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En medio del Brexit, el padre de Boris Johnson pide la nacionalidad francesa
Tras medio siglo de integración europea y cuatro años y medio de una saga del Brexit con múltiples idas y vueltas, Reino Unido vive este jueves sus últimas horas al ritmo de las reglas europeas.
El padre del primer ministro británico, Boris Johnson, declaró que desea obtener la nacionalidad francesa y mantener “un vínculo” con la Unión Europea (UE), pese a que su país está a punto de separarse de ella. “Si entendí bien, soy francés. Mi madre nació en Francia, su madre era completamente francesa, así como su abuelo”, explicó Stanley Johnson en francés en la radio RTL.
“Para mí, es una cuestión de reclamar lo que ya tengo y por tanto, estoy muy contento”, añadió. Stanley Johnson, de 80 años, fue uno de los primeros funcionarios británicos en Bruselas, miembro del Parlamento europeo y de la Comisión. Inicialmente opuesto al Brexit en 2016, cambió de opinión al año siguiente.
“Siempre seré europeo, eso es seguro. No podemos decirles a los ingleses ‘no son europeos’. Europa es más que el mercado común, es más que la Unión Europea”, aseguró. “Dicho esto, sí, tener un vínculo como ese con la UE es importante”, admitió, refiriéndose al pasaporte europeo.
Su hija, Rachel Johnson, ya había dado a entender en marzo que iniciaría el mismo trámite después de que el Reino Unido abandonara la UE. “Es una buena noticia, yo también podría convertirme en francesa”, declaró en ese momento, en un libro.
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Boris Johnson, el hombre que le apostó al Brexit
Carismático y controvertido, Boris Johnson se jugó su carrera a la arriesgada apuesta del Brexit. Y ganó: con la salida definitiva de la Unión Europa, se apunta una victoria personal y hace olvidar, un poco, las críticas a su gestión del coronavirus.
Este jueves el Reino Unido cortó definitivamente sus lazos con la UE, abandonando la unión aduanera y el mercado único al término del periodo de transición posbrexit. “El destino de este gran país está ahora firmemente en nuestras manos”, afirmó el hombre que tomó las riendas de este caótico proceso en julio de 2019.
Fue prometiendo cumplir “a toda costa” con el resultado del referéndum de 2016 que este político con un cierto aspecto de payaso llegó al poder haciendo realidad el sueño de su vida. Poco después, contra todo pronóstico, lograba una aplastante mayoría legislativa que los conservadores no veían desde los años 1980.
Mostrando determinación y un abuso de optimismo, consiguió primero renegociar un acuerdo de divorcio que aparecía inamovible y después un tratado de libre comercio posbrexit amenazado de fracaso hasta el último minuto. Pero este político de 56 años e indisciplinada cabellera rubia se topó en su camino con el coronavirus.
Tras quitar importancia en un primer momento a la pandemia, contrajo él mismo la enfermedad, que lo llevó hasta la hospitalización en cuidados intensivos en abril cuando dijo haber temido por su vida. Sus erráticas políticas sanitarias, caracterizadas por repentinos giros de 180 grados, fueron calificadas de peligrosas, y el hombre que quería ser recordado por el Brexit vio su carrera eclipsada por la gestión de una pandemia que ya ha matado a más de 73.500 personas en su país.
Inusual ejercicio sobre el Brexit
En el referéndum de 2016, este gran admirador de Winston Churchill --sobre el que escribió una biografía-- surgió como uno de los principales defensores del Brexit, pero solo tras realizar un inusual ejercicio.
Columnista del diario conservador The Daily Telegraph, había preparado un artículo anunciando que apoyaba la permanencia en el bloque y otro afirmando lo contrario, lo que alimentó la impresión de que su decisión escondía un cálculo político.
“Lo único en lo que Boris Johnson cree es en Boris Johnson”, dijo a la AFP el exdirector general de la Organización Mundial del Comercio (OMC) Pascal Lamy, que conoce a su familia desde que Boris era un muchacho que estudiaba en la Escuela Europea de Bruselas, donde su padre fue eurodiputado. Alexander Boris de Pfeffel Johnson nació en 1964 en Nueva York, en el seno de una familia de políticos, periodistas y celebridades mediáticas.
