En México, las pandillas no respetan ni las iglesias para tener enfrentamientos armados

Un enfrentamiento armado entre pandillas en el estado de Chihuaha en México, tuvo en la mitad una iglesia que resultó afectada por los disparos de los delincuentes, lo que provocó que un sacerdote, en “representación de Dios”, actuara y les pidiera a los pandilleros que pararan la balacera.

Los disparos ya se han vuelto costumbre en esa zona de la ciudad mexicana, lo que hizo que el sacerdote Enrique Urzúa, de la catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, se dirigiera a los pandilleros para explicarles que estaban llenando de dolor y sufrimiento a muchas familias inocentes en la ciudad del norte de México.

“¡Hermanos, escuchen la voz de Dios!, estoy seguro de que la gran mayoría son bautizados, somos hermanos, y aun estando dentro de las filas de la muerte, nuestro Padre y su Padre les ofrece vida”, escribió el sacerdote dirigiéndose a los pandilleros.

“Les tenemos en nuestros corazones, ayer miércoles oramos por ustedes, por la conversión de sus corazones. Conviertan sus armas en arados para labrar la tierra, en instrumentos para cantar y alegrar”, agregó el cura. El sacerdote les recordó que Dios les ofrece libertad, por lo que les enviaba un abrazo y les aseguraba que oraría por ellos, para que pudieran tener una vida mejor y sus vidas, ni sus familias estén en riesgo.

Las balaceras causaron la destrucción de la iglesia tanto en las afueras, como en su interior, afectando las imágenes religiosas que quedaron completamente destruidas por las balas. Sin embargo, el sacerdote logró salvar algo más importante que las estatuas.

En medio de la balacera se encontraban tres menores de edad completamente solos e indefensos, el más pequeño de ellos de apenas un año, los cuales fueron rescatados por el sacerdote, que logró ponerlos a salvo, en medio de los fuertes enfrentamientos de los pandilleros.

Luego de que se retiraron los delincuentes, el templo quedó completamente afectado. No obstante, en una misa que dio el sacerdote en el lugar, mencionó que los pandilleros habían “lastimado lo más sagrado de un pueblo, que es lo profundamente religioso… El lugar comunitario de encuentro, el lugar donde una comunidad vive su historia”.

A pesar de que la iglesia recibió muchas muestras de solidaridad de la comunidad, el sacerdote se encuentra preocupado, ya que no es la primera vez que el templo queda en medio de enfrentamientos armados de pandillas mexicanas, por lo que teme por su vida y no sabe qué sucederá la próxima vez. “Pido el auxilio para garantizar la paz y la libertad de estos pueblos”, manifestó.

Autoridades confirman que restos hallados en 45 bolsas son de los jóvenes desaparecidos en Jalisco

Después de cinco días de haber encontrado 45 bolsas con restos humanos en un barranco en el estado mexicano de Jalisco, las autoridades locales confirmaron este martes 6 de junio que los restos hallados la semana pasada en bolsas en una fosa clandestina corresponden a por lo menos ocho trabajadores de un call center reportados como desaparecidos.

“Las pruebas periciales (…) confirman que corresponden a los jóvenes que laboraban en un centro de operaciones (telefónicas) en Zapopan y que contaban con denuncia de desaparición”, señaló el gobierno de Jalisco en un comunicado, basado en un reporte de las autoridades forenses.

Los restos fueron hallados el pasado miércoles dentro de medio centenar de bolsas que forenses y socorristas recuperaron de un despeñadero del municipio de Zapopan, un suburbio de la ciudad de Guadalajara, capital de Jalisco. “Se han extraído 45 bolsas con restos humanos que pertenecen tanto a personas del sexo masculino como femenino”, detalló en un comunicado la fiscalía estatal, en ese momento, indicando que todavía seguían reuniendo las evidencias.

Según el gobierno federal, el call center donde laboraban los jóvenes estaría involucrado en fraudes inmobiliarios y algún tipo de extorsiones telefónicas, de acuerdo con las primeras indagatorias. Empero, esto ha sido rechazado por familiares de los jóvenes, quienes acusaron a las autoridades de criminalizar a las víctimas.

Las víctimas habían sido vistas por última vez entre el 20 y el 22 de mayo, según las denuncias que presentaron sus familiares, dos mujeres y cinco hombres, todos entre los 30 años, explicaron las autoridades tras lanzar el operativo de búsqueda.

Jalisco es el estado en México con mayor número de personas desaparecidas, más de 15.000 desde 1962 hasta la fecha, de un total de 110.771 personas en todo el país.