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En la Patagonia encontraron fósiles de ranas de hace más de 70 millones de años
El estudio fue publicado por la revista ‘Cretaceous Research’.
La fauna de la Patagonia tiene nuevos integrantes, se trata de dos especies de ranas que identificaron investigadores de la Universidad de Chile, las cuales vivieron en esta región hace más de 70 millones de años junto a dinosaurios como el acorazado Stegouros elengassen.
“Felipe Suazo, investigador de la Universidad de Chile, identificó especímenes pertenecientes a los grupos Calyptocephalellidae y Kuruleufenia, dos tipos de ranas que vivieron hace más de 70 millones de años junto a dinosaurios como saurópodos, hadrosaurios y el recientemente descrito Stegouros elengassen”, así lo informó la institución universitaria en su portal web.
[UCHILE en la Prensa] Sobrevivientes de la extinción masiva: Científicos descubren fósiles de ranas que vivieron a la sombra de los dinosaurios en la Patagonia chilena. Más detalles en @QuePasaCL en: https://t.co/QoA9EHCCMV pic.twitter.com/aULoyPuNMe
— Universidad de Chile (@uchile) January 6, 2022
El estudio fue publicado en la revista internacional Cretaceous Research, en el que se confirmó por parte del investigador que las dos especies sobrevivieron a la extinción masiva ocurrido hace 66 millones de años y guardan su parentesco con ranas contemporáneas.
“Una de ellas es la rana grande chilena, especie endémica de nuestro país cuyos ancestros sobrevivieron al impacto del asteroide Chicxulub, pero que hoy se encuentra bajo amenaza por la acción humana”, señaló el informe de la Universidad de Chile.
Este hallazgo “fue identificado a partir de dos campañas de prospección paleontológica realizadas durante los años 2017 y 2018 en el Valle del Río de Las Chinas, en el que se rescató el fémur de un saurópodo, y sirvió para que el equipo descubriera un yacimiento de fósiles con cientos de fragmentos, así lo señaló el informe del portal de la Universidad de Chile.
El estudio se hizo en conjunto con el investigador de la Universidad de Buenos Aires, Raúl Gómez, quien abordó el registro fósil de los anfibios, pero en la Patagonia de Argentina.
El investigador Felipe Suazo determinó que estas ranas vivieron en hábitats de agua dulce. “Las causas por las que lograron sobrevivir y proliferar durante el Cenozoico, la época que continúa al Mesozoico, no están claras. Sin embargo, el registro fósil demuestra que ambas familias proliferaron con una diversidad de especies particulares en la Patagonia sudamericana”, señaló el investigador.
Otro dato que arrojó la investigación es que “La morfología de estos fósiles es casi idéntica a la que presentan los huesos de la actual rana grande chilena (Calyptocephalella gayi)”.
El hallazgo de los investigadores también invitó a la reflexión, pues especies están en peligro de extinción. “Esta especie es considerada la rana de mayor tamaño de nuestro país, y es una de las ranas de mayor tamaño que existe en el mundo. Se encuentra bajo amenaza y con categoría vulnerable (VU) en la lista roja de conservación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por su sigla en inglés)”, advirtió Suazo.
Descubren en Chile una nueva especie de dinosaurio
En el pasado mes de diciembre también se conoció otro hallazgo en el país austral. Científicos de la Universidad de Chile hicieron un fascinante descubrimiento tras analizar los fósiles encontrados en una inhóspita zona montañosa durante 2018. Se tarta de una nueva especie de dinosaurio acorazado que habría habitado la Patagonia chilena hace unos 74 millones de años.
Según detalló la Universidad de Chile en un boletín, en febrero de 2018 un equipo de paleontólogos visitó la región de Magallanes, cercana al Parque Nacional de las Torres de Paine. Acceder al sitio era complicado. Los científicos sortearon todo tipo de obstáculos para llegar a un empinado cerro del Valle del Río las Chinas. De hecho, dos integrantes del grupo estaban lesionados -uno de ellos fracturado y el otro esguinzado-, lo que no fue impedimento para extraer muestras que más adelante revelarían un asombroso descubrimiento.
Fue precisamente esa “rareza” en su cola lo que asombró a los paleontólogos en primer lugar, pues no se parecía a la de ningún dinosaurio conocido hasta la fecha. Según detalló la Universidad de Chile, “en su mitad posterior, poseía siete pares de huesos dérmicos proyectados lateralmente que le daban un aspecto similar a una fronda de helecho o a un macuahuitl, el temido garrote de guerra utilizado por los antiguos aztecas”.
Esta particularidad en su cola permitió identificarlo como un nuevo tipo de dinosaurio acorazado. El hallazgo hecho por el equipo de paleontólogos liderado por Sergio Soto y Alexander Vargas ya ha cruzado fronteras, además, fue publicado en Nature, la revista científica más influyente del mundo.