Uno de sus bisabuelos era turco y fue ministro del último Imperio Otomano. Y él siempre lo recuerda cuando se lo acusa de islamofobia. Como cuando comparó a las mujeres vestidas con burka con buzones de correos, unas declaraciones que le valieron también ser acusado de misoginia.
Su carrera
Siguiendo el recorrido clásico de las élites británicas, estudió en las prestigiosas Eton y Oxford. En 1987 comenzó una carrera de periodista en The Times, que le despidió un año después por inventar unas declaraciones. Entre 1989 y 1994 fue corresponsal del Telegraph en Bruselas, donde escribió artículos que ridiculizaban las regulaciones europeas.
“No inventaba las historias pero siempre caía en la exageración”, recuerda Christian Spillmann, periodista de la AFP en Bruselas en esos años.
Elegido diputado en 2001, perdió un puesto en la cúpula conservadora tres años después por mentir sobre una aventura extramatrimonial. Uno de los varios escándalos personales de un político que no quiere decir cuántos hijos tiene... además de los cinco reconocidos.
Divorciado dos veces, ahora vive en Downing Street con su prometida, Carrie Symonds, de 32 años. Adquirió rango de estrella tras ser elegido alcalde de Londres en 2008 y, aunque se le achacan algunos proyectos desastrosos, brilló por los exitosos Juegos Olímpicos de 2012. Fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores por Theresa May en julio de 2016. Se le acusa de haber cometido graves errores diplomáticos antes de dimitir dos años después por sus desacuerdos sobre su estrategia de Brexit
Triunfalismo y despecho
El Reino Unido retoma en mano su “destino”, pero la ruptura se consuma “sin fanfarria” más de cuatro años después del referéndum del Brexit, subrayan los diarios británicos en sus ediciones del viernes.
Para el tabloide ultranacionalista Daily Express, es un día de fiesta: “Nuestro futuro, Nuestro Reino Unido, Nuestro destino” titula con triunfalismo el diario, que muestra una imagen de la Union Jack con la palabra “FREEDOM” (libertad).
El Brexit y la vacuna contra el covid fabricada en Reino Unido van a formar parte de “un trampolín para la recuperación nacional” en 2021, asegura el primer ministro Boris Johnson en The Daily Telegraph.
En un artículo para este diario conservador pro Brexit, donde trabajó como periodista, Boris Johnson promete un año de “cambios y esperanza”, en un momento en que el país está duramente golpeado por la pandemia del nuevo coronavirus y la crisis económica que ha generado.
Otros diarios son prudentes, como The Independent: “¿Fuera de peligro o abandonados a la deriva?”, se pregunta el diario. En portada, presenta a los diferentes actores del Brexit, entre ellos Boris Johnson, como pescados, un guiño a uno de los grandes escollos en las negociaciones con la Unión Europea, como son los derechos de pesca.
“En la crisis, sin fanfarria, Reino Unido pone fin a la era europea”, constata el diario de izquierda The Guardian, que considera la salida “particularmente discreta si no es por las advertencias de probables perturbaciones en el horizonte”.
“Johnson celebra un futuro ‘increíble’ para Reino Unido”, titula The Times (conservador). Tras lograr un acuerdo comercial posBrexit con la UE en víspera de Navidad, fruto de meses de duras negociaciones, el jefe del gobierno ha prometido a sus compatriotas un futuro glorioso en su mensaje de fin de año.
Otros diarios prefieren consagrar sus portadas a las vacunas contra el covid-19, cruciales para frenar la propagación muy rápida de la pandemia, que ha causado más de 73.500 muertos en el país.
Dos vacunas han sido autorizadas en Reino Unido, la de Pfizer/BioNTech que empezó a ser administrada el 8 de diciembre, y la británica de Oxford/AstraZeneca que será inyectada a partir del lunes.
“He aquí una razón para sonreír de nuevo en 2021”, titula el tabloide de izquierda Daily Mirror mientras The Sun, proBrexit y el diario más leído del país, consagra su primera página a un llamado a a los voluntarios para que participen convertirse en voluntario para participar en la campaña de vacunación.