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Escándalo por computador del hijo de Biden salpica a Andrés Pastrana, Mauricio Cárdenas y Catalina Crane, ¿hicieron negocios?
La revelación de las citas y correos electrónicos del hijo díscolo del presidente de Estados Unidos abre preguntas sobre si usó el nombre de su papá para ganar millonarias sumas empujando grandes contratos en todo el planeta.
En el controvertido escándalo por el computador del hijo de Joe Biden, Colombia tiene un capítulo más que especial. En los últimos días, Estados Unidos ha visto con estupor cómo se revelan una a una las conversaciones privadas que Hunter Biden sostuvo por años con empresas en todo el planeta y en el que supuestamente habría usado el nombre y el cargo de su papá para favorecer negocios en diferentes latitudes, incluido Colombia.
Hunter es la oveja negra de la familia. Fue expulsado en 2014 de la Armada, tras dar positivo por cocaína y es conocido por sus escándalos. Su computadora lleva siendo noticia más de un año. Se cree que fue entregada a un taller de reparación en Wilmington, Delaware, y nunca fue recolectada. Pero no se sabe cómo llegó de ahí al abogado de Donald Trump, Rudy Giuliani, quien compartió durante la campaña presidencial el contenido del ordenador con diferentes periódicos y medios estadounidenses.
Esta semana, el grueso de información sobre Colombia se ha venido haciendo público. El New York Post es el medio que ha develado gran parte de este capítulo.
“Hunter Biden se reunió con su padre al menos 30 veces en la Casa Blanca o en la residencia del vicepresidente, a menudo solo unos días después de regresar a casa de viajes de negocios en el extranjero”, señala el medio.
Los correos dan cuenta de todos los movimientos del hijo de Biden y de su empresa Rosemont Seneca Partners, en el periodo en que su papá era el vicepresidente de Estados Unidos. Uno de los encuentros que llama la atención lo tuvo con Andrés Pastrana, el 2 de marzo de 2012.
Según el New York Post, Hunter estuvo “cortejando” al Gobierno colombiano por más de un año. El interés, a juicio de ese diario, sería acompañar a la constructora brasileña OAS a ganarse jugosos contratos de infraestructura. El recuerda que esta empresa luego tuvo líos judiciales por pagar sobornos y manipular contratos públicos.
Hay correos que evidencian ese interés. Uno de ellos está fechado del 7 de febrero de 2011. Lo escribe Hunter Biden a su socio Mike Muldoon. Allí se habla de que le propondrán a la empresa una “tarifa de 20K/mes... para participar” y una tarifa de éxito del 5%. Según los cálculos que hace el hombre en los mails, como los proyectos valen más de un billón.
“Para julio de 2011, en un correo electrónico a Hunter, Schwerin nombró una ‘lista de proyectos en los que la OAS está interesada en Colombia’, y agregó que deberían ‘discutir y ver cómo podemos ser útiles’. Entre los proyectos había dos plantas de tratamiento de aguas residuales estimadas en $ 380 millones y $ 350 millones. También hubo una planta de energía hidroeléctrica de $ 1,8 mil millones y una mejora de $ 3 mil millones para el sistema de metro de Bogotá”, señala el New York Post.
“‘Si funciona, todos seremos ricos’, dijo Schwerin con entusiasmo a Hunter Biden en un correo electrónico de agosto de 2011″, señala el Post.
El diario cuenta que “unos meses después, Hunter viajó a Bogotá y cenó con Pastrana el 2 de noviembre de 2011. Los correos electrónicos contenidos en el disco duro sugieren que Mauricio Cárdenas Santamaría, el ministro de minas y energía del país, compartió la comida. Ese mismo día, Hunter también se reunió con Catalina Crane Arango, consejera del presidente colombiano Juan Manuel Santos”.
Para la fecha, ya era conocida la cercanía del expresidente Pastrana con el entonces vicepresidente Joe Biden. Por cuenta del Plan Colombia, Biden tenía gran aprecio por el mandatario colombiano y conocía muy bien el país. No era para nada extraño que su hijo hiciera una visita y que el gobierno lo recibiera. Y no existe hasta ahora ninguna evidencia de que esas citas tuvieran algo de irregular. Sin embargo, quedaron consignadas en la bitácora de los viajes y en las decenas de mails que Schwerin le enviaba a Hunter Biden. Por eso, esos encuentros han sido mencionados en varios medios de los Estados Unidos.
Las revelaciones continúan a cuenta gotas en los medios estadounidenses. Aunque el escándalo comenzó en el New York Post, los grandes medios nacionales han comenzado a confirmar algunos de los hechos que allí operan. Se anticipa que vendrá mucho más material.