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Enfermeras usan guantes con agua caliente para que pacientes de covid se sientan acompañados
Una imagen de esta práctica, realizada en un hospital de Brasil, se hizo viral y ha conmocionado a miles de personas. La han denominado “la mano de Dios”.
Las imágenes de pacientes de coronavirus en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) se han hecho cada vez más comunes desde que empezó la pandemia, hace ya más de un año.
Miles de personas que, por cuenta del virus, deben ser conectadas a respiradores artificiales para sobrevivir permanecen solitarias por días, semanas o incluso meses, pues los protocolos de bioseguridad han impedido que los familiares los acompañen en esos difíciles momentos.
La razón: el virus es altamente contagioso y no es recomendable que una persona sana se exponga a ser infectada permaneciendo en un hospital.
El año pasado, ante este panorama, se hicieron comunes las escenas de familiares que llegaban hasta las afueras de los hospitales para enviarles un saludo a los pacientes a través de las ventanas.
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Incluso se volvió normal que muchas personas se despidieran de sus seres queridos a través de videollamadas en dispositivos móviles antes de que los pacientes fueran intubados pues temían no volverlos a ver.
Para atender la soledad de los pacientes que se encuentran inconscientes en las unidades de cuidados intensivos, varias enfermeras brasileras han empleado una práctica que se hizo viral en las redes sociales en los últimos días y que ha conmocionado al mundo.
Se trata de llenar dos guantes quirúrgicos con agua caliente y atarlos a las manos de los pacientes para simular que hay unas manos humanas sosteniéndolos y acompañándolos, de manera que no se sientan solos en el aislamiento y tengan una razón más para luchar contra el virus.
La imagen fue compartida en la red social Twitter por el periodista internacional Sadiq Bhat, quien la llamó “la mano de Dios”, y en los últimos días ya ha llegado a más de 8.000 me gusta y más de 2.000 compartidos.
Bhat aprovechó su mensaje para agradecerle al personal de la salud que ha estado en la primera línea contra el coronavirus por poner en riesgo su vida y hacer todo lo posible por atender a los pacientes en estos difíciles momentos.
Cuando el mundo experimenta el tercer pico más mortal del coronavirus, imágenes como la de la “mano de Dios” no dejan de conmocionar a miles de personas que temen por la enfermedad, la han sufrido en carne propia o han perdido a sus familiares entre las casi tres millones de personas que han fallecido en el mundo por cuenta de la covid-19.