MUNDO
“Estamos encontrando un mundo oculto”: científica sobre el núcleo de la Tierra
Los científicos consideran que este tipo de estudios son importantes porque permiten conocer más sobre la Tierra.
Una investigación que fue llevada a cabo por el Instituto de Geofísica y Planetología de Hawái (EE.UU.) y de la Agencia de Ciencia y Tecnología Marina-Terrestre de Japón, encontró que el centro del planeta Tierra varía de metal duro a semi blando y líquido.
En el portal ‘Live Science’, Rhett Butler, uno de los investigadores, indicó que a esa conclusión llegaron tras establecer que las ondas sísmicas creadas por fuertes terremotos viajaban a través del núcleo de la Tierra hasta el otro lado del globo, y que algunas de estas no atravesaban la ‘bola de metal’ sino que se desviaban.
Lo anterior, hizo que Rhett Butler se interesara por hacer que los datos coincidieran, pues según le dijo al medio mencionado anteriormente, “Cuando estás en este negocio, tienes que hacer coincidir los datos”.
Teniendo en cuenta lo anterior, los científicos revaluaron la tesis de que el núcleo interno de la Tierra era sólido en su totalidad y establecieron que este presenta bolsas de hierro líquido y blando cerca de su superficie.
“Observamos muchos detalles dentro del núcleo interno que no veíamos antes (...) Tiene superficies duras contra el hierro fundido o blando. Así que estamos viendo muchos detalles dentro del núcleo interno que no veíamos antes”, concluyó el investigador Rhett Butler.
Por su parte, Jessica Irving, quien no participó en la anterior investigación, consideró que ese tipo de estudios permite a los científicos conocer más a fondo la Tierra.
“Más nos damos cuenta de que no es una aburrida gota de hierro (...) Estamos encontrando un mundo oculto completamente nuevo”, manifestó Irving en medio de una entrevista sobre el tema anterior, con el portal WordsSideKick.com.
Por otra parte, en día pasados, otro grupo de científicos hallo dos lugares en la Tierra donde se presume no existe vida en lo absoluto. El primero fue descubierto en la Antártida, en un área desértica cerca del glaciar Shackleton.
De acuerdo con los investigadores, en ese lugar descubierto en junio del presente año, existen una serie de condiciones que impiden que los microorganismos habiten, teniendo en cuenta que hay un frío intenso, suelos secos, además de presencia de sales tóxicas.
Por lo tanto, la combinación de los anteriores factores impide por completo de que la vida en dicho lugar prospere, según indicaron los científicos, tal como lo lograron comprobar tras haber tomado más de 200 muestras en el glaciar.
“Siempre se ha supuesto que los microbios son resistentes, que pueden vivir en cualquier parte”, dijo Noah Fierer, ecólogo microbiano de la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos, cuyo equipo estudió los suelos en la Antártida.
Entre tanto, Byron Adams, biólogo de la Universidad Brigham Young y director del proyecto, resaltó que durante la recolección de muestras el suelo estaba repleto de rocas volcánicas de color rojizo, agujereadas y pulidas por siglos de erosión eólica.
Entre tanto, en 2019, un equipo franco-español de científicos ya había sugerido de la existencia lugares en la Tierra donde ningún tipo de vida podría prosperar.
Los investigadores en ese momento concluyeron en un artículo publicado en la revista Nature Ecology & Evolution que en uno de los entornos más peligrosos e inhóspitos de la Tierra, ubicado en el desierto de Danakil, Etiopía, no hay ningún rastro de vida microbiana.
“Tras analizar muchas más muestras que en trabajos anteriores, con controles adecuados para no contaminarlas y una metodología bien calibrada, hemos comprobado que no hay vida microbiana en estas piscinas saladas, calientes e hiperácidas, ni en los lagos de salmuera adyacentes ricos en magnesio”, indicó Purificación López García, responsable del trabajo y bióloga del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS).
Para llegar a esa conclusión los científicos recopilaron gran cantidad de muestras en cuatro zonas diferentes del complejo geotérmico entre 2016 y 2018.
No obstante, los autores de ambos estudios trataron de ser cuidadosos con sus conclusiones, teniendo en cuenta de que existe la remota posibilidad de que haya tan pocos microbios en las muestras que ningún método los haya logrado detectar.
“No podemos decir que los suelos sean estériles. Nadie puede decirlo (...) Es una búsqueda interminable. Siempre hay otro método o una variante de un método que se puede probar , señaló Fierer sobre el glaciar de Shackleton.