo una salida institucional frente a su crisis, pero lo que han leído los mercados hoy día es que los resultados de esta elección pareciera que no va hacia una Convención Constituyente moderada.
Cuando vemos el caso de Colombia, vemos que hay elementos comunes con Chile, más allá que las causas sean distintas. En el caso de Colombia, por la propuesta de una reforma tributaria que sectores de ingresos bajos y medios estimaron que les afectaba, en Chile fue el alza al precio del transporte. Pero si lo vemos como un fenómeno más regional, vemos que el malestar en América Latina y el Caribe viene creciendo en los últimos años de la mano con el estancamiento económico que ha habido en la región.
En 2019 tuvimos una ola de protestas violenta importante, no solamente en Chile, en Ecuador... este año hemos tenido problemas y el año pasado políticos e institucionales como en el caso de Perú.
La pandemia también afecta porque ha generado un nivel de desempleo muy alto, el más alto si vemos el mundo en la caída de la economía en América Latina. Entonces se genera esta tormenta perfecta y en Colombia yo veo que hay varios elementos comunes. El primero es el aumento de violencia en las protestas, si lo comparamos con otras protestas en el pasado; lo segundo es esta fractura social respecto al rol del orden público, de las fuerzas policiales, y tercero, un cuestionamiento acompañado de una baja aprobación en la legitimidad de los gobiernos. Esos elementos son muy comunes de lo que vemos en Colombia y en Chile y no sabemos. Algunos candidatos en Colombia sí lo han dicho, si la salida institucional al problema de Colombia va a ser la oferta o no de una nueva Constitución, considerando que el caso colombiano se utilizó mucho como ejemplo, la Constitución que ustedes redactaron en el año 91, como un antecedente para la discusión que venía en Chile.
SEMANA: ¿Se daría un giro a la izquierda la política en América Latina y el Caribe?
J.S.: Me parece que lo que nos muestra América Latina en las últimas décadas es que es más bien pendular. Así como en la década del año 2000 tuvimos la marea rosa, me refiero por la mayoría de presidentes de izquierda o centroizquierda, en los últimos años ese péndulo se inclinó más hacia la centroderecha. No hay un patrón definido de que digamos que América Latina es de izquierda o de derecha. Lo que sí veo con preocupación es que los ensayos o recetas populistas están volviendo a tomar fuerza y en el caso Colombia habrá que ver cómo la salida de la crisis va a tener impacto o no en los apoyos para los distintos candidatos que ya se van perfilando en la elección. América Latina es más bien un péndulo que se va moviendo, en vez de establecer que es de izquierda o de derecha, porque ese patrón no se ha manifestado con claridad en las últimas décadas.
SEMANA: ¿Qué decirle a la inversión extranjera, a los empresarios que en este momento ven todos estos resultados, que ven un debilitamiento de la derecha y un fortalecimiento de los independientes en Chile? ¿Qué decirles a los mercados?
J.S.: Hay que ser sumamente claros: el resultado del fin de semana no se esperaba en Chile, no estaba en los cálculos de nadie y el riesgo político sin lugar a dudas creció. La incertidumbre va a ser la tónica que nos va a acompañar en los próximos meses. Pero si miramos más hacia el largo plazo, Chile sigue manteniendo los fundamentos que lo hacen ser un país atractivo y confiable para la inversión extranjera: su estabilidad macroeconómica, responsabilidad fiscal y ciertas reglas del juego que se han mantenido. Si bien en el corto y mediano plazo aumentan la incertidumbre y el riesgo político, creo que aún los fundamentos de nuestro país y de nuestra economía se mantienen y eso es lo que en general han reconocido los inversionistas extranjeros sobre el inversionista local que es más sensible a los eventos políticos de corto plazo.