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Esta es la impresionante cantidad de mariposas que un coleccionista busca compartir como legado
Un coleccionista en Kenia desea legar su colección de más de 4 millones de mariposas.
Lo que comenzó como un pasatiempo infantil en el oeste de Kenia se ha convertido en una de las colecciones de mariposas más grandes y valiosas del continente africano.
Steve Collins, de 74 años, ha dedicado más de seis décadas a preservar estos fascinantes insectos, acumulando más de 4,2 millones de ejemplares que representan cientos de especies. Ahora, enfrenta el desafío de encontrar una institución que pueda continuar con su legado.
Un pasatiempo que se transformó en pasión
Desde que recibió su primera red para capturar mariposas a los 5 años, Collins quedó fascinado por estos insectos. “Mis padres nos animaban a buscar mariposas después de visitar el Congo”, recordó. Esta fascinación lo llevó a viajar por diferentes países africanos, como Nigeria, en busca de nuevas especies, incluso siendo un adolescente.
Durante 20 años combinó su carrera como agrónomo con su pasión por las mariposas, dedicando su tiempo libre a la investigación y la colección. En 1997 fundó el Instituto de Investigación de Mariposas Africanas, donde ha trabajado incansablemente para preservar este patrimonio natural.
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Su propiedad en Nairobi alberga cientos de árboles y arbustos autóctonos que atraen a numerosas mariposas. A pesar de esta belleza, gran parte de su colección permanece almacenada en estantes, protegida de la luz y los depredadores, siguiendo estrictos protocolos de conservación.
Un tesoro en peligro
La colección de Collins no solo es impresionante por su tamaño, sino también por su valor científico. Scott Miller, entomólogo de la Institución Smithsonian, destaca la importancia de estas mariposas para el estudio de los cambios ambientales en los últimos 60 años.
“Estos especímenes ofrecen capas de información crítica que podrían no estar disponibles en ningún otro lugar”, explicó.
Sin embargo, mantener esta colección tiene un costo elevado. En 2009, el presupuesto anual del instituto ascendía a 200.000 dólares, y los gastos han seguido aumentando. Collins estima que sus ejemplares y activos tienen un valor total de 8 millones de dólares, incluyendo una mariposa especialmente valiosa que podría vender por 8.000 dólares.
La situación se complica debido a las amenazas ambientales en África, como el cambio climático y la deforestación, que están destruyendo los hábitats de estas especies. Julian Bayliss, ecólogo y colaborador de Collins, propone digitalizar la colección para garantizar su acceso global y preservar su valor para las futuras generaciones.
El sueño de un legado perdurable
A pesar de los desafíos, Collins mantiene viva su visión de ceder su colección a una institución que pueda asegurar su conservación. “Esto ha sido mi pasatiempo durante décadas, y no puedo ponerle precio a lo que he hecho”, enfatizó. Sin embargo, está preocupado por el futuro, ya que pronto podría no ser capaz de sostener su investigación.
El ecólogo Bayliss resalta la necesidad de que una institución bien financiada y segura tome la responsabilidad de la colección. Por su parte, Collins espera que su legado inspire a otros a valorar y proteger la biodiversidad de África. Mientras tanto, sigue dedicándose a su bosque lleno de mariposas, donde cientos de estos insectos siguen danzando, como un recordatorio de la belleza y fragilidad de la naturaleza.
*Con información de AP.