COVID-19

En Florida se abre la puerta para vacunar a mayores de 16 años y a indocumentados

La alcaldesa demócrata de Miami-Dade, Daniella Levine-Cava, celebró la decisión de abolir barreras para el proceso de inmunización contra coronavirus.

30 de abril de 2021
Vacunación Covid
Gente espera en fila para recibir la vacuna contra el covid-19 en un centro de vacunación, Miami, Florida. | Foto: AP

Los mayores de 16 años pueden vacunarse en Florida desde el viernes sin prueba de residencia, según anunciaron autoridades de salud, lo que abre la vía a la inmunización de las personas indocumentadas. En enero, en respuesta a la escasez de vacunas y al arribo de turistas ávidos por inmunizarse, Florida impuso la necesidad de mostrar una prueba de residencia para recibir la inyección.

La medida afectó a los indocumentados y a las personas sin hogar, que muchas veces no tienen licencia de conducir, contratos o facturas a su nombre.Sin embargo, ahora que más de seis millones de personas se vacunaron en Florida y la demanda es mucho menor --ya no es necesario pedir cita en centros de vacunación estatales ni en los del condado de Miami-Dade--, el Departamento de Salud revirtió su decisión de enero.

La vacuna estará disponible para todo “el que sea residente o esté presente en Florida con el propósito de ofrecer bienes o servicios a beneficio de los residentes y visitantes del estado”, indicó la noche del jueves el Departamento de Salud de Florida. Esto permitirá a muchos indocumentados acceder a la vacuna con solo decir que viven en el estado o que proveen un servicio en tal lugar.

La alcaldesa demócrata de Miami-Dade, Daniella Levine-Cava, celebró el viernes esta decisión. “Es una victoria para todos los que llamamos hogar a nuestra comunidad”, escribió en Twitter. “Eliminar las barreras que impiden el acceso a las vacunas debe seguir siendo una de las principales prioridades de los gobiernos”.

Otras medidas en Florida en medio del covid-19

Las líneas de cruceros podrán volver a zarpar de los puertos de Florida a partir de julio, luego de más de un año de paralización por la pandemia, según una carta enviada a las compañías por autoridades de Estados Unidos exponiendo sus requerimientos. Los buques podrán zarpar siempre que el 98% de los tripulantes y el 95% de los pasajeros estén vacunados, según la misiva de los Centros de Control de Enfermedades (CDC) enviada el miércoles de noche a las compañías y obtenida por la Agencia AFP.

Los CDC flexibilizaron sus requisitos para navegar al indicar que, de cumplirse estos requerimientos de vacunación, no será necesario que los tripulantes y pasajeros se hagan tests moleculares de covid-19, sino solo la prueba rápida de antígenos antes de embarcar. También piden a las líneas de cruceros que presenten sus planes a los puertos “lo antes posible, para mantener el cronograma de los viajes de pasajeros a mediados de julio”.

La multimillonaria industria de los cruceros, que emplea a miles de personas en Florida, es fundamental en este estado del sureste que depende del turismo para subsistir. La noticia fue bienvenida por Norwegian, Carnival y Royal Caribbean, basadas en el sur de Florida y consideradas las tres líneas de cruceros más grandes del mundo. Norwegian había anunciado el 5 de abril que exigiría pruebas de vacunación a pasajeros y tripulantes, con la esperanza de que los CDC levantaran en julio la prohibición de navegar.

La empresa “se siente alentada por el diálogo constructivo en curso que resultó en modificaciones significativas recientes a las directrices técnicas emitidas anteriormente y la incorporación de vacunas”, dijo un portavoz de la compañía. Jonathon Fishman, vocero de Royal Caribbean, se dijo satisfecho de que las autoridades federales estadounidenses hayan abordado las preocupaciones de la industria “de una manera constructiva, teniendo en cuenta los avances recientes en las vacunas y la ciencia médica”. Un portavoz de Carnival confirmó la recepción de la carta, pero dijo que la compañía está en proceso de revisarla.

“Protocolos razonables”

Los cruceros fueron suspendidos el 14 de marzo de 2020 cuando los CDC emitieron una “orden de no navegar” para evitar la propagación del covid-19, aunque numerosos barcos ya tenían brotes mortales a bordo. Algunos reiniciaron tímidamente la navegación en Europa y otras regiones el año pasado, pero la prohibición en Estados Unidos ha seguido vigente. En una “Orden de navegación condicional” de octubre y actualizada a principios de abril, los CDC exponían una hoja de ruta para que los cruceros que operan en aguas estadounidenses reiniciaran la navegación.

Además de la vacunación, imponía tests de covid-19 frecuentes. Poco después, el 8 de abril, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, entabló una demanda contra el gobierno federal donde exigía el reinicio inmediato de los cruceros con pasajeros. Florida solicita a este tribunal que deje de lado las decisiones ilegales de los CDC y falle que se permita que los cruceros operen con protocolos de seguridad razonables”, dice la demanda.

El año pasado, las líneas de cruceros enfrentaron enormes dificultades logísticas para repatriar a decenas de miles de tripulantes que pasaron meses sin tocar tierra, cuando repentinamente se cerraron las fronteras internacionales para contener la expansión del coronavirus. Se registraron protestas a bordo y varios suicidios de tripulantes que se lanzaron fuera de borda o fueron hallados en sus camarotes.

La pandemia le significó a la industria de los cruceros 48.300 millones de dólares en pérdidas a nivel global, según dijo este mes Didier Arino, director de la consultora Protourisme, a la AFP en París. “Es un sector que no reanudará su actividad normal hasta 2025”, señaló el experto.

Con información de AFP