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Erdogan, presidente de Turquía por 20 años, amigo de Putin y Maduro. ¿Realmente podría perder en las elecciones este domingo?
Erdogan, de 69 años, ha sido reelegido una y otra vez en las urnas desde 2003.
Este sábado el presidente turco Recep Tayyip Erdogan movilizó a sus partidarios y realizó una oración en Santa Sofía, la basílica transformada en mezquita en la ciudad de Estambul, justo en la víspera de las elecciones en las que por primera vez se enfrenta a una oposición unida, liderada por Kemal Kiliçdaroglu.
Es en esta basílica bizantina del siglo IV, convertida en mezquita en 2020, que el jefe de Estado concluyó una campaña de invectivas y amenazas apenas veladas, formuladas tanto por él como por su entorno contra su rival, Kemal Kiliçdaroglu.
Veinte años en el poder
El “Reis”, jefe en turco, de 69 años, ha sido reelegido una y otra vez en las urnas desde 2003. prometió el viernes respetar el resultado de las elecciones presidenciales y legislativas a las que están llamados 64 millones de electores y que prometen ser reñidas, según los sondeos.
“Hemos llegado al poder por la vía democrática, con el apoyo de nuestro pueblo. Si nuestra nación toma una decisión diferente, haremos lo que la democracia exige”, aseguró, visiblemente enojado, en una entrevista televisada, difundida por la noche simultáneamente en la mayoría de los canales del país.
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Sin embargo, el miedo a los excesos violentos persiste en las grandes ciudades después de una serie de incidentes ocurridos en la recta final de una campaña muy polarizada, obligando a su adversario a llevar un chaleco antibalas bajo su traje en sus últimas reuniones de campaña.
El autobús del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, del Partido Republicano del Pueblo, CHP, dirigido por Kiliçdaroglu y muy activo en la campaña, fue apedreado el domingo pasado en Erzurum, en Anatolia oriental).
Las relaciones exteriores de Erdogan
El propio Kiliçdaroglu ha acusado a Rusia de querer influir en las urnas en Turquía.
Aunque la cercanía viene desde antes, tras el inicio de la invasión rusa a Ucrania, los líderes de Turquía y Rusia han mostrado tener una excelente relación, a pesar de que Turquía hace parte de la Organización del Tratado Atlántico Norte, Otan. Turquía es el único país de la Otan con el que el régimen ruso ha permanecido cercano, después de iniciada la invasión.
Durante el último año, Erdogan ha ofrecido gas doméstico a los turcos, gracias a que Putin ha pospuesto el pago de 600 millones de dólares de la factura de gas.
El presidente turco también tiene relaciones con otros líderes cuyos gobiernos están acusados de ser dictaduras, como por ejemplo Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. En enero de este año, tras la firma de un acuerdo entre ambos países, Maduro aseguró, “el pueblo de Türkiye (Turquía) debe saber que nosotros queremos y amamos al presidente Erdogan, porque él ha sido bondadoso, de corazón grande”.
Maduro también ha descrito a Eerdogan como un “hermano mayor de nuestro país”. Ambos han coincidido largo rato en sus prolongados mandatos, mientras que Hugo Chávez estuvo en Venezuela desde 1999 hasta 2013, Maduro ha estado diez años en el poder en su país.
El adversario
Kiliçdaroglu, adversario de Erdogan regresó a Ankara este sábado donde concluyó su campaña.
A diferencia del poder autocrático “de un solo hombre” (Erdogan), su principal adversario, de 74 años, propone en caso de victoria una dirección colegiada, rodeada de vicepresidentes que representen a los seis partidos de la coalición que dirige, de la derecha nacionalista a la izquierda liberal.
“¿Están preparados para la democracia? ¿Para que la paz reine en este país? Yo lo estoy. Se lo prometo”, aseguró el viernes, en su último gran mitín en Ankara, la capital de Turquía.
“Le prometo” es su lema de campaña y el coro de las canciones de su partidarios. Kiliçdaroglu promete el regreso al estado de derecho y al régimen parlamentario, la separación de poderes y la liberación de los decenas de miles de presos políticos -jueces, magistrados, intelectuales, militares y funcionarios- encarcelados por “terrorismo” o “insulto al presidente”.
La popularidad del jefe de Estado se vio mermada por el giro autoritario de la última década, una economía a media asta con una devaluación de la libra turca a la mitad en dos años y una inflación de alrededor del 40 % a lo largo de un año, según cifras oficiales cuestionadas.
Erdogan reconoce tener dificultades para seducir a los jóvenes. Más de 5,2 millones de ellos votarán por primera vez en estos reñidos comicios.
Otra incógnita es el impacto del terremoto que devastó parte del sur de Turquía, causando al menos 50.000 muertos y tres millones de desplazados.
“No es agradable votar entre los escombros, pero queremos que el gobierno cambie”, afirmó el sábado Dilber Simsek, de 48 años, refugiada en una tienda de campaña. “Nada mejoró en los últimos tres meses”.
Con información de AFP