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Elecciones en Uruguay: Yamandú Orsi, delfín político de Pepe Mujica, es el nuevo presidente
El candidato de la izquierda triunfó con un estrecho margen frente a Álvaro Delgado.
El candidato de la izquierda del Frente Amplio y delfín del exmandatario José ‘Pepe’ Mujica, Yamandú Orsi, ganó este domingo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Uruguay, según los resultados oficiales revelados por la Corte Electoral.
Con el 94,4 % de los circuitos de votación escrutados, Orsi obtuvo un total de 1.123.420 votos frente a 1.042.001 de Delgado, informó.
Con Orsi, el Frente Amplio aspiraba a volver al gobierno que perdió en 2020, luego de tres periodos consecutivos, uno de ellos bajo la batuta de Pepe Mujica (2010-2015), de 89 años y en recuperación de un cáncer de esófago, quien votó muy temprano en Montevideo.
“Mi futuro más próximo es el cementerio, pero me interesa la suerte de los jóvenes, que cuando tengan mi edad van a vivir en un mundo muy distinto”, dijo ante un grupo de periodistas a la salida del puesto de votación, luego de dar su apoyo a su candidato, por quien había pedido el voto.
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Además, criticó la avaricia de algunos políticos, las corporaciones y a Lacalle Pou. También cuestionó el “consumismo atroz”, y habló de su legado en un tono de despedida que conmovió a muchos. Por lo que este triunfo de su delfín político le cae muy bien en estos momentos.
Una vez se conoció el triunfo del hombre de la izquierda uruguaya, bocinazos y gritos de euforia estallaron en la capital Montevideo, bastión del Frente Amplio en el país. La Corte Electoral espera tener el resultado oficial en la madrugada de este lunes.
Este profesor de historia, de 57 años, sucederá el primero de marzo de 2025 al presidente Luis Lacalle Pou, quien tiene un nivel de aprobación cercano al 50 %, pero se encuentra impedido constitucionalmente de una reelección inmediata.
Orsi, exintendente del departamento de Canelones, llegó a contienda a la cabeza de todos los sondeos previos, pero seguido de cerca por Delgado, por una diferencia que se ubicaba dentro de los márgenes de error. “Era una elección pareja”, dijo el director de Equipos Consultores, Ignacio Zuasnabar.
En la primera vuelta del 27 de octubre, Orsi tuvo 17,2 puntos porcentuales más que Delgado, pero en el balotaje éste contaba con el respaldo de todos los partidos de la coalición oficialista, que juntos obtuvieron el 47,7 %.
Sin golpes de timón
Uruguay, la democracia más sólida de Latinoamérica, tiene un alto ingreso per cápita y menores niveles de pobreza y desigualdad frente al resto de la región.
Pero el alto costo de vida y la delincuencia están en el centro de las preocupaciones de los votantes en este país agropecuario, con 3,4 millones de habitantes y 12 millones de cabezas de ganado.
“Para los laburantes (trabajadores) estos cinco años no han sido nada buenos”, señaló a la AFP Gustavo Maya, un repartidor de garrafas de gas de 34 años, que apoya a Orsi. “Ando todo el día en la calle y lo que me preocupa mucho es la inseguridad”, se quejó.
William Leal, un albañil de 38 años, apoyó a Delgado. “Quiero que continúe este gobierno porque en el rubro de la construcción hubo mucho más trabajo”, dijo. “A mí me rinde más la plata, aunque sigue caro igual, mejoró”.
Tras sufragar en la ciudad de Canelones, 50 km al norte de Montevideo, Lacalle Pou garantizó una transición “con la mayor información posible”.
Orsi, que votó muy cerca del circuito del presidente, dijo que espera reunirse “lo antes posible” con Lacalle Pou.
Ninguno de los dos bloques tendrá mayoría parlamentaria puesto que en los comicios de octubre, el Frente Amplio logró 16 de los 30 escaños del Senado, y la coalición gobernante, 49 de las 99 bancas de la Cámara de Diputados.
“Va ser una linda oportunidad para buscar acuerdos”, señaló Delgado, exsecretario de la Presidencia de Lacalle Pou.
“En la necesidad de acuerdos coincidimos todos”, apuntó de su lado Orsi.
Los analistas no avizoran un golpe de timón: Orsi prometió “un cambio seguro que no será radical” y Delgado avanzar en la senda actual.
Ambos apuestan a impulsar el crecimiento económico, en recuperación tras la desaceleración por la pandemia y una histórica sequía. También se comprometieron a luchar contra el aumento de la delincuencia vinculada al tráfico de drogas.
*Con información de AFP.