“Es perjudicial para ambos países”: ex embajador de Israel en EE. UU. pide a Gustavo Petro restablecer las relaciones diplomáticas

SEMANA: ¿Cuál es su análisis sobre lo que está pasando ahora mismo en Oriente Medio después de casi un año del ataque a Israel?

Michael Oren: En el mundo, y particularmente en Estados Unidos, se habla mucho de una guerra regional y de la gran necesidad de reducir la tensión. Entonces, no habrá una guerra regional en el Medio Oriente. Pero el hecho brutal es que ya hay una guerra regional en el Medio Oriente. Israel ha sido atacado por Irán, por representantes de Irán, las milicias de jeques de Hizbulá, Irak y Siria, todo al mismo tiempo. Mientras tanto, Irak, las milicias respaldadas por Irán en Siria, Irak y Yemen han atacado a las fuerzas estadounidenses. La pregunta es: ¿hacia dónde irá este conflicto regional? Podría darles un escenario en el que involucraría a grandes potencias, como China y Rusia. Es extremadamente peligroso.

En cuanto a la guerra misma, Israel ha estado luchando desde el 7 de octubre, desde los horrendos ataques de Hamás que mataron a 1.200 israelíes. Masacraron, decapitaron, violaron, quemaron y asaltaron. Hamás tomó más de 250 rehenes, de los cuales creemos que todavía quedan 111 en manos de Hamás, y de ellos unos 50 o 60 esperamos que aún estén vivos. Hamás se aferra a los cuerpos y negocia por ellos. Desde entonces, el ejército israelí ha estado luchando en Gaza, una batalla intensamente compleja, porque no solo luchas contra un enemigo que se esconde detrás de su propia población civil, sino que también se esconde debajo de la población civil.

SEMANA: ¿Qué significaría para Israel si Israel decide firmar un cese al fuego definitivo con Hamás?

M.O.: A Israel le gustaría tener un alto al fuego que no sea permanente, sino temporal, de seis o siete semanas, que libere al mayor número de rehenes. Creo que se daría prioridad a los ancianos, a los enfermos y a las mujeres que están allí. Israel quiere un alto al fuego en el que pueda controlar el regreso de los civiles palestinos desde el sur de la Franja de Gaza al norte de la Franja de Gaza para asegurarse de que los terroristas no regresen a la parte norte. Israel quiere un alto el fuego que lo deje en control de lo que se conoce como la ruta Filadelfia, una ruta de 16 kilómetros que divide Gaza de Egipto.

Ahora Hamás lo rechaza, dicen que darán algunos rehenes, no dicen cuántos, pero a cambio quieren prisioneros palestinos en cárceles israelíes. Y el mayor problema es la duración del alto al fuego. Hamás no quiere uno temporal, quiere un alto al fuego permanente. Por eso dije “definitivo” es la palabra que significa que Hamás básicamente gana la guerra y sale de los túneles. Con Irán han dicho que no atacarán a Israel, si Israel acepta un alto al fuego, significa que ahora Netanyahu negociará con un misil iraní en la cabeza, lo que complica aún más la situación.

SEMANA: ¿Cómo puede Israel controlar los ataques a Hamás sin causar daño a los civiles?

M.O.: Nos enfrentamos a un enemigo que utiliza a la población civil como escudo, Hamás quiere que los palestinos mueran allí. Eso es lo que dicen sus líderes, porque al hacer que sus civiles mueran se ejerce presión internacional sobre Israel para que acepte un alto al fuego permanente para que Hamás gane. Israel hace todo lo posible para tratar de evitar víctimas civiles. Envía cientos de miles de mensajes, mensajes de texto, panfletos, un tipo de proyectil no letal que golpeará el techo de una casa y le dirá a la gente que salga de sus casas, anuncios por megáfonos y micrófonos intentando sacar a esta población.

Hamás quiere quedarse, así que usan hospitales, mezquitas y escuelas como posiciones militares. Además, Hamás también está inflando enormemente el número de víctimas civiles. Hablan de 39.000 palestinos asesinados, que es una cifra muy, muy alta, pero incluso, si esa cifra fuera cierta, las fuerzas de defensa israelíes han matado al menos a 16.000 terroristas. Ahora esto lo sabemos porque tenemos que tomarles fotografías. Y entonces se deducen los varios miles de palestinos que han muerto por los cohetes palestinos que no alcanzaron su objetivo. Alrededor del 12 por ciento de los cohetes se quedan cortos.

