Estados Unidos ofrece 10 millones de dólares por información para capturar a Tareck El Aissami, exvicepresidente de Venezuela

El exvicepresidente del régimen venezolano, Tareck Zaidan El Aissami, ha sido catalogado como uno de los 10 latinos más buscados por agencias de seguridad como el FBI, la DEA y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos. Esta lista también incluye a figuras prominentes como los Chapitos, alias ‘El Mencho’, líder actual del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), y Yulan Adonay Archaga Carías, quien se presume es el líder nacional de la MS-13 en Honduras.

La inclusión de El Aissami en este grupo selecto de buscados se remonta al año 2017, cuando la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo señaló como narcotraficante. Se le acusó de facilitar el tráfico de drogas desde Venezuela hacia México y Estados Unidos, lo que lo colocó en el radar de las autoridades estadounidenses y llevó a su inclusión en la lista de los más buscados.

Además de su asociación con actividades ilícitas, Tareck El Aissami asumió el cargo de Vicepresidente Ejecutivo de Venezuela en enero de 2017, tras desempeñar roles previos como gobernador del estado venezolano de Aragua entre 2012 y 2017. Su trayectoria política también lo llevó a ocupar el puesto de ministro de Interior y Justicia de Venezuela desde 2008 hasta su renuncia.

A pesar de su renuncia a dicho cargo, las autoridades estadounidenses mantienen activa su búsqueda, ofreciendo una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información que conduzca a su captura y condena por los delitos de los que se le acusan desde los Estados Unidos, que al igual que otros miembros del gobierno Maduro, son altamente requeridos por la justicia de dicho país.

El Aissami, en un intento de desvincularse de las acusaciones en su contra, anunció su renuncia como ministro de Petróleo a través de un tuit el 20 de marzo de 2023. Sin embargo, a pesar de este acto público, el paradero y la situación actual del exfuncionario venezolano permanecen en la oscuridad meses después de su renuncia.

Las autoridades venezolanas, encabezadas por la Fiscalía y el Ejecutivo, lideraron una purga anticorrupción que condujo al alejamiento de El Aissami del escenario político. Sin embargo, han optado por guardar silencio respecto a la información sobre el político que, a pesar de las acusaciones de narcotráfico en su contra por parte de Estados Unidos, ocupó la Vicepresidencia de la República y la cartera de Interior y Justicia.

Cabe destacar que tres días antes de presentar su renuncia, el Gobierno venezolano hizo público un caso de corrupción dentro de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), la principal empresa del país y fuente principal de financiamiento nacional, que estaba bajo la jurisdicción de la cartera de Estado dirigida por El Aissami. Esta revelación se convirtió en el punto de partida de una serie de eventos que llevaron a su renuncia y a la detención de 61 individuos, todos acusados, entre otros delitos, de “traición a la patria”.

A pesar de las acusaciones y señalamientos en su contra, El Aissami continúa siendo una figura enigmática, esquiva y de difícil localización. Su presencia virtual, a través del anuncio de su renuncia en redes sociales, contrasta con la falta de información tangible sobre su paradero físico y su situación legal actual. La incertidumbre que rodea a este exfuncionario del Gobierno venezolano persiste, generando interrogantes sobre los entresijos de su destino y el alcance de las acciones emprendidas en su contra.