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Archivo - El primer ministro británico, Boris Johnson, gesticula durante una conferencia de prensa en Londres, el 3 de marzo de 2020. (AP Foto/Frank Augstein, Archivo)
Archivo - El primer ministro británico, Boris Johnson, gesticula durante una conferencia de prensa en Londres, el 3 de marzo de 2020. (AP Foto/Frank Augstein, Archivo) | Foto: AP

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Escándalo por fiesta durante el confinamiento pone a Boris Johnson en aprietos

Un correo electrónico filtrado a la prensa británica reavivó un escándalo que el líder conservador esperaba apagado.

11 de enero de 2022

El primer ministro británico, Boris Johnson, cuya popularidad no deja de caer, se veía de nuevo en aprietos el martes debido a otro escándalo por una multitudinaria fiesta en los jardines de Downing Street en pleno confinamiento, que la policía dijo investigar.

En mayo de 2020 -dos meses después de declarado el confinamiento por el coronavirus, que llevó al propio Johnson a ser hospitalizado en abril y dejó a 67 millones de británicos sin interacciones sociales- solo se permitía ver a una persona, al aire libre y respetando dos metros de distancia.

(AP Photo/Matt Dunham)
Sumándose a otros escándalos de corrupción y amiguismo, esta nueva revelación hizo caer un poco más la popularidad de Johnson. (AP Photo/Matt Dunham) | Foto: AP

Pero en un correo electrónico filtrado ahora a la prensa, el secretario particular del primer ministro, Martin Reynolds, invitó a un centenar de empleados a “disfrutar del buen tiempo” tomando “unas copas con distancia social” el 20 de mayo en los jardines de Downing Street. “Traigan sus propias bebidas”, decía el mensaje, que reaviva un escándalo que el líder conservador esperaba apagado.

Según varios medios, tanto él como su esposa Carrie, que poco tiempo antes había dado a luz al primer hijo de la pareja, asistieron a la fiesta. La policía londinense “es consciente” de las acusaciones de estas “presuntas infracciones de las regulaciones de protección sanitaria en Downing Street el 20 de mayo de 2020 y está en contacto con la oficina del gabinete” al respecto, afirmó.

En aquella época, las autoridades multaban a quienes se saltaban las reglas y podían imputar a los reincidentes.

En aquella ocasión, el descubrimiento de una multitudinaria fiesta de Navidad, celebrada en diciembre de 2020 también contra las reglas, provocó la renuncia de la exportavoz y muy cercana colaboradora del primer ministro, Allegra Stratton.

(Jack Hill, Pool Photo via AP, File)
En un email filtrado ahora a la prensa, el secretario particular del primer ministro, Martin Reynolds, invitó a un centenar de empleados a “disfrutar del buen tiempo” tomando “unas copas con distancia social” el 20 de mayo en los jardines de Downing Street. (Jack Hill, Pool Photo via AP, File) | Foto: AP

Y algunos hablan desde hace semanas de lanzar una moción de censura interna para hacer caer a su líder. Johnson, quien dijo en diciembre haber recibido garantías de que “siempre se respetaron las reglas”, encargó una investigación interna a la alta funcionaria Sue Gray, que aún no publicó sus resultados.

Y ella se limitó a referirse, con una sonrisa incómoda, cuando antes de esta nueva filtración se le preguntó sobre su propia presencia en los encuentros. El martes, su portavoz se negó a comentar al respecto, pero afirmó que Reynolds sigue en su puesto y conserva la confianza del primer ministro.

Este “no solo sabía de las fiestas en Downing Street, sino que asistió. Deje de mentir al público británico. Es hora de confesar de una vez”, le urgió el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer. Su partido exigió una comparecencia parlamentaria para dar explicaciones, pero Johnson delegó en Michael Ellis, un miembro de segundo rango del Gobierno, que se limitó otra vez a referirse a la investigación en curso bajo los abucheos de los diputados.

Archivo - El primer ministro británico, Boris Johnson, gesticula durante una conferencia de prensa en Londres, el 3 de marzo de 2020. (AP Foto/Frank Augstein, Archivo)
Archivo - El primer ministro británico, Boris Johnson. (AP Foto/Frank Augstein, Archivo) | Foto: AP

Por su parte, Jonathan Evans, director del comité independiente que asesora a los primeros ministros en materia de ética, consideró que las últimas acusaciones muestran “descuido” en el respeto de las normas.

“La gente se preocupa y siente que (...) las personas a las que se paga por desempeñar funciones públicas, deberían estar a la altura”, afirmó.

Como Hannah Brady, portavoz de una asociación de familiares del víctimas de la covid-19, que se ha cobrado más de 150.000 vidas en Reino Unido, quien se declaró “enferma” al pensar que los empleados de Downing Street “hacían una fiesta” pocos días después de la muerte de su padre, cuando ella no podría ni ver a sus allegados.

*Con información de la AFP.