SEMANA: ¿Qué papel desempeña Joe Biden en este conflicto y qué le queda por hacer a su administración?

M.O.: Conozco muy bien a Joe Biden. Trabajé con él cuando era vicepresidente y con su secretario de Estado, Antony Blinken, también con el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan. Trabajé muy estrechamente con ellos y les tengo un gran respeto. Estados Unidos no estaba disparando una sola bala contra Irán, solo contra sus representantes. Además de todo esto, hay una elección presidencial, que reduce a seis los llamados estados indecisos del país. Entre esos estados se encuentra Míchigan, que tiene un porcentaje muy alto de musulmanes y árabes estadounidenses que piensan que el presidente Biden ha sido demasiado pro-Israel y a esto lo llaman genocidio.

Pensilvania también tiene una población muy joven que podría votar en cualquier sentido. Entonces, hay una conexión directa entre la forma en que los medios cubren la guerra y el cambio en la política estadounidense hacia Israel y el conflicto. Creo que Biden y su administración quieren poner fin a la guerra. Les deseo la mejor de las suertes. Todos lo queremos y también asegurar la liberación de tantos rehenes como sea posible, pero queremos asegurarnos de llegar al final de la guerra de una manera que una situación como la del 7 de octubre no vuelva a suceder.

SEMANA: ¿Qué piensa sobre las consecuencias que podría traer un ataque de Irán contra Israel?

M.O.: Irán ha estado librando una guerra indirecta contra Israel a través de Hizbulá, de las milicias en Siria e Irak, de los rebeldes en Yemen y de Hamás, que está operando no solo en Gaza, sino también en Cisjordania. Ha habido ataques terroristas casi todos los días lanzados desde Cisjordania. El ataque iraní del 14 de abril fue una respuesta a la eliminación de una figura militar iraní de alto rango en Damasco.

Ahora, esta última ronda es una represalia por dos asesinatos. Uno era de un líder de Hizbulá y el otro era del líder político de Hamás, Ismail Haniye. Y lo que realmente molestó a Irán fue Haniye, no tanto la persona, sino el lugar en el que fue asesinado por una bomba colocada en su habitación de hotel en vísperas de la toma de posesión del nuevo presidente iraní, mientras que Hamás, con todos sus cohetes y todos sus terroristas, nunca fue más que una amenaza táctica para el Estado de Israel.

SEMANA: ¿Cuál es su opinión sobre la relación entre Gustavo Petro y el Gobierno de Israel, y cómo puede afectar a los dos países una mala relación?

M.O.: Es muy malo tener las relaciones tal como están. La relación entre Colombia e Israel siempre es la relación más cercana que hemos tenido con cualquier país de Suramérica. Fue nuestra gran amiga con niveles de cooperación profundos y variados en el ámbito de la seguridad, militar, financiero y comercial. Tenemos una fuerte conexión a través de la comunidad judía colombiana y la comunidad evangélica. Los israelíes aman a Colombia, siempre vienen aquí de vacaciones.

Cuando salí del ejército, solía venir a Cartagena, Cali o San Andrés. Y la relación ha cambiado profunda y trágicamente con el presidente cortando relaciones con Israel, adoptando posiciones que no son solo propalestinas, sino que a menudo son pro-Hamás. Por eso es doloroso, es perjudicial para ambos países, debemos tener esperanzas de que llegue el momento en que estas relaciones se restablezcan. No vamos a cortar relaciones con Colombia, así que esperamos con ansias el momento en que esas relaciones sean restauradas y nuestra amistad sea más fuerte que nunca.

SEMANA: Si tuviera la oportunidad de enviarle un mensaje al presidente Petro, ¿cuál sería?

M.O.: Le diría, señor presidente, usted tiene derecho a tener sus posiciones, se puede apoyar un Estado palestino en Cisjordania y Gaza, se puede ser crítico con las políticas israelíes. Nosotros no vamos a decir que nadie puede criticar nuestras políticas por la forma en que estamos llevando esta guerra.

Pero yo le diría que, si realmente le importa Colombia, su seguridad, su prosperidad y su lugar en el mundo, entonces, restablezca las relaciones con Israel. Eso es lo mejor para Colombia. Sin duda, eso es lo mejor para toda nuestra región. Y mantener el diálogo abierto, porque no se logra nada cerrando el diálogo y suspendiendo la relación.