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Estas son las alarmantes cifras de armas en poder de ciudadanos, según Gobierno de EE. UU.
La industria de las armas en el país norteamericano se ha disparado en las últimas dos décadas. En el año 2000 había 2.222 fabricantes activos registrados. En 2020, el número iba en 16.936.
Los fabricantes de armas de fuego de Estados Unidos produjeron más de 139 millones de armas para el mercado comercial durante las últimas dos décadas, incluyendo 11,3 millones solo en 2020, según un informe del Gobierno del presidente Joe Biden.
De acuerdo con esas cifras, otros 71 millones de armas fueron importadas en el mismo período, en comparación con solo 7,5 millones exportadas.
Ello evidencia que Estados Unidos está nadando en armas personales que han provocado un aumento de la violencia armada, los asesinatos y suicidios, según se desprende del informe del Departamento de Justicia.
El documento muestra que si bien los estadounidenses se han convertido en los favoritos de los rifles de asalto semiautomáticos vistos en muchos tiroteos masivos, han comprado en masa pistolas semiautomáticas 9 mm, cada vez más baratas, fáciles de usar y precisas. Esas mismas son las que ahora utiliza la mayoría de las fuerzas policiales.
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Además, las autoridades se enfrentan a un aumento de las “armas fantasma” —no registradas, fabricadas en casa con piezas que pueden comprarse online y producirse con una impresora 3D—, así como de pistolas y rifles de cañón corto que son tan potentes y letales como los rifles de asalto semiautomáticos.
“Solo podemos abordar el presente aumento de la violencia si tenemos la mejor información disponible, y empleamos las herramientas y la investigación más eficaz para potenciar nuestros esfuerzos”, dijo la fiscal general adjunta, Lisa Monaco.
Agregó: “Este informe es un paso importante en esa dirección. El Departamento seguirá recopilando la información necesaria para ajustar nuestro enfoque a los factores más significativos de la violencia con armas de fuego y sacar a los tiradores de las calles”.
Recientes hechos
El informe se publicó tras un fin de semana en que quedó patente el impacto de las armas de fuego en la sociedad estadounidense.
En Buffalo, estado de Nueva York, un joven blanco de 18 años, motivado por el odio racista, asesinó a diez afroestadounidenses con un rifle de asalto.
Con respecto a las armas que utilizó el hombre, se indicó que las obtuvo legalmente, la que se usó en el ataque y dos más que fueron halladas en su auto.
“¿Dónde estaban las alertas para que él pudiera comprar estas armas legalmente? (...) Pero en un caso como este, el traficante de armas pudo vender estas armas a este individuo porque no surgieron señales de alerta”, dijo el sheriff del Condado de Erie, en Nueva York, John García, según CNN.
En Laguna Woods, California, un hombre disparó con una pistola 9 mm a cinco personas en una iglesia frecuentada por taiwaneses. En Milwaukee, Wisconsin, más de 20 personas resultaron heridas en tiroteos en el distrito de ocio del centro de la ciudad.
La última semana, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) dijeron que el número de muertes por armas de fuego en Estados Unidos sufrió un incremento “histórico” en 2020.
En efecto, hubo 19.350 homicidios por armas de fuego ese año, un aumento de casi 35 % con respecto a 2019, y 24.245 suicidios con armas, un alza de 1,5 %.
La tasa de homicidios por armas de fuego se ubicó en 6,1 por cada 100.000 habitantes en 2020, la más alta en 25 años.
En tanto, la industria de las armas se ha disparado en las últimas dos décadas. En 2000, había 2.222 fabricantes activos registrados. En 2020, el número escaló a 16.936.
La producción anual de armas comerciales, asimismo, despegó: de 3,9 millones en 2000 pasó a 11,3 millones veinte años después. Sin embargo, sufrió una leve caída en comparación con los 11,9 millones en 2016.
Las armas de fuego de fabricantes oficiales deben tener números de serie que permiten un rastreo por las fuerzas del orden.
No obstante, las autoridades exhiben cada vez mayor preocupación por las “armas fantasma”, es decir, de fabricación casera que carecen de números de serie y que cada vez son más utilizadas por la delincuencia.
En 2021, según el informe, las autoridades recuperaron 19.344 “armas fantasma”, en comparación con 1.758 cinco años antes. En abril, el presidente estadounidense anunció medidas en contra de las “armas fantasma”, poniéndoles freno a defensores proarmas que catalogaron de “extremas” sus ideas.
“¿Es extremo proteger a agentes de la policía, extremo proteger a nuestros niños? (...) No es extremo, es básico, sentido común”, dijo Biden.
Biden lamenta el supremacismo blanco
En relación con el tiroteo en Buffalo, el mandatario señaló que se trató de un acto de “terrorismo doméstico” y advirtió que el supremacismo blanco es un “veneno” para la sociedad estadounidense.
“Es un veneno que corre por todo nuestro cuerpo político”, lamentó, y advirtió que guardar silencio ante este tipo de sucesos es una forma de “complicidad” con los mismos.
Insistió en que el supremacismo ha estado “creciendo ante nuestros ojos durante años”, a la vez que exigió que este tipo de ideología no tenga cabida en la sociedad de Estados Unidos, reportó la cadena CNN.
“En Estados Unidos, el demonio no ganará, lo prometo. El odio no prevalecerá. La supremacía blanca no tendrá la última palabra”, aseguró el mandatario, quien indicó que “el mal llegó a Buffalo y ha llegado a demasiados lugares, manifestado en hombres armados que masacraron personas inocentes en nombre de una ideología odiosa y perversa”.
*Con información de AFP y Europa Press.