ESTADOS UNIDOS
La cruzada dentro del Partido Republicano contra Donald Trump
Crecen las voces de copartidarios del presidente que consideran indispensable evitar que gane la reelección en noviembre. Lo hacen no solo para salvar al país, sino al Partido Republicano.
¿Por qué crees que estás perdiendo, Donald? Es porque tienes un problema de lealtad en tu campaña, en la Casa Blanca, en el Congreso e incluso en tu familia (…) Algunos que conoces, y otros que no, rumoran sobre ti, esperan que pierdas”. Así comienza y termina el video titulado Rumores de The Lincoln Project, un comité político creado en 2019 por estrategas republicanos críticos del presidente.
Esta grabación es solo una de la extensa campaña propagandística que desplegó la organización para evitar que Trump gane las elecciones el próximo noviembre. Sus miembros han planteado su objetivo como algo de vida o muerte para la democracia estadounidense. En su página afirman: “Elegir demócratas, que respaldan la Constitución sobre republicanos que no lo hacen, es un esfuerzo que vale la pena”.
Varios veteranos republicanos y funcionarios de administraciones pasadas fundaron The Lincoln Project. Entre ellos aparecen Stuart Stevens y George Conway, curiosamente, esposo de Kellyanne Conway, hasta hace poco jefe de prensa de la Casa Blanca. El grupo apuesta por una campaña mediática contundente, basada en videos que han circulado en internet y algunos en televisión.
Comparten sus objetivos con otras organizaciones que también han surgido en los últimos meses en las filas republicanas, decididas a enfrentar al candidato a pesar de ser el abanderado de su propio partido. Una de estas es 43 Alumni for Biden, creada a inicios de julio, que reúne a cerca de 200 funcionarios de la administración de George W. Bush.
La fundaron Kristopher Purcell, John Farner y Karen Kirksey, quienes durante la presidencia del segundo Bush se desempeñaron en áreas como comunicaciones y comercio. Como lo dice su nombre, el grupo apoya abiertamente la candidatura de Biden. Para ellos, las elecciones también tienen una importancia histórica. “Trump amenaza nuestra seguridad nacional, nuestra salud y la Constitución. Un voto por Biden es un voto por la estabilidad sobre el caos, por la integridad sobre la corrupción”, dijo Purcell a SEMANA.
A estas organizaciones se suman Republican Voters Against Trump, Right Side PAC y otras aún sin nombre. La mayoría, conformadas por exfuncionarios y republicanos veteranos que ven la reelección como un peligro para el país y el partido.
El surgimiento de estos grupos expresa la profunda fragmentación de los republicanos y lo que parece ser una crisis de identidad del partido. Para algunos, mantener el apoyo al presidente va en contra de los principios de la agrupación política. Otros han preferido continuar en sus líneas y respaldar abiertamente sus decisiones.
Al respecto, Purcell, asesor de comunicaciones de la Casa Blanca durante la administración Bush y copresidente de 43 Alumni for Biden, dice que “el Partido Republicano bajo Donald Trump es irreconocible para quienes hemos trabajado allí por años. Trump lo ha alejado de las mujeres de zonas suburbanas, de inmigrantes, minorías y jóvenes”.
Lo mismo afirmó The Lincoln Project en su texto fundacional, publicado por The New York Times en diciembre del año pasado. “Congresistas republicanos han asumido y copiado la crueldad del presidente e incluso su corrupción. Han abandonado el conservadurismo y los principios republicanos para ser reemplazados por el trumpismo, una fe vacía y guiada por un falso profeta”.
Muchos de los videos propagandísticos de The Lincoln Project hacen referencia a republicanos históricos, como el propio Lincoln y Theodore Roosevelt. Así, expresan su anhelo por volver a las raíces del partido y retomar el ejemplo de estos recordados personajes.
Para David Castrillón, profesor de la Universidad Externado y experto en política estadounidense, dichas posiciones tienen fundamento también en una legítima preocupación por la viabilidad de la colectividad después de la era Trump. “Saben que su periodo terminará, sea ahora o en cuatro años, y que cuando eso ocurra el partido estaría a la deriva y generaría un vacío que podrían aprovechar los demócratas”, dijo para SEMANA.
La percepción sombría del futuro republicano coincide con la caída de la popularidad del mandatario en los últimos meses. Especialmente por el manejo que ha dado a la pandemia y a las manifestaciones multitudinarias por la muerte de afroamericanos en manos de la policía.
Incluso, dentro de la clase media blanca poco educada, su base electoral, comienzan a aparecer algunos quiebres. Según un estudio del Pew Research Center, votantes jóvenes de este grupo social están menos convencidos de apoyar a Trump. La misma sensación provocaron los resultados de las elecciones de mitad de mandato de 2018. El Partido Demócrata tomó el control de la Cámara y arrebató a los republicanos algunas gobernaciones.
Por otra parte, las encuestas arrojan resultados favorables a Joe Biden. En muchas ha superado por dos dígitos la intención de voto por Trump y también muestran su liderazgo en estados clave e, inclusive, en algunos que apoyaron al ahora presidente en 2016.