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Entra en estudio propuesta de cese al fuego de varias semanas en Gaza, ¿de qué trata?
Por primera vez en meses, un acuerdo entre ambas partes podría llevarse a cabo. La presión internacional contra Israel sería clave.
El movimiento islamista Hamás indicó el martes 9 de abril que estudia una propuesta de tregua de varias semanas en la Franja de Gaza y la liberación de rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos, pese al rechazo de algunas de sus exigencias.
Tras seis meses de sangriento conflicto en la Franja de Gaza, los mediadores de Catar, Egipto y Estados Unidos presentaron una propuesta de tregua temporal en tres etapas, según una fuente de Hamás.
La primera etapa contempla un alto el fuego de seis semanas para permitir el canje de rehenes en manos de Hamás por prisioneros palestinos en Israel. El movimiento islamista dijo “apreciar” el esfuerzo de los mediadores, pero acusó a Israel de no responder a ninguno de sus pedidos durante la negociación sin dar más detalles.
“Pese a esto, los dirigentes del movimiento estudian la propuesta presentada”, indicó Hamás en un comunicado. La última propuesta de alto el fuego contempla, además de la tregua de seis semanas y un primer canje de rehenes, las mujeres y los niños contra hasta 900 prisioneros palestinos, según una fuente de Hamás.
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El acuerdo permitiría también el regreso de los civiles palestinos desplazados al norte de la Franja de Gaza y la entrada de 400 a 500 camiones diarios de ayuda alimentaria, según la fuente. Con la propuesta más reciente en manos del movimiento palestino, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, John Kirby, señaló el lunes que “va a depender de Hamás” alcanzar una tregua.
En rondas previas de mediación, Hamás exigió un alto el fuego, que Israel se retirase de la Franja de Gaza y controlar las entregas de ayuda. La única tregua alcanzada hasta ahora, en noviembre, duró una semana y condujo a la liberación de 78 rehenes y cientos de prisioneros palestinos.
Repliegue israelí
El pasado fin de semana, Israel anunció que retiró a sus fuerzas de la ciudad sureña de Jan Yunis para que sus tropas pudieran recuperarse y prepararse para la siguiente fase de la guerra, que incluirá una incursión en la ciudad de Rafah, también en el sur de la Franja. Allí se hacinan cerca de 1,5 millones de palestinos, la mayoría desplazados por la actual guerra.
Sin precisar cuándo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó el lunes que ya hay una fecha establecida para esa operación, pese a los numerosos llamados en contra de potencias extranjeras y grupos humanitarios. De cara a esa ofensiva, Israel quiere comprar carpas para albergar a unas 500.000 personas, según le dijo a AFP una fuente gubernamental que pidió el anonimato.
Netanyahu insiste en que una intervención terrestre en Rafah es necesaria para la victoria sobre Hamás. El conflicto comenzó el 7 de octubre con un ataque del movimiento islamista en el sur de Israel que dejó 1.170 muertos, en su mayoría civiles, según cifras israelíes. Entre los muertos había más de 300 militares.
Los combatientes de Hamás tomaron más de 250 rehenes, de los cuales 129 continúan en la Franja de Gaza, incluidos los 34 que según el ejército han muerto. En respuesta, Israel lanzó una ofensiva que ha dejado al menos 33.360 muertos en la Franja de Gaza, en su mayoría mujeres, adolescentes y niños, según el Ministerio de Salud del territorio, gobernado por Hamás.
Al menos 1,7 millones de personas, de los 2,4 millones de habitantes que tiene el territorio palestino, tuvieron que abandonar sus hogares a causa de la guerra. El lunes, una misión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) visitó el hospital de Al Shifa, destruido por el ejército israelí, en Ciudad de Gaza, en el norte.
“Ese lugar, que era un lugar donde nacía la vida, ya solo evoca la muerte”, señaló el médico Athanasios Gargavanis, miembro de la delegación.
“Una montaña de escombros”
Este martes, el ejército anunció que destruyó “infraestructuras terroristas” en varios sectores de Gaza y que un “avión eliminó a un terrorista en Jan Yunis que había participado en la masacre del 7 de octubre”. También dio cuenta de combates en el centro de la Franja. En el sur, los palestinos que regresaron a Jan Yunis no hallaron más que ruinas donde antes había casas y comercios.
“Vine a ver mi casa y la encontré destruida y convertida en una montaña de escombros”, lamentó Uum Ahmad al-Fagawi. “No hay agua, ni electricidad, ni columnas, ni paredes, ni puertas, no hay nada. Gaza ya no es Gaza”, comentó otra palestina, que no quiso dar su nombre.
La grave escasez de alimentos, agua y otras necesidades básicas ha sido paliada mínimamente por la ayuda internacional debido a que la ayuda que logra entrar es insuficiente. “La hambruna es inminente”, advirtió la jefa de Unicef, Catherine Russell.
Con información de AFP.