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Esta mujer casi pierde una pierna por exceso de ejercicio en su clase de spinning
Ella cuenta cómo su cuerpo desarrolló rabdomiólisis, una condición que puede dejar secuelas permanentes e, incluso, atentar contra su propia vida.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la actividad física es definida como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía.
Sin embargo, excederse en hacer deporte también tiene sus consecuencias. Este fue el caso de Kaelyn Franco, una joven 23 años que desde muy pequeña estaba acostumbrada a hacer ejercicios, pero su vida cambió al realizar su primera clase de spinning.
Pese a que esta mujer estaba en excelentes condiciones, no fue un impedimento para que su cuerpo desarrollara rabdomiólisis, una condición que puede dejar secuelas permanentes e, incluso, atentar contra su propia vida.
A través de su cuenta de Instagram, Franco contó a sus seguidores la trágica situación que vivió desde el pasado 15 de septiembre de 2021, luego de finalizar la mencionada actividad física.
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“Al ser alguien que ha practicado deportes toda mi vida, me pareció muy extraño que mis piernas se doblaran inmediatamente cuando me bajé de la bicicleta. Sentí que no podía moverme. Mis primos se reían de mí, pero sabían que algo estaba mal”, comenzó contando.
Kaelyn, apenas se bajó de la bicicleta a los 45 minutos de terminada la sesión de spinning, notó que sus debilitadas piernas no resistían estar de pie, lloraba del dolor, y decidió al día siguiente ir al Hospital Wellesley, ubicado en Newton, Massachusetts, en Washington Street.
“Estuve hospitalizada por rabdomiólisis. En mi nivel más alto, mis niveles de Creatina quinasa (CK) fueron 259.000 (el rango normal es entre 33-211 U/L). Los médicos dijeron que no habían visto tales niveles antes. No podía caminar ni moverme y tuve que ponerme un catéter”, afirmó la mujer.
Esta enfermedad ocurre cuando los tejidos dañados de los músculos sobre ejercitados se filtran en el torrente sanguíneo, lo que ocasiona un dolor severo y afecta los riñones. Incluso, esto puede desencadenar discapacidad permanente o la muerte.
“Tuve que hacerme una cirugía de emergencia para salvar mi pierna y mi vida. Mi rabdomiólisis se convirtió en síndrome compartimento agudo y los médicos tuvieron que entrar y quitar el músculo que se estaba rompiendo en mi torrente sanguíneo”, aseguró Franco.
Aunque su pierna nunca será la misma y tendrá complicaciones para toda la vida de esto, mencionó que se siente afortunada y muy agradecida por estar viva y con su pierna a salvo. Ante este situación, quiso contar su experiencia con el fin de que más personas tengan prevención en su ejercicios diarios, pues un año después cuenta como ha vivido este proceso.
Durante este largo año, Franco no podía caminar ni usar el baño por su propia cuenta, no podía conducir, no podía cocinar para ella misma, no podía trabajar, ni hacer su cama por las mañanas. Sin embargo, después de la tormenta viene la calma.
“Todo cambió cuando daba pequeños pasos cada día para trabajar en mi progreso. Un día pude volver a dar pequeños pasos, al siguiente pude conducir de nuevo, ahora soy capaz de correr, y en bicicleta, y veo progreso todos los días. Lágrimas, paciencia, dedicación, consistencia y gratitud, todo vino a motivarme para hacerlo mejor, para sentirme mejor”, mencionó en un video mostrando su avance.
Pese a que este proceso no sucedió de la noche a la mañana, se siente feliz al volver a caminar y hacer sus actividades diarias luego de ese incidente que cambió su vida por completo.
“Si estás pasando por un camino difícil, es porque hay algo más grande en la vida que puedes lograr. Sé consistente, y no te rindas. Mírame ahora, un año después”, puntualizó la joven.