En contraste con otros líderes de la región, el presidente de Uruguay, Lacalle Pou, condenó ante la ONU los autoritarismos

El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, habló ante la Asamblea General de la ONU este martes, haciendo una contundente condena a la invasión de Rusia a Ucrania y a los regímenes autoritarios que amenazan la democracia.

¿Qué dijo?

Lacalle Pou, quien ejerce el cargo de presidente en Uruguay desde el año 2020, fue claro en su condena hacia la invasión rusa: “Quiero condenar firmemente la invasión rusa a Ucrania y solidarizarnos con el pueblo ucraniano”.

Además condenó lo que llamó “populismos autoritarios”: “quiero coincidir con el Secretario General de las Naciones Unidas y alzar la voz contra los populismos autoritarios, que empobrecen sus pueblos, que vulneran los derechos humanos, condenando así las generaciones actuales y las generaciones futuras”.

El uruguayo, quien es abogado de profesión, además añadió que la comunidad internacional podía tener en ese sentido más responsabilidad de la que se le atribuye normalmente: “Una vez más, quizá, en este ámbito debamos hacer un mea culpa, porque muchas veces la ausencia de una reacción contundente y eficaz de la comunidad internacional ha profundizado o no ha evitado estas situaciones”.

Palabras

El presidente de la nación uruguaya, de cerca de 3,4 millones de habitantes, también aseguró que en este momento de la historia “los discursos son acciones”, y afirmó que un líder mundial puede generar consecuencias “solo con sus palabras”.

Reconoció que en el derecho internacional hay un escaso poder coercitivo y dijo que “muchas veces no se aplica la misma vara a las potencias, que a los países más pequeños”.

Y afirmó que aunque tiene una visión optimista de la humanidad, tampoco se debe pecar por ingenuidad.

Otros mandatarios

Otros mandatarios latinoamericanos como Gustavo Petro, de Colombia, hablaron desde otro enfoque de países como Cuba, que viven una dictadura.

Petro manifestó en su discurso que Estados Unidos “debe comenzar a cerrar y cicatrizar las heridas abiertas en la historia con América Latina” al sacar a Cuba de la lista de países que ayudan al terrorismo.

El presidente afirmó que esto significa “recuperar la verdad en nuestras relaciones y el comienzo de un nuevo diálogo para superar los problemas de nuestra América común”, sin mencionar el atropello a los derechos humanos que viven los habitantes de la isla, bajo un gobierno que se ha mantenido desde el 1 de enero de 1959, cuando Fidel Castro derrotó la dictadura de Fulgencia Batista.

El presidente de Brasil, de su parte, habló una vez más sobre la invasión de Rusia a Ucrania, haciendo alusión a la búsqueda de soluciones pacíficas, sin condenar abiertamente la invasión: “No subestimamos las dificultades para alcanzar la paz, pero ninguna solución será duradera si no se basa en el diálogo”, dijo Lula el martes y añadió: “he reiterado que hay que trabajar para crear un espacio para las negociaciones”.

El mandatario brasileño, además aseguró que lo que pasaba en Ucrania era una muestra de un error colectivo: “la guerra en Ucrania expone nuestra incapacidad colectiva para hacer cumplir los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas”.