Ecuador
“Este asesinato tiene un alto nivel de simbolismo y la gente está hastiada e indignada”: Henry Cucalón, ministro de Gobierno de Ecuador, sobre el asesinato de Fernando Villavicencio
SEMANA conversó con Henry Cucalón, ministro de Gobierno de Ecuador, quien dio su postura ante el vil asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio.
SEMANA: ¿Cómo ha sido la reacción de parte del gobierno de Guillermo Lasso después del asesinato de Fernando Villavicencio?
Henry Cucalón: El asesinato de Fernando Villavicencio es una tragedia nacional, el Gobierno del presidente Guillermo Lasso calificó esto como un acto de carácter terrorista, el crimen político de un luchador, de un demócrata y de un patriota como fue Fernando Villavicencio. Y al mismo tiempo, el mismo Gobierno nacional definió que la labor pública del Estado se encuentra en firme y que la democracia, si bien ha sido golpeada, no puede claudicar ante la brutalidad del asesinato político cometido.
SEMANA: ¿Ministro, le sorprendió el conocimiento de que existían tantos colombianos involucrados en ese magnicidio?
H.C.: Es una información, no hago juicio de valor al respecto. Hay seis detenidos por esta causa que están siendo investigados, procesados, ha habido las audiencias respectivas. El crimen no tiene nacionalidad.
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SEMANA:¿ Por qué se toma la decisión de no aplazar las elecciones que están dispuestas para este 20 de agosto?
H.C.: No solamente por un tema de carácter legal, sino, justamente, porque antes, quienes han perpetrado este crimen político, su mejor señal es no suspender las elecciones, más allá del tema jurídico que no hay base legal, sino que la democracia tiene que fortalecerse y la mejor razón para fortalecerse es ir a votar. Creo que ese es uno de los tantos homenajes que se puede hacer al legado de Fernando Villavicencio, acudir a votar y que la democracia prevalezca, pese a haber sido aceptada con un golpe de esta magnitud.
SEMANA: En Ecuador y en Colombia muchas personas han comparado este crimen con un asesinato que nosotros aquí en Colombia tuvimos hace unas décadas, que fue la muerte del candidato presidencial Luis Carlos Galán. ¿Tiene conocimiento de este caso?, ¿cree que hay una semejanza allí?
H.C.: Lo conozco completamente, y claro, porque han tratado de asesinar a un hombre ideal. ¿Por qué tiene características políticas? Porque al ser un candidato presidencial, haber sido un legislador, un periodista, era una persona que tenía posiciones, un luchador frontal contra la corrupción, entonces evidentemente las personas, los criminales, los autores intelectuales que estuvieran detrás de este asesinato lo que quisieron hacer es apagar su voz. Muy parecido al del gran líder liberal Luis Carlos Galán, ¿y por qué no decir también en su momento el asesinato de Rodrigo Lara Bonilla, ministro de Justicia? Entonces ese es el tipo de delitos execrables, porque no solamente atentan contra la vida, sino que también el trasfondo es cegar unos ideales, una postura política, la defensa de una postura política.
SEMANA: Sabemos que los otros candidatos han tenido amenazas de muerte, ¿qué labor se está tomando para protegerlos de otro tipo de atentados en estos últimos días?
H.C.: Como una política de Estado, el Gobierno nacional, apenas se convocaron las elecciones, puso a disposición de las autoridades electorales y, por tanto, de los candidatos, la seguridad del Estado. Casi todos los candidatos presidenciales acogieron esa prestación que hace de Estado, porque nos interesa obviamente salvar su vida, y también otro tipo de candidatos previo a su solicitud y análisis de riesgo. El hecho que haya sucedido este execrable crimen, que condenamos fervientemente, no significa que no haya existido un interés, porque había la seguridad. Es más, conozco de primera mano que Fernando Villavicencio tenía seguridad amplia, desde que era legislador, se lo puedo decir como ministro de Gobierno, porque yo siempre tuve una fluida relación personal y política.
Y fue aumentada en el momento en que fue nominado como candidato presidencial. Recordemos que, lastimosamente, se perdió la vida humana, pero hubo un contingente policial; tanto es así que hay tres policías heridos, uno inclusive se encuentra en estado de gravedad. Por así decirlo, se tuvo inclusive en la huida de estos criminales, la detonación de una granada, o sea, hubo una reacción, hubo un cruce de balas, o sea, una defensa. Lamentablemente, no fue perfecta, tanto es así que falleció el candidato ante la violencia con que actuaron los criminales.
SEMANA: Ese magnicidio aquí en Colombia fue un punto de quiebre de nuestra historia que produjo una nueva Constitución y demás, ¿usted cree que esto también es un punto en el Ecuador?
H.C.: Sí, de hecho me gusta esa frase. La sociedad que pone al Gobierno y al Estado tiene un punto de quiebre. Por supuesto, ya se venían realizando actos de violencia, siendo alguna por parte del crimen organizado, esto no es delincuencia común. Pero lo de Villavicencio, la connotación, sus características, su voz, el momento a muy pocos días de las elecciones hace ese quiebre sin duda alguna y por eso es que hay este estado de conmoción, sean o no sean partidarios de él o hayan querido o no hayan querido votar. Por eso es que hay también ese mensaje por medio que el crimen y los criminales han querido dejar, de atentar contra la democracia contra la convivencia pacífica.
