Rusia
Esclava sexual rusa escapa de su captor tras 14 años en cautiverio
La mujer fue a tomar unos tragos a casa del secuestrador en 2009 y solo salió de allí esta semana.
En Smoleno, un remoto pueblo ruso en los Montes Urales, la policía detuvo a Vladimir Cheskidov por una larga lista de ofensas cometidas contra una mujer, identificada solo como Ekaterina, a quien no solo secuestró, sino que convirtió en su esclava sexual desde 2004.
El caso fue dado a conocer por el canal Shot, de Telegram, que también reveló cómo Cheskidov solo la dejaba salir de un calabozo improvisado, asegurado con candados y rejas, para hacer labores domésticas como cocinar, limpiar y cuidar de la madre de él, quien también fue detenida por su participación en el secuestro de Ekaterina.
Un juez dictaminó que Cheskidov irá a juicio, en el cual Ekaterina tendrá que volver a recordar los 14 años de horror que vivió en la casa sucia y miserable de su victimario.
Cada vez que salía, Cheskidov se aseguraba de que ella no intentara escapar, para lo cual no solo aseguraba los candados, sino que la amordazaba con cinta pegante y la dejaba atada a una viga para que no pudiera pedir ayuda ni intentar huir.
En su declaración a la Policía, Ekaterina reveló que el hombre la sometió a frecuentes abusos sexuales.
Cuando le pidieron que precisara cuántas veces la violó, Ekaterina dijo que no llevaba la cuenta, pero que creía que unas 1.000 veces.
La mujer, de 33 años, denunció además que Cheskidov la hacía consumir alcohol contra su voluntad, además de que la torturaba y la sometía a despiadadas golpizas, una de las cuales la dejó sin poder recordar los datos de contacto de su hermana y otros allegados.
Ekaterina no fue la única prisionera en la casucha de su secuestrador. En un giro inesperado de su relato, contó que a los dos años de haber sido capturada, el criminal se presentó con otra mujer, Oksana, de quien dijo que era su esposa, lo cual resultó mentira, según ella misma se lo confesó a Ekaterina.
El destino de Oksana terminó siendo más oscuro que el de Ekaterina, ya que Cheskidov la mató a cuchilladas.
Luego obligó a Ekaterina a que lo ayudara a descuartizar el cuerpo y a enterrarlo, puesto en un tanque, en el sótano de la casa.
Cuando la Policía quiso corroborar la historia, efectivamente descubrió los restos de Oksana. Un examen forense demostró que había perdido la vida a consecuencia de agresiones con arma blanca.
En el allanamiento de la humilde vivienda, los agentes de policía también encontraron discos con pornografía infantil, una colección de juguetes sexuales y bozales.
Los investigadores descubrieron que tiene un viejo prontuario judicial, que incluye una condena por robo en 1989, entre otros delitos.
La espantosa aventura de Oksana comenzó cuando tenía 19 años, en 2009. Un día de otoño, Vladimir Cheskidov apareció en su vida, mientras los dos transitaban por una estación de autobuses en la ciudad de Chelyabinsk.
Cheskidov, quien para ese entonces tenía 37 años, se ganó su confianza y terminaron en la casa de él tomándose unos tragos. Empero, la fiesta terminó mal. El hombre seductor y agradable, de repente, se transformó en su agresor. Amenazándola con un cuchillo, le dijo que estaba secuestrada.
De acuerdo con el canal Shot, esta semana, finalmente, a Ekaterina se le presentó la oportunidad de escapar tras 14 años de vejámenes incontables.
En los últimos días, Cheskidov había estado consumiendo alcohol exageradamente y ello lo llevó a un ataque psicótico. Su agresividad y comportamiento errático, hicieron que su propia madre, Valentina Cheskidova, llamara a emergencias y fue conducido a un hospital psiquiátrico.
Para suerte de Ekaterina, él dejó abierto el calabozo donde la tenía, y la propia Cheskidova le dijo que si no aprovechaba ese momento para escapar, quizá no podría hacerlo nunca.
Pese a ese aparente gesto de solidaridad, la madre de Vladimir, luego tuvo palabras desconsideradas para con Ekaterina a la salida del tribunal, donde el juez la dejó libre. Dio a entender que Ekaterina era una especie de pareja de su hijo, y la acusó de comportarse en la casa “como una reina”, de no querer hacer nada ni buscar un trabajo.
Sin embargo, la policía le presentó al juzgado evidencias suficientes para creer que Ekaterina está diciendo la verdad. Así mismo, los agentes recogieron testimonios de los vecinos del lugar, donde era conocido por sus constantes borracheras y por dedicarse a observar a los niños en el campo de juegos del pueblo.
De ser condenado por el asesinato de Oksana y el secuestro y violación de Ekaterina, entre otras acusaciones, Cheskidov podría obtener una sentencia de 25 años, dijo el canal 74.ru.
En cuanto a Ekaterina, se encontró con que su hermana vivía en el mismo sitio que en 2009. No obstante, se enteró de que ella solo denunció su desaparición a la policía en 2018. Pero parece que pasó ese detalle por alto, pues es la única pariente que le queda, luego de perder a sus padres cuando era una niña.