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Emmanuel Macron y el polémico escándalo de McKinsey que lo afecta
El mandatario francés es el favorito en los sondeos para las elecciones del 10 de abril.
La justicia francesa abrió el 31 de marzo una investigación preliminar por blanqueo agravado de fraude fiscal a raíz de un informe del Senado sobre la influencia de las consultoras privadas en las políticas públicas del gobierno.
En un informe de marzo, una comisión de investigación del Senado reveló un fuerte aumento del uso de empresas de asesoría por parte del gobierno a partir de 2018, un año después de la llegada al poder del actual presidente, el liberal Emmanuel Macron.
Según el informe, publicado en plena campaña de la elección presidencial del 10 y 24 de abril, este gasto pasó de 417,8 millones de dólares a 987,9 millones de dólares en 2021.
La comisión de investigación de la cámara alta acusaba además a las filiales francesas del gabinete estadounidense McKinsey de “optimización fiscal”, por lo que no habrían pagado el impuesto de sociedades entre 2011 y 2020.
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McKinsey afirmó haber respetado las reglas fiscales francesas y precisó que una de sus filiales sí pago dicho impuesto durante seis años, en el período señalado por el Senado.
La Fiscalía Nacional Financiera (PNF) abrió una investigación el 31 de marzo, después de llevar a cabo “verificaciones”, indicó en un comunicado el fiscal de esta instancia, Jean-François Bohnert, que no cita a McKinsey.
“Ya era hora”, se felicitó Valérie Pécresse, candidata de Los Republicanos (derecha) a la presidencial, en la línea del comunista Fabien Roussel y el ultraderechista Éric Zemmour.
El partido Agrupación Nacional (RN, extrema derecha) de Marine Le Pen, la principal rival del mandatario centrista en la presidencial, denunció un “asunto de Estado” y un “gobierno Macron-McKinsey”.
La oposición había solicitado de forma reiterada una investigación sobre este caso por un presunto favoritismo, al estimar que algunos de los miembros de la consultoría podrían haber trabajado para el movimiento de Macron durante la presidencial de 2017.
“Si hay pruebas de manipulación, que se lleve a lo penal”, respondió Macron a quienes le reprochaban los numerosos contratos.
El presidente, candidato a su reelección, estimó además que si McKinsey no pagó el impuesto de sociedades fue con base en las reglas fiscales en vigor.
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció su candidatura de cara a la reelección en las presidenciales en el pasado mes de marzo.
De acuerdo con la información recolectada por AFP, Macron es favorito en los sondeos tanto en la primera vuelta prevista el 10 de abril, como en la segunda vuelta, dos semanas después.
Según su entorno, el jefe de Estado, de 44 años, busca demostrar que trabaja “hasta el último cuarto de hora” de su mandato. La oposición le acusa de hacer campaña “de manera encubierta”.
Desde su llegada al poder en 2017 con un afán reformista y europeísta, Macron ha hecho frente a varias crisis, como la protesta social de los “chalecos amarillos” o la crisis sanitaria mundial de la covid-19.
La principal preocupación de los franceses de cara a la presidencial, según los sondeos, es la pérdida de poder adquisitivo, en un contexto de aumento de los precios de la energía que el gobierno se esfuerza en atajar.
Según los observadores, Macron, que ya avanzó su deseo de retomar su controvertida reforma de las pensiones aplazada por la pandemia, se ve beneficiado por las peleas entre rivales a su derecha y de la división en la izquierda.
De acuerdo a El Periódico, los más recientes sondeos le dan al presidente Emmanuel Macron “el 27% de los votos, seguido de Marine Le Pen, quien llega al 21% de los sufragios. Y más distanciado se encuentra el candidato de la izquierda insumisa, Jean Luc Mélenchon, con el 15% de los votos”.
*Con información AFP