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Una compleja operación permitió encontrar a 12 niños futbolistas, perdidos en una cueva en Tailandia

Después de 10 días de búsqueda, los niños y su entrenador de 25 años fueron encontrados con vida, pero aún está en proceso una delicada evacuación para poder sacar del agua a los pequeños futbolistas. Los menores tendrán que aprender a bucear.

3 de julio de 2018
Tailandia se prepara para la delicada evacuación de los niños atrapados en una cueva | Foto: AFP

Con aspecto demacrado y hambriento, los 12 niños miembros de un equipo de fútbol y su entrenador atrapados en una cueva inundada en Tailandia desde hace más de nueve días fueron encontrados este lunes, tras más de una semana de búsquedas. No había habido contacto con los chicos, de entre 11 y 16 años, ni su entrenador, de 25, desde que desaparecieron el sábado 23 de junio. Al menos 300 personas participaron en una tarea que hoy la prensa mundial celebra. 

Las fuertes lluvias y la estrechez del lugar habían dificultado los esfuerzos de rescate que inundaron la cueva de Tham Luang, situada en el norte de Tailandia y bloquearon el acceso a las cámaras donde se esperaba encontrar al grupo. El gobernador provincial de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn, anunció la buena nueva el lunes por la noche, a una nación que ha seguido de cerca cada giro de los esfuerzos desplegados para salvarlos.

"Encontramos a los 13 sanos y salvos", anunció ante la prensa, que rompió espontáneamente en aplausos y vítores. No obstante, la evacuación no se llevará a cabo inmediatamente, precisó. "Les llevaremos comida, pero no estamos seguros de que puedan alimentarse, ya que no comieron desde hace mucho. También llevaremos a un médico que sepa bucear", explicó.

Un conmovedor video filmado por los socorristas y publicado en Facebook muestra a un grupo de niños delgados, vestidos con camisetas de fútbol grandes y llenas de barro y refugiados en un estrecho saliente rodeado de agua.

"Gracias", exclama uno de ellos mientras otro responde "13" cuando uno de los buceadores, con acento británico, pregunta cuántos son. El buceador intenta darles ánimos. "Hay mucha gente en camino" para ayudarlos, asegura. "Estuvieron acá 10 días, son muy fuertes", dicen a los niños.

En contexto: La búsqueda de un equipo adolescente de fútbol que lleva 3 días atrapado en una cueva en Tailandia

Al menos 20 bombas han sido utilizadas para disminuir en nivel del agual. Los buceadores aprovecharon un breve espacio de tiempo para adentrarse más en la cueva, donde los niveles del agua se reducen lenta pero incesantemente cada hora gracias al bombeo continuo. Esperaban encontrar al equipo en un saliente elevado conocido como Pattaya beach.

Pero el grupo se había retirado unos 300-400 metros más lejos ya que el saliente quedó sumergido, añadió Narongsak. La noticia se propagó a gran velocidad este lunes por las redes sociales y los padres de los niños, algunos de los cuales llevaban días durmiendo cerca de la cueva, expresaron su alegría. "Estoy tan feliz... Quiero verlo, en buen estado físico y mental", dijo Thinnakorn Boonpiem, padre de uno de los desaparecidos.

10 días de desaparecidos: una tarea titánica 

Los jóvenes futbolistas, de entre 11 y 16 años, y su entrenador, de 25, se aventuraron la noche del 23 de junio, tras su entrenamiento, en la cueva de Tham Luang, situada en una zona de denso bosque tropical en la frontera con Birmania y Lagos. Pero quedaron bloqueados por las fuertes lluvias del monzón y no se había podido contactar con ellos.

Su drama fue seguido en directo por la televisión tailandesa y los internautas llevaban días sin hablar de otra cosa. Este lunes se había organizado una ceremonia en la escuela de los niños. "Déjenlo volver para jugar al fútbol con nosotros, lo echamos de menos", imploró Tilek Jana, de 14 años, uno de los 200 niños congregados y cuyo amigo Prajak está entre los desaparecidos.

