Denuncia
“Estoy gorda, pero soy igual que todos”: turista brasileña denuncia que le impidieron abordar un vuelo por su tamaño
La mujer se encuentra varada en Líbano y señala que la aerolínea con la que viajaría la está humillando y obligando a cambiar su vuelo a clase ejecutiva, o adquirir un asiento adicional para poder volar.
Impotente y visiblemente ofendida, así se encuentra una mujer, modelo ‘plus size’ de nacionalidad brasileña, identificada como Juliana Neheme, quien, a través de sus redes sociales, puso en público conocimiento esta semana un caso de ‘discrimanción’ del que habría sido objeto en un aeropuerto de Líbano, cuando le impidieron abordar un vuelo de regreso a su país, tras haber compartido unos días de descanso en ese país en compañía de algunos miembros de su familia.
Según la mujer, pese a que ya estaban adelantando los trámites del check-in, fue informada, por parte de funcionarios de la aerolínea Qatar Airways, que ellos no podrían permitirle abordar el avión, en tanto estimaban que ella era ‘demasiado gorda’, por lo que debería acudir a algunas de las alternativas propuestas para poder hacer realidad su vuelo de regreso a Brasil.
Si bien la mujer reconoció que la aerolínea planteó algunos escenarios para hacer posible el viaje, advirtió que todos los casos representaban pagos adicionales, e incluso que hacían parte de una posición que ella estima discriminatoria, acusando a los funcionarios de la aerolínea como responsables de “gordofobia”.
La mujer explicó que pese a haber adquirido un boleto que le costó mil dólares, la aerolínea ahora le estaba proponiendo el pago adicional de 3.000 dólares para cambiar su boleto a uno de primera clase, sección en la que sí le permitirían viajar.
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En ese mismo sentido, la mujer explicó que otra de las propuestas de la aerolínea consistía en adquirir un boleto adicional en la misma clase ejecutiva en la que actualmente tenía su asiento, para así, ocupando dos asientos, poder acceder al avión, situación que también estimó no viable, pues no estaba dispuesta a pagar precios adicionales a los ya consignados, advirtiendo incluso que también había tenido que pagar montos extra por las maletas de ella y sus familiares.
De igual modo, en su denuncia, la mujer explicó que tras horas de discusión no logró que los agentes de vuelo cedieran a su solicitud, explicando que incluso, pese a mostrarse dispuesta a comprar el boleto adicional, también se negaron a vendérselo, accediendo entonces a regresarle su equipaje.
Juliana Neheme denunció también, a través del mismo video, que mientras ella alegaba y reclamaba sus derechos como usuaria, estaba documentando lo ocurrido a través de una grabación con su teléfono móvil, hecho que despertó el descontento de los trabajadores de la aerolínea, quienes, según advierte, comenzaron a amenazarla advirtiendo que debía cesar la filmación o si no ‘se jodería’.
Si bien este podría ser un caso en el que los trabajadores de la aerolínea solo estaban haciendo cumplir lineamientos aeronáuticos, la mujer se cerró a esa posibilidad, advirtiendo que la situación que estaba viviendo para su viaje de vuelta no lo tuvo que experimentar en su viaje de ida, advirtiendo que logró abordar sin problema en un vuelo de Air France, en el que también había adquirido un boleto de clase económica.
“¡Me sentí extremadamente humillada delante de toda la gente en el aeropuerto! Todo porque estoy gorda”, denunció la mujer, quien también reveló que debido a la situación, su hermana y su sobrino debieron abordar solos el avión, dejando en Líbano a la madre y a la modelo plus size.
La mujer explicó que aunque su madre podría haber abordado el vuelo, prefirió no hacerlo para quedarse a acompañarla, más aún, siendo consciente de que la joven no habla inglés ni árabe, por lo que también se iba a dificultar su comunicación.
“¡Vergüenza de una empresa como Qatar permitir este tipo de discriminación contra la gente! Estoy gorda, pero soy igual que todos!”, sentenció la mujer en su publicación.
“¡Estoy gastando dinero en hotel y taxi que no necesitaba! No puedo permitirme el lujo de quedarme más tiempo”, advierte la mujer, que reclama una respuesta por parte de la empresa, advirtiendo que tampoco está dispuesta a pagar más dinero, ni por una silla más amplia ni por el nuevo tiquete de su mamá.
“Necesito una solución urgente”, sentenció en una de las publicaciones, al tiempo que en otra de ellas agradeció las múltiples muestras de apoyo que ha recibido a través de las redes sociales, y a las personas que le han ayudado a dar visibilidad a su caso.