MUNDO
Europa vacía: cómo la pandemia convirtió a las capitales del mundo en ciudades fantasma
En Londres, cuatro de cada diez personas se habrían mudado fuera de la ciudad en algún momento de la pandemia.
El caso de Reino Unido es solo un ejemplo de las horas bajas que pasa Europa desde que comenzó la pandemia. La economía de aquel país sufrió su mayor desplome en más de tres siglos el año pasado, con una caída del PIB de casi un 10 % en el transcurso de 2020. En otras palabras, la pandemia ha acabado con todo el crecimiento en el Reino Unido durante los últimos siete años, devolviendo la economía al tamaño que tenía en 2013.
Afortunadamente, la caída del 9,9 % en el PIB del Reino Unido fue menos grave de lo esperado. Sin embargo, superó el colapso del 9,7 % experimentado durante la Gran Depresión en 1921, lo que la convierte en la peor caída anual desde 1709, según una base de datos del Banco de Inglaterra.
Hubo algunos signos de mejora en los últimos meses de 2020, y se estima que el PIB aumentó un 1 % en el cuarto trimestre, luego de un crecimiento récord en el tercero, según la Oficina de Estadísticas Nacionales. Pero hubo grandes cambios en la producción entre octubre y diciembre, siguiendo en gran medida el nivel de restricciones impuestas para contener el coronavirus.
El Reino Unido sufrió una de las peores recesiones entre las principales economías el año pasado. Alemania, por ejemplo, se mantuvo mejor en la pandemia que durante la crisis financiera mundial. Las estimaciones provisionales sugieren que la mayor economía de Europa se contrajo un 5 % el año pasado. Mientras tanto, se espera que el PIB de la UE se haya contraído un 6,4 %, según Eurostat. A Estados Unidos le fue aún mejor en comparación, con un PIB que disminuyó un 3,5 % con respecto al año anterior.
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“Las cifras de hoy muestran que la economía ha experimentado un serio impacto como resultado de la pandemia, que ha sido sentida por países de todo el mundo”, dijo el ministro de Finanzas del Reino Unido, Rishi Sunak, en un comunicado. “Si bien hay algunos signos positivos de la resistencia de la economía durante el invierno, sabemos que el bloqueo actual continúa teniendo un impacto significativo en muchas personas y empresas”.
¿Éxodo en las grandes ciudades de Europa?
Otro fenómeno que deja la pandemia es la huida de muchas personas de las grandes ciudades de toda Europa. Algunos lo hacen para evitar contagiarse, pero otros simplemente quieren evitar el alto costo de vida de las capitales. Tras casi un año del decreto de las primeras cuarentenas, muchos dudan que la mayoría de los exiliados de covid-19 regresarán naturalmente una vez que el virus mengue.
Para los planificadores urbanos y los expertos en diseño urbano, eso significa comenzar a lidiar con los problemas que durante mucho tiempo han plagado a muchas de estas ciudades, como la asequibilidad de la vivienda, transporte seguro y acceso a espacios verdes, y los cuales se han vuelto más urgentes bajo la pandemia.
Para Philipp Rode, director ejecutivo de LSE Cities, centro de investigación de la London School of Economics, las ciudades tendrán que abordar nuevos deseos de conectarse con la naturaleza y “reconectarse con la vida”. Un éxodo urbano similar se ha visto en los Estados Unidos durante la pandemia, con neoyorquinos adinerados que se retiran a segundas residencias y técnicos de Silicon Valley dispersándose por todo el país.
De acuerdo con Rode, “la lealtad al lugar en Europa es significativamente mayor que en los Estados Unidos”, señalando estudios anteriores que muestran que incluso entre las ciudades en declive económico, las de Europa sufrieron una pérdida de población relativamente menor. “Muchos de estos lugares tienen historias muy profundas, una cultura muy profunda”.
Para adaptarse, muchas ciudades europeas están introduciendo opciones de transporte para peatones y ciclistas y espacios verdes ampliados. Milán, fuertemente golpeada por la primera ola del virus, ha designado más de 20 millas de carriles para bicicletas, así como “parklets” en antiguos estacionamientos. Por su parte, funcionarios de Londres lanzaron un proyecto llamado “Streetspace” el año pasado, creando carriles para bicicletas temporales y ampliando las zonas peatonales a medida que los viajeros se desplazaban para evitar los peligros de los trenes subterráneos y autobuses abarrotados. París y Barcelona han dado pasos similares.
Pero el caso de Londres es diferente. Una encuesta de Arup encontró que alrededor del 41 por ciento de los londinenses se habían mudado fuera de la ciudad en algún momento de la pandemia, en comparación con alrededor del 10 por ciento en Madrid, Milán y Berlín y el 20 por ciento en París. La empresa inmobiliaria Century 21 dijo el verano pasado que había registrado un aumento en el interés por salir de París, pero no un “éxodo masivo”.