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Estudiar en Hungría: así funcionan las 50 becas para colombianos. Consejero ministerial explica en SEMANA
Rodrigo Ballester explica cómo funciona el sistema educativo de ese país. Asegura que en este se aprende “a la antigua”, se vive en el “reino de la normalidad” y las universidades no están en la onda woke o propalestina, como tantas instituciones en el mundo.


SEMANA: ¿Por qué venir a Colombia?
Rodrigo Ballester (R. B.): Porque tenemos interés en encontrarnos con universidades, también con agencias gubernamentales, con el objetivo de promover Hungría como un destino de educación superior. Es decir, para atraer todavía más de estudiantes de Colombia, profesores, investigadores. Hoy Hungría tiene un 15 % de los estudiantes de otros países, pero curiosamente el continente que está menos representado es Sudamérica. Eso es algo bastante sorprendente porque Hungría es un país en el que hay muchas más afinidades culturales y en el que un colombiano podría sentirse más en casa que una persona que viene de China o de Vietnam. Además, ofrece muchas cosas porque es un país, para resumirlo, que es bueno, bonito y barato.
SEMANA: ¿Qué tan barato?
R. B.: Tenemos unas universidades de primera calidad, con una excelencia, una tradición ya centenaria y a unos precios increíblemente asequibles. No hablo solo del precio de las universidades, sino también del alojamiento. Las universidades pueden estar en unos cuatro o cinco mil euros el año para pregrados y siete mil a diez mil para maestrías. Y el coste de alojamiento en la capital, en Budapest, puede rondar entre los 300 y 400 euros al mes, y en provincia menos.
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SEMANA: ¿Cómo se estudia en Hungría al tener ustedes un idioma tan único?
R. B.: Las universidades húngaras ofrecen más de 800 títulos en inglés. No es necesario aprender el idioma húngaro para venir a estudiar a Hungría. Eso es muy importante. Basta con tener un nivel alto de inglés para poder seguir una maestría. Al final es una muy buena oportunidad porque es estudiar en Europa en universidades de primer nivel mejorando muchísimo el inglés. Tiene más ventajas.
SEMANA: ¿Cómo cuáles?
R. B.: También es un país muy seguro, uno de los más seguros de Europa. Ahora mismo, sobre todo en Europa occidental, la seguridad ya se ha convertido en un problema social. También la ideologización de las universidades, que si hay paros, que si cierran las universidades porque algunos estudiantes van a sabotearlas, boicotearlas. Lo que llamamos hoy el wokismo está muy impregnado ya en esas universidades. Y en Hungría no es el caso. A Hungría se viene a aprender a la antigua. Nadie te va a decir en Hungría que las matemáticas son racistas, por ejemplo; al contrario. Entonces, es un ambiente universitario académico muy neutro. Y todo eso dentro de un país, además, que es como el reino de la normalidad.
SEMANA: ¿Se han planteado un sistema de becas para Colombia?
R. B.: La más importante se llama Stipendium Hungaricum y en Colombia son unas 50 becas anuales. Eso es tan fácil como ir a la página web Study in Hungary, Estudios en Hungría, ahí también hay informaciones sobre las becas. Son bastante populares. Es un proceso selectivo y a los mejores al final les dará el Gobierno húngaro una beca que es bastante generosa, que cubre no solo los gastos académicos, sino también tiene un pequeño subsidio para concurrir alguna parte de los gastos. Entonces, es una excelente beca. Pero también hay otras, por ejemplo, una beca de la diáspora muy interesante que cualquier persona con orígenes húngaros es elegible a postular.
SEMANA: Usted fue muy enfático al decir que en Hungría se estudia a la antigua. ¿A qué se refiere con eso?
R. B.: Cuando los estudiantes lleguen, lo primero que van a ver al aterrizar en el aeropuerto de Budapest son carteles diciendo “Hungría es amiga de las familias”. Eso jamás lo he visto en otro país. Jamás. Entonces, primero va a haber una comunicación y un ambiente que es muy propicio a las familias. Hace una semana, el primer ministro Víktor Orbán anunció nuevas medidas, es decir que, a partir de este año, las madres de dos y de tres hijos van a dejar de pagar impuestos sobre la renta de por vida. Hungría tiene como eje una política familiar basada en las madres. Es casi el único país de Europa que se toma muy en serio su propia supervivencia, que además controla muchísimo la inmigración ilegal. España, por ejemplo, tiene la tasa de natalidad del 1,17. Estamos ahí cometiendo un suicidio demográfico, y qué ha hecho el Gobierno, permitir el aborto para las menores de edad sin permiso de los padres y hacer una ley animalista que multa a los propietarios cuando dejan al perro esperando en el supermercado mientras hacen la compra. En Europa parece que hay, a veces, una especie de suicidio inconsciente de ese continente, y uno de los pocos países que de verdad está tomando medidas ambiciosas para revertir este flujo demográfico es Hungría.

SEMANA: ¿Y eso qué tiene que ver con los estudiantes?
R. B.: En que Hungría se destaca por sus universidades científicas. Y en esas disciplinas científicas no hay nada, absolutamente nada, de ideología. Hungría es el único país de Europa en el que no ha habido manifestaciones en la calle en favor de Palestina. Porque aparte de otras cosas, es un país que protege muchísimo a la comunidad judía. Ese ambiente tan pacífico es el que se encuentra en las universidades. Es un ambiente universitario muy sosegado y, sobre todo, en que los profesores todavía se pueden llamar académicos, no ideólogos. Jamás he visto una manifestación en una universidad húngara por razones políticas; jamás he visto una universidad húngara que esté bloqueada por estudiantes. También es importante resaltar que los papás pueden confiar en que si mandan a sus hijos a Hungría, no van a volver con el pelo rosa y pensando que han cambiado de sexo.