MUNDO
Escasez de leche en polvo para bebés desata ofensiva política contra Biden en EE. UU.
La tasa de desabastecimiento de leche en polvo alcanzó el 43 % a finales de la semana pasada.
La Casa Blanca prometió este jueves medidas para hacer frente a la severa escasez de leche para bebés, un problema que ha suscitado una ofensiva política de la oposición republicana contra el presidente Joe Biden.
Según el proveedor de datos Datasembly, la tasa de desabastecimiento de leche en polvo para bebés alcanzó el 43% a fines de la semana pasada.
El Ejecutivo estadounidense está estudiando, entre otras cosas, aumentar las importaciones, a pesar de que Estados Unidos produce el 98 % de los preparados para lactantes que consume, dijo en un comunicado, sin aportar detalles.
Lo más leído
Asimismo, la Casa Blanca dijo que había pedido a la autoridad federal de la competencia que examinara los abusos asociados a la escasez, incluida la reventa de leche infantil en línea a precios muy superiores a los normales.
Sin embargo, no quiso aclarar cuánto tiempo tardaría en mejorar la situación.
La oposición republicana, en campaña de cara a las elecciones legislativas de noviembre, se ha valido de este tema para arremeter contra el gobierno.
La congresista Elise Stefanik aseguró en una conferencia de prensa haber contactado a la autoridad correspondiente, la agencia de drogas FDA, en febrero. “Joe Biden no tiene ningún plan. (...) Cuando le preguntamos a la Casa Blanca sobre la escasez, se rieron. Es vergonzoso”, dijo.
Randy Feenstra, representante por Iowa, aseguró que en su región “las familias hacen 50, 75, hasta 100 millas (de 80 a 160 kilómetros) para tratar de encontrarla”.
El 17 de febrero, después de la muerte de dos bebés, el fabricante Abbott anunció el “retiro voluntario” de las leches en polvo de su fábrica de Michigan, incluida Similac, utilizada por millones de familias estadounidenses.
Una investigación oficial determinó que el producto no tenía que ver con la muerte de los bebés, pero su producción aún no se ha reanudado, empeorando una escasez debido esencialmente a problemas en la cadena de suministros y a la falta de mano de obra.
La situación es particularmente crítica para los bebés que dependen de la leche especial, que solo fabrica Abbott, subrayó la Casa Blanca, señalando que se trata de 5.000 bebés en este caso, además de niños y adultos con enfermedades metabólicas extrañas.
Biden acusó a Vladimir Putin de incidir en el aumento de la inflación en EE. UU.
Desde que comenzó la semana, el presidente Joe Biden intenta convencer a los estadounidenses de que la Casa Blanca hace todo lo que puede para luchar contra la inflación, que pesa sobre su popularidad cuando se acercan las elecciones de medio mandato de noviembre.
“Si bien reconforta ver que la inflación anualizada se moderó en abril, sigue en un nivel inaceptable. Como dije ayer (martes), la inflación es un desafío para las familias en todo el país y reducirla es mi principal prioridad económica”, sostuvo en un comunicado.
Durante una visita en un establecimiento agropecuario cercano a Chicago esta semana, el presidente denunció nuevamente lo que califica como “el alza de precios de (Vladimir) Putin”, y planteó una serie de medidas para tratar de frenar el alza de precios de los alimentos.
La oposición republicana recuerda sistemáticamente que los precios comenzaron a subir mucho antes de la guerra en Ucrania que Rusia lanzó en febrero. Si se consideran los datos mensuales, la moderación de la subida de precios es más evidente que en el largo plazo, con un retroceso de 0,3 % con respecto a marzo, frente a un aumento de 1,2 % en ese mes con relación a febrero.
La principal razón es que los precios de la gasolina cedieron un poco en abril. Aunque el martes y el miércoles volvieron a marcar récords históricos. Los costos de la energía aumentaron 30,3 % en los últimos 12 meses.
Los precios de los autos de segunda mano, que contribuyeron en buena medida a la fuerte inflación por la baja producción de unidades nuevas debido a la escasez de semiconductores, volvieron a bajar en abril (-0,4 %) por tercer mes consecutivo.
Esta semana se conoció que la inflación cedió ligeramente en Estados Unidos en abril, un dato que nutre la esperanza de que lo peor haya pasado, aunque es apenas un alivio en un contexto de fuerte alza de precios que afecta tanto el poder de compra de los estadounidenses como la popularidad de Joe Biden.
Con información de AFP