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¿Es inevitable un conflicto entre China y Estados Unidos? Así está el pulso entre ambas superpotencias
La relación entre China y Estados Unidos parecen estar en el punto más difícil en años, la guerra económica continúa, pero cada día la línea se desdibuja más y empiezan a sonar voces de una confrontación.
Desde hace mucho tiempo las relaciones entre el gobierno chino y estadounidense dejaron de ser cordiales y en este momento parece estar en un punto de quiebre con ambos países dispuestos a llevar sus causas hasta las últimas consecuencias. Esta crisis data desde el 2018 cuando el entonces presidente Donald Trump decidió iniciar la guerra comercial con el gigante asiático acusándolo de “prácticas desleales de comercio”.
A pesar de pasados los años y el cambio de gobierno de uno republicano a uno demócrata, las relaciones entre las potencias sólo fue a peor con la llegada de Joe Biden a la presidencia. Todo se terminó de dañar cuando hace poco más de un mes Estados Unidos empezó a detectar globos espías chinos dentro de su territorio y que terminó derribándolos, a lo que China manifestó que era una exageración de parte de los norteamericanos.
Luego hace un par de semanas desde el gobierno Biden mostraron su preocupación, ya que revelaron que supuestamente desde Pekín se estaba planteando enviar armamento y ayuda militar al ejército ruso, lo cual podría cambiar de manera drástica la guerra en Ucrania. Luego de que se levantaran las alarmas por esta supuesta alianza, tanto China como Ucrania descartaron esta posibilidad y dijeron que la información difundida por Washington era falsa.
Igualmente, desde la Casa Blanca mantienen los taches arriba contra China y han condenado al gobierno de Xi Jinping por mantener estrechos lazos comerciales y políticos con el régimen de Vladímir Putin. Toda esta situación hizo que China estallara y sus funcionarios dieran unas explosivas declaraciones que ponen en vilo el futuro de la relación entre ambos países.
“Si Estados Unidos no pisa el freno y sigue avanzando a toda velocidad por el camino equivocado, no habrá barandilla que pueda evitar el descarrilamiento, y seguramente habrá conflicto y confrontación”, fue el discurso que dio el nuevo ministro de Asuntos Exteriores de China, Qin Gang en medio de un tono totalmente combativo, acusando además al gobierno norteamericano de crear una crisis diplomática sin razón alguna.
“Consideran a China como su principal rival y como el desafío geopolítico más importante. Esto es como si se hubiera abrochado mal el primer botón de la camisa”, declaró Qin, marcando un duro discurso de parte del funcionario que antes era embajador del gobierno de Xi Jinping en Estados Unidos. Además, sobre la guerra en Ucrania, dijeron que el país asiático no ha ayudado a nadie durante el conflicto. “¿Por qué demonios culpan a China y amenazan con sanciones y presiones? Esto es absolutamente inaceptable”, declaró.
El relato que se mantiene desde China es que ambas naciones deben cooperar para tener una relación cordial y próspera, pero que Estados Unidos está haciendo lo posible para llevar todo por el camino del aumento de tensiones entre ambas potencias, que podría llevar a un conflicto, esto a pesar de que Biden afirma que quieren competir contra el gigante asiático, pero no llevar todo a un combate.
La respuesta de Estados Unidos tampoco se hizo esperar. “No se trata de contener a China. No se trata de reprimir a China. No se trata de frenar a China. Queremos tener esa competencia constructiva que sea justa y que no se desvíe hacia ese conflicto”, declaró Ned Price, portavoz del Departamento de Estado en un intento de calmar las tensiones entre ambos países.
A pesar de los intentos de los funcionarios, también hay voces dentro del país asegurando que China es un riesgo mayúsculo para Estados Unidos como Laura J. Richardson, comandante del Comando Sur que declaró que “China está difundiendo su influencia maligna, ejerciendo su poder económico y realizando actividades de zona gris para expandir su acceso e influencia militar y política”. Por lo que todo el escenario es ciertamente incierto de cara al futuro.