Entonces considero que uno de los temas que nos tiene que ayudar a salir de esto, que tiene muchísimas aristas sin prejuicio de sancionar y que no haya impunidad, es que tenemos que fortalecer la democracia, por eso el llamado a acudir a las urnas el próximo domingo 20 de agosto. El caso de Galán fue con alguna anticipación, y de ahí viene la nominación del que después fue presidente, el doctor César Gaviria. Ahora hay muy poco tiempo, eso ya es un tema de decisión política y su partido, pero obviamente hay un sentimiento de indignación, hay que ver cómo, electoralmente hablando, debe ser canalizado, pero esto es un momento de quiebre, yo digo, para la sociedad ecuatoriana.
SEMANA: ¿Cómo está siendo el apoyo del FBI? ¿Y qué buscan decretando estado de excepción en esta guerra que están haciendo contra las pandillas?
H.C.: En el caso puntual de la solicitud del presidente Guillermo Lasso y que está por llegar el FBI, es darle soporte prácticamente a la investigación orgánica que tiene que llevar la Policía y la Fiscalía, digo orgánica porque es dentro de la institucionalidad fundamentalmente, con experiencia, con tecnología etc. Más allá de que se está avanzando en las investigaciones.
En el tema del decreto de estado de excepción es una herramienta legal que tiene el Ejecutivo, que en nuestro país nos permite, pese a todos los problemas, poder hacer que las Fuerzas Armadas puedan intervenir en temas de control delincuencial, porque recordemos que, según nuestra Constitución, las Fuerzas Armadas están para controlar las amenazas externas, esa es su causa, pero solo por el estado de excepción, que es temporal, que tiene ciertas características. Las Fuerzas Armadas pueden intervenir, esa es la razón de ser inclusive más por tratar de salvaguardar el proceso electoral, es la herramienta jurídica para permitir que las Fuerzas Armadas estén en las calles.
SEMANA: ¿Usted cree que se puede esperar un resultado rápido para saber quién pudo estar detrás de este homicidio?
H.C.: Para eso están las investigaciones y para eso la Fiscalía es la que tiene que ir adelante e ir informando al respecto. Lo que se ha hecho a nivel policial es informar lo que pasó la noche, los detenidos y contrastando las informaciones. Se la debemos al país, se la debemos al mundo, se la debemos a la familia de Fernando Villavicencio, pero ya el establecimiento en sí, las responsabilidades, para eso está justamente el proceso que está adelantando la Fiscalía y que, por transparencia, tiene un seguimiento. Esto es importantísimo, todas las vidas importan, pero este tiene un alto nivel de simbolismo y la gente está hastiada, indignada, de que hay un sentimiento de impunidad, que se pueda matar a un líder, a un candidato presidencial o a un presidente de República y que no pase absolutamente nada y el mensaje es, y que nos queda a nosotros, e inclusive tomando en cuenta y comprendo más que nadie la indignación de personas que tienen hasta seguridad, para que vean la magnitud de la violencia criminal que está azotando el país.
SEMANA: ¿Por qué cree que son las causas de esta degradación en seguridad en Ecuador, donde se duplica la tasa de homicidios y donde vemos estos hechos como el que ocurrió este miércoles?
H.C.: Hay muchos factores y obviamente no obedecen a la delincuencia común, hay una penetración del crimen organizado que viene hace muchos años, una disputa por territorios, hay guerras entre bandas criminales y obviamente las acciones tomadas por el Gobierno nacional para poder enfrentarlos. Este gobierno en dos años es el que más droga ha incautado en la historia del Ecuador. La decisión política de enfrentar, no negociar y no pactar ha generado muchísimos problemas al mismo tiempo. Entonces son varias causas, es un tema complejo que se viene desarrollando desde hace algún tiempo, pero sin duda tiene que ver con organizaciones criminales, esto no son casos aislados de delincuencia o un tema puntual, esto tiene que ver con crimen organizado.
SEMANA: ¿Usted que le responde a las personas, más que toda la oposición, que han dicho que el esquema de seguridad falló?
H.C.: El esquema de seguridad siempre puede ser perfectible y ojalá que sea mejorado. Eso es una política de Estado, pero por supuesto lo que pasa es que esta es una amenaza sin precedentes en la historia del Ecuador, donde no cabe analogía alguna, ni siquiera con la incipiente aparición de la guerrilla a mediados de 1980. Definitivamente el país necesita recuperar la confianza en todas sus instituciones, comprendo que esté bastante golpeada y necesitamos una unidad, hay errores, reconocerlos, por supuesto, yo no digo lo contrario y ver cómo se mejora, pero una unidad para luchar contra este yugo criminal y un compromiso también de expulsar todo tipo de notificaciones de violencia política también. Porque ese es uno de los problemas, hay muchas violencia política, mucho odio en el discurso social y, obviamente, eso ha estado pasando factura a todos en este caso del asesinato. Es una arista, pero ha habido mucha violencia, tanto criminal como violencia de carácter político en los últimos tiempos.