"Yo rezo todas las noches para que estas 13 vidas sean rescatadas" pronto, agregó Jakkrit Muenghong, uno de los profesores de Prajak. Un conocido cantante de Tailandia, Kong Huayrai, escribió una canción en homenaje a los niños y su entrenador: "No sabemos quiénes son, cómo son, pero ¿dónde están? ¿tienen frío y hambre?", dice la balada difundida en la televisión, que enfatiza que hay un país esperándolos.

El lunes, miembros de la tribu Lisu se reunieron cerca de la cueva para sacrificar pollos y cerdos, una ofrenda a los espíritus del río y de la selva para implorarles que permita el regreso de los niños sanos y salvo. Decenas de buzos, incluyendo efectivos internacionales, están movilizados desde hace más de una semana para intentar encontrar a los niños. Equipos de especialistas llegados de Australia, Reino Unido, Japón y China, así como unos 30 soldados estadounidenses, se desplazaron hasta esta remota zona montañosa para apoyar a los equipos de rescate tailandeses.

Los 12 niños y su entrenador de fútbol, encontrados vivos tras haber pasado nueve días sin víveres en una cueva inundada del norte de Tailandia, tienen que ir recuperando fuerzas antes de iniciar una delicada evacuación bajo el agua.

"Nuestra misión de búsqueda fue coronada con éxito, pero todavía nos queda sacarlos de ahí", declaró el gobernador de la provincia de Chiang Rai, Rarongsak Osottanakorn, jefe de la célula de socorro, satisfecho por haber logrado esta "misión imposible".

"Es inimaginable. Hace 10 días que esperaba esto. No me imaginaba que este día fuera a llegar", reaccionó el padre de uno de los niños desaparecidos al ser entrevistado por la AFP.

Este martes está prevista la instalación de una línea directa, de varios kilómetros de largo, en la galería principal de la cueva con el fin de que los niños puedan comunicarse con el mundo exterior, especialmente con sus padres.

No obstante, las posibilidades de que puedan salir este martes son escasas. El nivel actual del agua implica un recorrido submarino que un buzo experimentado haría en seis horas, precisaron los socorristas.

Aprender a bucear

Un grupo de médicos llegó a donde están los niños para evaluar su capacidad para bucear, a partir de este martes o dentro de unos días, dependiendo de sus fuerzas. Se llevaron equipos de buceo al interior de la cueva, víveres y medicamentos. "Hay que entrenarlos [...] Veamos de qué son capaces", declaró el gobernador.

Mientras, los socorristas siguen bombeando el máximo de agua de la cueva para facilitar su salida. Tendrían que recorrer los 4 km que los separan de la salida, que tiene un tramo inundado.

Como un equipo

Nopparat Kantawong, el entrenador principal del club de fútbol de los niños, afirmó estar convencido de que el hecho de que los niños practicaran un deporte de equipo jugó un papel esencial en su supervivencia. "Estoy tan feliz. Les enseñamos a quererse los unos a los otros, como un equipo", declaró a la televisión nacional.

A eso se añade el hecho de que "el fútbol es un deporte de luchadores", recalcó el entrenador, que esperará a los niños delante de la cueva, como muchos familiares.

No es la primera vez que un rescate subterráneo se salda con éxito tras más de una semana: en 2014, en Alemania, un hombre fue rescatado en una cueva tras 11 días de espera. En 2012, en Perú, unos mineros pudieron ser salvados tras haber pasado sepultados siete días. Y en 2010, en Chile, 33 mineros fueron localizados vivos después de 17 días a 720 metros de profundidad, donde permanecieron 70 días hasta ser rescatados.

Pero en este caso, la inundación de la cueva, la escasez de aire y el hecho de que el grupo estuviera formado por niños, además del pánico general que cundió entre los adultos, complicó la situación.

Con información de AFP