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Este era César Suárez, el fiscal ecuatoriano que fue asesinado y llevaba varias investigaciones por corrupción e incursión de mafias en la Justicia
El fiscal llevó en el pasado importantes indagatorias por corrupción en hospitales
El homicidio del fiscal César Suárez, muerto a balazos cuando circulaba con su vehículo por un barrio del puerto del suroeste, no deja de conmocionar a Ecuador ante la ola de violencia que vive el país, luego de que estuviera a cargo de la investigación por terrorismo en el asalto a un canal de televisión en directo en Guayaquil, la semana pasada.
Suárez estaba encargado de determinar qué grupo criminal estuvo detrás de la espectacular toma en plena transmisión de un programa del canal TC el pasado 9 de enero. Por el caso fueron procesados 13 presuntos responsables, en un ataque sin precedentes que impactó nacional e internacionalmente y que derivó en que el presidente, Daniel Noboa, decretara que el país se encuentra en “conflicto armado interno”.
El fiscal llevó en el pasado importantes indagatorias por corrupción en hospitales y también tenía a cargo el caso Metástasis sobre un capo ecuatoriano que había infiltrado al Estado y obtenía trato de favor de jueces, fiscales, policías y altos funcionarios.
Suárez, nacido en Paján, Manabí, pertenecía a la Unidad nacional especializada en investigaciones contra la delincuencia organizada de Ecuador. Era un abogado especializado en Derecho Constitucional y había liderado importantes procesos judiciales vinculados a la lucha contra la corrupción.
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Entre los procesos que manejaba estaba el de corrupción hospitalaria en el que también está involucrado Daniel Salcedo, detenido la víspera en Panamá y sobre quien el presidente de la Corte Nacional de Justicia inició los trámites para su pedido de extradición.
Salcedo también está mencionado en los chats del capo del narcotráfico Leandro Norero.
La Policía aseguró en un chat de periodistas que se encuentra desplegada para dar con los responsables.
Tanto Salcedo como un exfuncionario procesado en el mismo caso, ambos con notificación roja de Interpol, son trasladados hacia Ecuador para ser puestos “a órdenes de autoridades judiciales ecuatorianas”, confirmó la Policía en la red social X.
La condena de un hecho vil
Una de sus sobrinas, que pidió mantener su nombre en reserva por temor, esperaba el cuerpo fuera de las instalaciones de la autoridad forense.
“Los criminales en este país se están tomando el poder de una manera tan vil, segando la vida de una persona humilde, buena”, dijo.
La arremetida contra el canal TC fue uno de los primeros actos criminales que sufrió Ecuador tras la fuga del poderoso Adolfo Macías o ‘Fito’, jefe de la principal banda del país, confirmada el 8 de enero.
Fiscales en la mira
Los fiscales han estado en la mira de las más de veinte organizaciones criminales que operan en Ecuador.
En junio del año pasado, el fiscal Leonardo Palacios fue asesinado en la localidad de Durán, vecina de Guayaquil.
La fiscal general Diana Salazar ha denunciado amenazas de muerte por parte de Los Lobos, una de las principales bandas delictivas.
Semanas antes del ataque contra TC, Salazar anticipó una de las peores embestidas del narco tras revelar la investigación Metástasis, descrita como la piedra angular que destapará la “narcopolítica” en el país.
Este miércoles, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (Rele) condenaron “la violencia” e instaron al Estado ecuatoriano “a investigar, juzgar y sancionar todos los hechos con diligencia”.
Ecuador fue durante muchos años un país a salvo del narco, pero se ha ido transformando en un nuevo bastión del tráfico de droga hacia Estados Unidos y Europa con bandas enfrentadas por el control del territorio y unidas en su guerra contra el Estado, especialmente Guayaquil por su cercanía al Pacífico.
En los últimos cinco años, la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes pasó de 6 a 46 en 2023 y la guerra interna toca fondo como ocurrió en Colombia en el siglo pasado, pero con un ingrediente adicional: las cárceles en llamas.
*Con información de AP y la AFP.