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Estremecedor: bebé recién nacida fue rescatada entre los escombros en Siria; aún tenía el cordón umbilical
La bebé fue encontrada estable al momento de su llegada al hospital tras el rescate, aunque presentó hematomas, laceraciones e hipotermia.
Desde que comenzó esta semana, los equipos de rescate en Turquía y Siria buscan sobrevivientes del terremoto que ha arrasado con la vida de más de 11.200 habitantes entre ambos países.
Cada minuto cuenta, por lo que cualquier ayuda y hallazgo es de total esperanza. Precisamente, entre lo más reciente, se dio a conocer que una niña recién nacida fue rescatada de los escombros de su casa en el norte de Siria.
De acuerdo con los reportes, el cordón umbilical de la bebé aún se encontraba adherido al de su madre. Asimismo, se cree que la mujer falleció luego de dar a luz, según AFP.
El rescate lo realizó un familiar de la menor, un primo llamado Khalil al-Suwadi, quien manifestó que escuchó una voz mientras cavaba entre los escombros de los miles de infraestructuras que se derribaron como producto del seísmo.
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“Limpiamos el polvo y encontramos a la bebé con el cordón umbilical (intacto), así que lo cortamos y mi prima la llevó al hospital”, comentó el hombre.
De inmediato, se llevó a la niña a un centro médico donde recibe tratamiento en la ciudad de Afrin. El pediatra Hani Maarouf le dijo a la AFP que la bebé se encontró estable al momento de su llegada, aunque presentó hematomas, laceraciones e hipotermia.
Asimismo, se detalló que la recién nacida es la única sobreviviente de su familia inmediata, quienes vivían en un edificio de apartamentos de cinco pisos.
Por otro lado, las cifras más recientes determinan que entre Turquía y Siria hay más de 11.200 muertos, según el último balance de la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (Afad).
El terremoto, que se dio a comienzos de esta semana, se trata de la peor catástrofe natural que ha vivido Turquía desde 1999, cuando una sacudida mató a 17.000 personas.
Declaran estado de emergencia durante tres meses para atender zonas afectadas
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró el martes 7 de febrero el estado de emergencia por un periodo de tres meses en diez provincias del sureste azotadas por un devastador sismo que dejó miles de muertos.
“Decidimos declarar el estado de emergencia para asegurar que nuestro trabajo [de rescate] se pueda llevar a cabo de manera rápida”, dijo Erdogan en declaraciones difundidas por la televisión.
El mandatario añadió: “Completaremos rápidamente los procesos presidenciales y parlamentarios relacionados con esta decisión, que cubrirá nuestras 10 provincias donde se produjo el terremoto y durará tres meses”.
Erdogan dijo que su gobierno enviaría más de 50.000 trabajadores humanitarios a la zona y destinaría 5.300 millones de dólares en ayuda financiera. Su gestión de esta tragedia tendrá mucho peso en las elecciones del 14 de mayo.
Las labores de rescate en la aislada región cercana a Siria se han visto obstaculizadas por una feroz tormenta invernal que ha hecho intransitables algunas carreteras y ralentiza la entrega de alimentos y ayuda.
El Gobierno enfrenta una oleada de críticas en redes sociales, donde se le acusa de responder con demasiada lentitud al mayor terremoto en el país en casi un siglo.
Otra emergencia
Como consecuencia del fuerte terremoto, se presentó un incendio en el puerto turco de Alejandreta.
“Un incendio masivo comenzó en el puerto de Iskenderun, Turquía, después del terremoto, las llamas se extendieron rápidamente entre cientos de contenedores”, reportó Actualidad Política, tras publicar un video del hecho.
🇹🇷 #Terremoto Un incendio masivo comenzó en el puerto de #Iskenderun en #Turquía después del terremoto, las llamas se extendieron rápidamente entre cientos de contenedores. pic.twitter.com/3GYNDO2mr7
— Actualidad Política (@actuapolitica) February 6, 2023
La mayoría de los contenedores afectados no habían sido descargados, de acuerdo con informaciones de la agencia de noticias Anatolia.
Si bien se desconoce la causa del incendio, muchos de los contenedores volcaron tras el primer terremoto de magnitud 7,4 en la escala de Richter.