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En medio de duras tensiones en el Parlamento, Pedro Sánchez será investido como primer ministro de España
El mandatario de izquierda ha sido duramente criticado luego de hacer un pacto con los independistas catalanes para mantenerse en el cargo, esto a cambio de amnistías a los revolucionarios.
Luego de casi cuatro años después de las elecciones generales parlamentarias en España, Pedro Sánchez se dispone a quedarse en el cargo como presidente de Gobierno luego de lograr un acuerdo de última hora con los independistas catalanes del Partido Junts, para que dieran su apoyo al mandatario de izquierda y este, a cambio, les diera una criticada amnistía a los políticos que intentaron en vano declarar la independencia del territorio en 2017.
En este contexto, Sánchez dio su discurso buscando la investidura del parlamento español. En primer lugar, manifestó su respeto a los manifestantes que lo han hecho de manera respetuosa y civilizada. De igual manera, afirmó que los votos de la mayoría de los españoles serán representados “siguiendo las reglas de nuestra Constitución”. Para luego empezar hablando acerca de sus visiones e ideas de cara a lo que será su gobierno.
“No podemos dejar que la desigualdad se desboque. Toca decidir mejorar las condiciones públicas, hay que avanzar y reafirmar nuestro compromiso por la democracia. Por las mujeres, por los migrantes que lo necesitan, por los más vulnerables... Tenemos que construir un mundo que será el legado que dejemos a nuestros hijos. La derecha que reniega de todo esto rezuma clasismo. Nosotros somos tan españoles como ustedes (en referencia a la derecha)”, declaró.
Así mismo, Pedro Sánchez se refirió acerca de sus rivales del PP, que vieron truncada su oportunidad de ser gobierno nuevamente. “Los partidos de ultraderecha han duplicado sus votos. Han entrado en 12 gobiernos estatales, y no lo han hecho solos. (...) El cambio radical se consumó en las últimas elecciones con el PP, la derecha tradicional, cuando Feijóo unió su destino a la ultraderecha”, manifestó el mandatario.
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“Respeto las opiniones contrarias, pero las circunstancias son las que son y hay que hacer de la necesidad virtud. El PP y Vox no tienen un problema con la amnistía, tienen un problema con no aceptar los resultados electorales”, manifestó Pedro Sánchez al respecto de sus rivales políticos.
Posteriormente, Sánchez declaró que el PP estaba actuando de manera hipócrita al criticar su amnistía hacia los catalanes, ya que rememoró que “el PP concedió 1.400 indultos en un solo día. Miembros de Terra Lliure, sentenciados por terrorismo. Entregaron competencias numerosas a País Vasco y Cataluña cuando necesitaban los votos para asegurar la gobernabilidad de España. Y nuestro país no se vio debilitado. Porque España es un país con una democracia consolidada.”
“Esta amnistía va a beneficiar a muchas personas. A líderes políticos con ideas que no comparto, pero también a ciudadanos que votaron una idea, y a policías. Superaremos una crisis de la que nadie puede estar orgulloso, y ayude a canalizar las aspiraciones políticas de unos y otros”, dijo Sánchez, que también aseguró que la amnistía contará con todas las garantías jurídicas y legales.
Luego, Pedro Sánchez dio la última parte de su discurso de investidura frente al Parlamento español. “Yo creo en España, en nuestros ciudadanos. En el enorme potencial de nuestro país. Somos la cuarta potencia europea, y el cuarto país más igualitario. El tercer país del mundo en permitir casarse a los homosexuales. Hace unos años era una utopía inalcanzable, pero lo hemos conseguido”.
“España es un país formidable, pero puede ser aún mejor. Será mejor si procuramos una vida mejor para todos y todas. A ese propósito quiero dedicarme durante los próximos cuatro años y por eso, señorías, les pido el voto”, finalizó el presidente del Gobierno español, que el día de mañana tendrá que ser votado por la mayoría de los parlamentarios para quedarse en el cargo.
Según las cuentas que más o menos tiene el gobierno de Pedro Sánchez, cuenta con el apoyo para su investidura de un total de 179 parlamentarios, mientas que 171 se espera que voten en contra del líder del PSOE, todo en medio de meses de negociaciones para lograr que el político de izquierda se mantuviera en el cargo político más importante del país ibérico.