Eutanasia en el mundo: polémica en Bélgica por joven de 23 años que la solicitó alegando ‘sufrimiento psíquico irreparable’

Una fuerte polémica se ha suscitado en Europa, más precisamente en Bélgica, luego de que saliera a la luz el caso de una mujer de 23 años, a quien meses atrás la justicia le aprobó una solicitud de eutanasia, tras advertir que sufría una condición psíquica irreparable, en un caso que, si bien ya se materializó el pasado 7 de mayo, abrió una ingente discusión sobre dicha medida y los parámetros que se tienen en cuenta para concederla o no.

La protagonista del caso era una joven belga identificada como Shanti De Corte, quien había sobrevivido años atrás, en 2016, a un atentado terrorista en el aeropuerto de Bruselas, en el que murieron 32 personas. Esta situación le generó serías afectaciones en su salud mental, en medio de un proceso que se fue empeorando pese a recibir ayuda especializada, a tal punto que la llevó a solicitar, ante los tribunales de su país, que se le concediera el derecho a morir dignamente, a través del proceso de eutanasia.

Según recogen medios internacionales sobre el caso de la mujer, esta había caído en un preocupante estado de depresión severa, y padecía un trastorno de estrés post traumático tras los hechos ya descritos, que fueron atribuidos al grupo terrorista islámico ISIS, en hechos que dejaron, a su vez, cerca de centenas de heridos.

Esta situación habían obligado que la otrora joven, con 17 años para el momento del atentado, tuviera que recurrir a un fuerte tratamiento psicológico en procura de superar los difíciles momentos vividos aquel 22 de marzo de 2016, cuando sobrevivió al ataque violento antes de tomar una vuelo, con algunos de sus amigos de colegio a Italia.

Pese a la ayuda psicológica y psiquiátrica a la que fue sometida la mujer, esta era objeto de continuos ataques de pánico que la afectaron de por vida, y que la sumieron en un grave estado de depresión, llevándola incluso a intentar quitarse la vida en dos oportunidades, 2018 y 2020, advirtiendo que había comenzado a padecer un insoportable cuadro mental que la llevaba a no querer seguir existiendo.

En declaraciones recabadas por medios internacionales, la madre de la joven había advertido que su hija nunca volvió a ser la misma, transformándose en una persona en extremo insegura y despertando en ella un deseo por simplemente aislarse; un cuadro que la había conducido a una situación que la obligaba al consumo de hasta una docena de antidepresivos al día para ‘doparse’ y no padecer su condición.

Así, en ese contexto, la mujer había resuelto recurrir a las autoridades para solicitar la eutanasia, advirtiendo que los padecimientos mentales también deben ser considerado como afecciones de salud y que, precisamente, su condición mental le generaba un gran dolor que afectaba su desarrollo personal normal, siendo un ‘sufrimiento insoportable’.

Pese a que el caso ya llegó a “feliz término” (para la joven), su conocimiento público despertó una ola de indignación y una gran polémica en Bélgica, en tanto sectores han advertido que concederle la eutanasia a la mujer de 23 años fue un error, más aún cuando su dolencia ‘no era física’.

En ese sentido, algunos sectores han reprendido la actuación legal acusando que la justicia y los médicos debieron haber abogado por dar una solución diferente a la muerte, argumento que es cuestionado por quienes respaldan la decisión, y defienden que la condición mental advertida sí era válida, bancando la luz verde que se dio este 2022 para la muerte asistida de la joven, que finalmente se efectuó en el mes de mayo.

El juicio por los atentados

En cuanto a la acción de la justicia para castigar los mortales hechos de 2016, recientemente se anunció que la audiencia en contra de los principales señalados por el atentado está próxima a reanudarse. Esto, luego de que el proceso debiera ser suspendido por algunas situaciones que había impedido el desarrollo normal de las diligencias, pues los abogados defensores habían acusado que, en el marco de la instalación de cubículos blindados para proteger la integridad de los presuntos terroristas durante los juicios, se veía coartada su posibilidad de comunicarse cabalmente durante las diligencias.

Actualmente, 10 personas son procesadas en el marco de las acciones legales por el atentado, aunque uno de ellos, juzgado en audiencia, se presume ya muerto en Siria.

El atentado en mención, ocurrido en 2016, consistió en un acto suicida por parte de dos terroristas de Isis, quienes se inmolaron en el aeropuerto de Bruselas, en un hecho que también fue sucedido por otra explosión en el tren subterráneo de Bruselas.