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Estudiante mexicano hizo su propio carro para poder ir a estudiar: usó reciclaje y hasta una lavadora
El adolescente mexicano y su padre tardaron dos meses hasta que el vehículo quedó completamente terminado.
Cada día muchos en el mundo demuestran que cada obstáculo es una oportunidad. Personas que contra todo pronóstico, salen adelante convirtiéndose en un ejemplo para muchos. Independientemente de la situación financiera, comentarios de terceros o cuán lejano pueda parecer algún objetivo son factores que, más allá de detonar en una debilidad, pasan a ser el propulsor de ideas ingeniosas.
Las limitaciones económicas o el tiempo no fueron un tropiezo para que Rosvel Cruz, un estudiante de Sinaloa (México), buscara la forma de construir su propio vehículo y asistir a clases con más facilidad. La ayuda de su padre fue vital para que el sueño se convirtiera en realidad y los 3 kilómetros de distancia desde su vivienda dejaran de ser un problema.
El joven, estudiante del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP), empezó a ser reconocido por su creatividad y recursividad. Pues, lejos de emplear elementos de alta “sofisticación”, recicló los desechos de una cuatrimoto, el motor de una motocicleta, fierro y una lavadora para poner a funcionar su medio de transporte.
¿Cómo surgió la idea?
“Empecé a ver videos en YouTube y me salían carritos, entonces pensé que yo podía hacer uno. Conforme a los materiales que tenía en mi casa lo formé (...). Mi papá (...) me ayudó a ingeniar el carro, a soldar las piezas y a pensar entre los dos cómo podía quedar mejor (...). Pensábamos mucho cada cosa que hacíamos hasta que nos decidíamos”, explicó el joven de 16 años en entrevista con el canal de YouTube ‘Link Sinaloa’.
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Allí contó que algunas personas se lo han pedido prestado, pero prefiere decir ‘no’ porque no les tiene la suficiente confianza. Una decisión que para muchos es entendible, pues no solo es tiempo sino esfuerzo invertido, y está el riesgo de que otra persona no le tenga el cuidado requerido y pueda terminar estropeándolo.
“Hasta la fecha no he tenido ningún problema con el Tránsito ni la Policía. Me han dejado circular y todo, no me han molestado con nada. Gasto 100 pesos aproximadamente en la semana (unos 25.100 pesos colombianos) en combustible (...). Casi la misma eficiencia de una moto, el mismo rendimiento. Pienso utilizarlo un tiempo más, si puedo después venderlo para hacer otro para quedarme” con ese, “pero no sé todavía qué me ofrezcan y sacarle más de lo que le invertí”.
Heriberto Fierro, uno de sus profesores, lo califica como un “chico muy amigable, que convive muy bien con todos sus compañeros” y responsable con sus deberes académicos. De hecho, el docente destaca que tiene buenas calificaciones y una amplia creatividad.
¿Cuál es el siguiente paso?
Cuando llega el momento de pensar en el futuro, Rosvel Cruz vacila un poco antes de decidirse; sin embargo, ya tiene algunas alternativas en mente. Una vez termine sus estudios, le gustaría desempeñarse en el diseño de carros o poder ingresar a la escuela naval, por ahora también se dedica a la informática en su colegio.
El joven admite que todavía le queda mucho trabajo por delante, pero espera que no pase mucho tiempo antes de que su carro esté completamente listo. “Todavía no lo he terminado, aún está en un 70 % de lo que yo pienso hacer. Hace falta pintarlo, ponerle luces, láminas (...), más luces (...) y ver si le puedo poner llantas más grandes atrás, cinturón de seguridad y un casco”, dijo este estudiante mexicano a ‘Link Sinaloa’.
“Yo reconozco que hay opiniones encontradas sobre mi proyecto, pero voy a seguir trabajando en mi vehículo para que cada vez sea más perfeccionado y seguro”, agregó.