Entran en su recta final las negociaciones pos-brexit y el escenario no es prometedor

Con cada día que pasa, la Unión Europea (UE) y el Reino Unido parecen estar más lejos de un acuerdo sobre su relación pos-brexit. Este viernes, los negociadores de ambos lados anunciaron que tomarían una pausa en las conversaciones a raíz de “significativas divergencias”.

Los dos jefes negociadores, el francés Michel Barnier y el británico David Frost, protagonizaron toda esta semana una desesperada carrera contrarreloj para hallar un camino a un acuerdo, aunque la pausa anunciada sugiere el fracaso de ese esfuerzo.

“Luego de una semana de intensas negociaciones en Londres, los dos jefes negociadores acordaron hoy (viernes) que las condiciones para un acuerdo no están definidas, a raíz de significativas divergencias”, señala la declaración divulgada por Barnier y Frost.

Añadieron que “acordaron hacer una pausa en las conversaciones para informar a sus superiores sobre el estado de las negociaciones”.

En la tarde del sábado, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tendrán una llamada para discutir la situación. Se espera que en esta se defina la suerte de las negociaciones.

El camino a un acuerdo sigue bloqueado por diferencias en materia de derechos de pesca, subsidios estatales a sectores económicos y gestión legal del eventual acuerdo, en particular el mecanismo de solución de controversias.

El Reino Unido abandonará definitivamente el 1.° de enero de 2021 el mercado único europeo y por ello las partes buscan acordar un marco de entendimiento antes del 31 de diciembre. De no ser así, tendrán que enfrentar un brexit abrupto que promete afectar sus economías gravemente.

Los líderes de la UE tienen programada una cumbre el 10 y 11 de diciembre, y la cuestión de las negociaciones pos-brexit ocupará una parte importante de la agenda.

Antes del anuncio de los negociadores, unas declaraciones del Gobierno francés elevaron mucho más las tensiones. En una entrevista en radio Europe 1, el secretario francés para Asuntos Europeos, Clément Beaune, dijo que “si hubiera un acuerdo que no fuera bueno (...) nos opondríamos”. El funcionario de gobierno advirtió que Francia no dudará en utilizar su veto si el acuerdo negociado resulta inaceptable.

Según declaraciones de un diplomático europeo a la agencia de noticias AFP, la administración de Emmanuel Macron no es la única preocupada por los términos que se están negociando. A ella se suman Bélgica, Italia, Holanda, España y Dinamarca.

“No queremos quedar trancados en una relación desequilibrada durante décadas. No queremos tener que explicar a nuestras empresas por qué son desplazadas en su mercado por corporaciones británicas en un ambiente menos regulado”, expresó.

Varios dirigentes del Parlamento Europeo han afirmado que necesitarán tiempo para revisar el documento antes de someterlo a ratificación, y que no se limitarán a estampar un sello a cualquier acuerdo que les presenten a última hora.

Las negociaciones ya han roto todos los cronogramas previstos para este año. Se suponía que máximo para principios de noviembre el acuerdo estuviera listo para ser sometido a revisión y luego votación en el Parlamento Europeo.

*Alianza AFP.