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Estados Unidos lanza 6 satélites de seguimiento de misiles después de confirmarse el plan de Rusia para tener armas nucleares en el espacio
La Otan aseguró que está vigilando las amenazas potenciales tras aviso de EE. UU. sobre capacidades nucleares de Rusia.
El Pentágono confirmó que seis satélites, incluidos algunos con tecnología avanzada de seguimiento de misiles, fueron puestos en órbita con éxito ayer miércoles 14 de febrero, un día después de que una alarmante información de inteligencia estadounidense revelara que Rusia quiere colocar armas nucleares en el espacio para atacar satélites occidentales.
Dos de esos satélites reforzarán el programa de sensores espaciales de seguimiento balístico e hipersónico de la Agencia de Defensa de Misiles y los otros cuatro están configurados para rastrear naves espaciales, según narra el NY Post.
El lanzamiento, que fue realizado por uno de los cohetes Falcon 9 de SpaceX en coordinación con la Agencia de Desarrollo Espacial (SDA) y la Agencia de Defensa de Misiles (MDA), se produce en un contexto de elevadas preocupaciones sobre las crecientes capacidades nucleares de Rusia.
Por su parte, la Casa Blanca confirmó que existe una amenaza a la seguridad nacional por un arma antisatélite desarrollada por Rusia.
“Puedo confirmar que está relacionado con una capacidad antisatélite que Rusia ha desarrollado”, declaró a periodistas el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, quien añadió que no existe “ninguna amenaza inmediata para la seguridad de nadie”.
Todo comenzó con la publicación de una críptica declaración del jefe del comité de inteligencia de la Cámara de Representantes, Mike Turner, en la que invitaba a los congresistas a revisar unas “informaciones acerca de una grave amenaza para la seguridad nacional”.
El mensaje corrió como la pólvora y alimentó todo tipo de especulaciones, como que es muy raro que los altos cargos con acceso a información de inteligencia divulguen públicamente los asuntos en curso a no ser que exista un riesgo para la ciudadanía. Los congresistas no están autorizados a divulgar la información clasificada que se les hace llegar.
En un intento de que no cunda el pánico, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, reaccionó diciendo que “no hay motivo de alarma”.
Rusia consideró “infundadas” las informaciones y las atribuyó a una maniobra del Gobierno estadounidense para forzar la aprobación de un paquete de ayuda para Ucrania bloqueado desde hace meses en el Congreso.
“Repetimos constantemente que no responderemos a las diferentes acusaciones infundadas. Si hacen declaraciones, deberían ir acompañadas de pruebas”, declaró a las agencias de prensa rusas el viceministro de Relaciones Exteriores, Sergéi Riabkov.
“Esto se inscribe en la tendencia de los últimos diez años en que los estadounidenses se dedican a invenciones malévolas y nos atribuyen todo tipo de acciones o de intenciones que no les convienen”, añadió.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, también reaccionó: “Está claro que la Casa Blanca intenta animar al Congreso a aprobar la ley de finanzas, es evidente. Veremos qué truco usará la Casa Blanca”.
*Con información de la AFP.