| Foto: A.F.P.

HOLANDA

Desacelera el populismo

A una semana de las elecciones, el caos de la presidencia de Trump y las complicaciones del ‘brexit’ le han restado fuerza a Geert Wilders.

11 de marzo de 2017

Las elecciones parlamentarias del 15 de marzo definirán si Holanda sigue siendo un baluarte de los valores liberales y de la integración, o si sucumbirá ante el nacionalismo de Geert Wilders, quien prometió vetar la inmigración musulmana y retirar a Holanda de la Unión Europea. Como le dijo el profesor Caspar van den Berg de la Universidad de Leiden a SEMANA, “esta elección decide para dónde va el país, si seguirá siendo una nación abierta, o se convertirá en una sociedad que mira hacia adentro y está guiada por el miedo, tal como Reino Unido lo decidió en su referendo, y los estadounidenses lo determinaron en las elecciones presidenciales”. Sin embargo, muchos están esperanzados, ya que el Partido por la Libertad de Wilders, conocido como el Trump holandés, perdió esta semana el primer lugar en las encuestas. En efecto, el primer ministro, Mark Rutte, líder del Partido Popular por la Libertad y la Democracia, endureció su postura frente a la inmigración y volvió a liderar los sondeos por primera vez desde noviembre del año pasado. Además, incluso si el partido de Wilders consigue un número significativo de escaños en el Parlamento, los líderes de los otros movimientos se rehúsan a incluirlo en una coalición de gobierno. Por lo tanto, aunque no conviene subestimar a los movimientos populistas europeos, la Presidencia errática de Donald Trump y el brexit le han servido de escarmiento a los votantes holandeses, que no quieren seguir los pasos ni de Estados Unidos ni de Reino Unido.